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Registro 2 de Clayron:
Historia
Era 26 era 4ª. En Naggrung un mal augurio pairaba en el aire, en
un día que nadie sabía informar con certeza cual era – una tormenta de
nieve asolaba toda Naggrung. Es cierto que el clima de este continente
es muy impreciso, con ráfagas de aire frío que parecen dagas en la piel,
de alguien no acostumbrado a este clima, y aveces incluso a los que
están acostumbrados. La gente del poblado de Andlief miraban el cielo,
gris como el acero de una hoja sin pulimento.
El comandante de la guardia Yowyn había ordenado a todos los soldados
que hicieran patrullas con el intervalo de media hora, con miedo que los
diablillos y bandidos de la isla aprovechasen el mal tiempo para hacer
algún ataque repentino en el poblado.
Pero esto, aunque fuese la cosa mas preocupante en aquel momento,
estaba lejos por suceder.
3 horas habían pasado desde el orden del comandante Yowyn y un grupo de
soldados hacía su turno vigilando la isla.
Una sombra negra como la noche se movía rápidamente por las cercanías,
que poco pudieron hacer los soldados cuando avistaron lo que era aquella
sospechosa sombra.
Entonces todo fue muy rápido. Uno de los soldados vió una figura
encapuchada lanzándose en su dirección, poco pudo hacer. El soldado
intentó desenvainar su espada y dar la alarma, pero el ser que venía en
su dirección fue mas rápido. Un sonido ahogado, cuerpo cayendo en el
suelo. Eso fue lo que pasó cuando el drow, con un golpe de izquierda
a derecha, cortaba la garganta del soldado haciendo con que su vida
volara hacia el limbo.
De pronto una horda drow asesinaba el grupo de patrulla sin que ningún
aviso pudiera ser dado. Llegaron rápido como el rayo en el poblado,
abriendo las cabañas, saqueando, luego quemándolas con la gente aún en
su interior.
Una joven humana, que había ido allí con sus padres para comprar algo de
pescado estaba durmiendo en una cabaña con su familia cuando 3 drows
entraron .
Su padre, un miliciano de la guardia de Keel, había recibido algunos
años de entrenamiento, y ahora demostraba su valor como soldado. Su
valentía en aquel momento de defender su familia, podría inspirar
bardos a componer historias a su respeto. Movió su espada con velocidad
mortal hacia el primer drow que adentraba la cabaña, que intentaba
defenderse del ataque dirigido a su corazón, pero el hombre, ahora en un
estado de éxtasis, enterraba la espada en la cota de mallas del drow,
atravesando metal, piel, hueso y por fin el corazón de la criatura, que
caía en el suelo con una expresión de asombro en sus ojos.
El según drow saltó sobre el hombre y intentó golpear su cabeza
descubierta, pero el hombre detuvo su ataque con su espada haciendo con
que el sonido resonara en la lejanía.
El hombre intentó estocar al drow pero este se esquivó y en este
momento, cuando el hombre estaba en mala posición, el tercer drow
enterraba su sable en la espalda del hombre, que sintiendo como sus
— MORE Desde 1 hasta 52 de 209 (24%) – a para ayuda.fuerzas abandonaban su cuerpo, dejaba su espada caer al suelo y segundos
después su proprio cuerpo caía al suelo.
La madre de la joven yacía en el suelo con un corte en su nuca, con un
charco de sangre a su alrededor.
Mientras un drow saqueaba la cabaña, cogiendo algunos lingotes de hierro
que la familia cambiaría por alimento y el hermoso artesanado délfico
hecho de Ysym, el otro rasgaba las vestiduras de la joven con una
sonrisa maligna en su negro rostro.
Entonces fue cuando una alarma resonó lejos, señal de refuerzos. Los
drows tras coger su saqueo, salieron de la cabaña y huyeron con su grupohacia la suboscuridad, dejando un poblado en llamas.
En el día 15 de june del 27 era 4ª, nacía Clayron, que en Dendrita
significa aquel que viene con las sombras.
Su infancia fue tranquila, viviendo en las calles de Keel, jugando en
los muelles con los hijos de los pescadores de las cercanías, aunque
aveces le miraban extraño, como si fuera alguien venido de algún lugar lejano.
Todo transcurría muy bien hasta que cumplió 15 años. Jugaba por
los muelles cuando una figura encapuchada salió de uno de los barcos y
agarró al chico y le puso una espada en la garganta y le dijo:
–No digas ni una sola palabra, si es que valoras tu vida.
Entonces la figura arrastró a Clayron hasta su barco y lo ató a un par
de cadenas.
El joven semidrow miró a su alrededor y vio que había otros seres en el barco, con
él, presos por cadenas.
Entonces todo hizo sentido. A no mucho tiempo su madre comentaba de un
barco de piratas que andaba por el Orthos raptando jóvenes varones para
vender como esclavo a los coliseos de Dendra y a Zulk, para trabajar en
los cultivos de maíz.
Tras una hora el barco que estaba Clayron zarpó por los mares, en los
cuales le obligaron a remar, y así se pasaron meses, cuyos Clayron
ganaba músculos por el trabajo en los remos. Hasta que cierto día,
vendieron Clayron a un comandante hombre-lagarto, cuyo le obligó a
trabajar en los cultivos pantanosos.
Y así se pasaron años, con la rabia de clayron creciendo por los
hombre-lagartos, unos humanos que siempre hablaban de la »fe en
Seldar», que con el tiempo Clayron supo que eran la gente del reino de
Dendra, unos seres que venian de desiertos del oeste que eran Orgos…
todos, siempre que podían golpeaban a Clayron y le decían lo cual
inferior era ante los demás. No fueron pocas las veces que Clayron
aprovechaba que el capataz hombre-lagarto dormía para explorar los
pantanos y las cercanías de Zulk, pero siempre lo encontraban y era como
siempre, horas de azote con el látigo por lo que había hecho. Y siempre
que eso pasaba, juraba en su interior que un día saldría de allí, y un día
volvería para vengarse.
Un día, Clayron ya con sus 44 años, trabajaba incansablemente en los
cultivos cuando un grito de ¡ERALIE! se hizo oír al lejos y sonidos de
entrechocar de armas y escudos llenaba el aire de un sonido semejante a
truenos. Entonces fue cuando una figura, resplandeciente en su armadura
entraba con porte altivo en los cultivos y asesinaba los capataces y
guardias lagartos, dejando a los esclavos libres, pero ni haciendo caso
de ellos.
— MORE Desde 53 hasta 104 de 209 (49%) – a para ayuda.Fue la oportunidad que Clayron encontró para huir.
Como ya conocía a los pantanos como la palma de su mano, y con el tiempo
había aprendido a andar en silencio por estos lugares, salió por allí, y
cruzó decidido las margenes del Iaurduin, admirando el tridente que
tenía en sus manos, una arma que había cogido de uno de los muchos
guardias caídos en batalla.
Fue cuando andando furtivamente vio a un hombre-lagarto, que en
Grimszok llamaban de desertores, tuvo su primera chance de demonstrar su
furia.
El lagarto fue sorprendido por un golpe rápido del tridente
que le dejó en el suelo malherido, y luego Clayron explotó en una furia
golpeando al lagarto con la velocidad del rayo, rápidos golpes del
tridente con una sola mano, luego poniendo su otra mano sobre la
empuñadura, terminó de matar al ser con duros golpes atravesando su
carne y huesos.
Un extraño placer recorría el interior de Clayron, y poco a poco sintió
la furia irse y la calma venir otra vez.
Cogió alguna de las pertenencias del cuerpo del hombre-lagarto y vestió
como armadura improvisada.
Siguió camino hasta llegar en un lugar donde llamaban Takome, y en un
camino que se llamaba senda del alba.
Tras caminar por un día, llegó a las puertas de Takome y intentó hablar
con los guardias para que le dejaran pasar y dormir una noche en la
posada, pero ellos no entendían dendrita y tampoco Clayron entendía
Adurn. Fueron a llamar un clero que entendía Dendrita, pero al ver la
piel negra de semidrow de Clayron, lo miró con desprecio y dijo:
— Lo siento, no sois bienvenido en este reino. Ve Anduar y allí
encontraréis lugar para dormir.
El asintió, pero juró para si mismo que jamás
volvería a pedir ayuda a los seguidores de Eralie ni a sus aliados.
Seguió camino de regreso, y tras 4 días de viajes, consiguió llegar a
duras penas en Anduar, mirando los señales que había en el camino.
Allí fue a la taberna y con las monedas que había cogido del
hombre-lagarto muerto alquiló una noche en la posada, para recuperar sus
fuerzas, ya que hasta aquel momento, había dormido en árboles y en los
caminos.
Los días pasaron, y Clayron estaba entrenando el arte del tridente y del
sigilo, aprendiendo todo poco a poco. Y fue un día de estos que conoció
a Naylhena, una seguidora de Khaol, que estaba de pasaje por Anduar, y
empezaron a crear una amistad, ya que los dos compartían una
historia parecida y tenían mucho en común.
Tras conversar bastante tiempo en la posada de Anduar con Naylhena, ella
le dice que ya había terminado sus negocios allí y saldría de viaje al
día siguiente. Clayron preguntó interesado a donde iría y cuando
Naylhena le dijo que Naggrung, el corazón de de Clayron dio un salto.
Vagos recuerdos de su infancia corrían por su cabeza, los únicos
recuerdos buenos que tenía de su vida. La cálida mirada de su madre, su
sonrisa confortadora, la vez que ella le zurró porque había arrojado
una bola de nieve en el rostro de un vecino suyo. Naylhena le tocó
diciendo,
–¿Ocurre algo? te he visto con una mirada vacía, como si estuvieras en
otro lugar.
–No, no. No pasa nada, solo recuerdos de mi vida pasada. Dijo Clayron,
luchando para no dejar una lágrima caer por sus mejillas. ¿Me puedes
llevar contigo a Naggrung?
–Por supuesto – Dijo Naylhena.
–Entonces mañana a las ocho nos encontramos aquí en la posada y voy
contigo, ¿vale?
–Tranquilo.
En el otro día Clayron y Naylhena marcharon hacia Alandaen, donde
embarcaron en el crucero de Naylhena y fueron a Naggrung.
Despues de 6 días en el mar, llegaron en Naggrung.
Clayron se despidió de Naylhena, y le pagó con monedas de plata que
cogía de los bandidos que mataba alrededor de Anduar, cuando estos le
intentaban asaltar.
La primera cosa que Clayron intentó hacer fue encontrar su madre, pero
supo de una mala noticia. Su madre intentó buscarlo por la isla cuando
llevaron Clayron, pero unos demonios de Seldar la habían atacado y
muerto. Entonces fue como si el mundo de Clayron desmoronara. Su único
tesoro, se lo habían quitado.
Clayron se volvió sombrío y no hablaba con muchas personas, solo aveces
con Naylhena y los mercenarios, que eran de su linaje y luchaban por
vivir.
Tras mucho explorar Naggrung, encontró Soujorn, un exiliado de Keel, que
le estaba dispuesto a enseñar el oficio de crear trampas a cambio de
algunas monedas y un poco de atención.
Clayron aprendió rápido el oficio de trampero. Su mente era rápida para
crearla y hacerlas, tenía recuerdos de raíces que en el pantano de Zulk, cuando
no andabas con ojo, se prendían en los pies . Clayron usó estos
recuerdos para que cuando pusiera trampas, estas quedarían tan ocultas
que sería casi imposible no caer en una de ellas.
Clayron agradeció a Soujorn por la ayuda y se fue de allí con el deseo
de explorar toda Eirea y vengar el sangre de su madre.Rol
Clayron es un semidrow un tanto taciturno, pues ha sufrido mucho en su
vida. Perdió al tesoro que más le importaba, su madre, quién le
ayudaba en su infancia, además de ser el unico recuerdo
bueno que tiene, y por eso quizá sea también un poco sombrío a veces,
pudiendo incluso ser un poco huraño. Odia con todas sus fuerzas a los
hombre-lagartos, pues esta raza fue la que le esclavizó, aunque tampoco
le gustan nada los seguidores de Seldar y sus aliados pues siempre
que piensa en ellos le vienen a su cabeza los malos recuerdos de un
clerigo de Seldar golpeándole y deciendo lo inferior que era. Odia también a
los seguidores de Eralie pues aunque predican la bondad y la ayuda a
todo lo que necesite, en su momento de gran dificultad no le ayudaron
por su ascendencia drow. Por esto, los íúnicos que puede llegar a tener
cierta amistad son los mercenarios, incluso llegando a hacer lazos de
confianza como fue con Naylhena.Objetivos
– Continuar siendo un buen trampero aprendiendo las lecciones de Soujorn lo que le permitirá emboscar a sus enemigos con mayor facilidad.
– Aunque nunca suplirá la carencia de su madre le gustaría formar parte de una familia de semidrows para sentirse amado.
– Hacer honor a su fama de asesino llevando siempre el mejor tridente posible.
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