De complexión delgada y tonificada, bajita entre los de su raza. Esta fémina de piel trigueña, con facciones un tanto infantiles, con una carita agraciada, llena de pecas y su
rostro redondo. De ojos verde esmeralda, contrastando sensualmente con sus bien definidos labios carnosos, y rojizos como una cereza, pero no gruesos, y su larga y sedosa
cabellera, color rojo como el fuego, la cual llega en una muy cuidada trenza resplandeciente hasta sus nalgas. Aun que la inclemencia del tiempo ha mellado en sus esbeltas manos,
sin embargo, no dejan de estar bien cuidadas. En ellas lleva tatuadas algunas diminutas runas mágicas.