Registros 1 y 2 cuenta kungoh, personajes

Registro 1 de Warwouw:
Ves una pequeña alimaña de pelaje anaranjado, y enormes ojos de color rubí. Las orejas largas y puntiagudas están muy
roídas, su alargado hocico no para de vibrar olisqueando el ambiente. Su cuerpo está demacrado posiblemente por la
desnutrición, se le marcan casi todos los huesos, y sus patitas parecen palos a punto de quebrar. Debe medir
alrededor de un metro cincuenta y pesar poco más de sesenta kilos.

Registro 1 de Tickqo:
Ves un varón gnoll que rondara el metro noventa de altura y posiblemente pese más de cien kilos, este ser no tiene ni
el más pequeño de los pelos en ninguna parte de él, su enorme y musculoso cuerpo palpita entre decenas de venas
azuladas, cuando miras su cara puedes ver sus grandes ojos del color del barro, una cicatriz sobresale de oreja a
oreja como si fuera hecha a propósito.

Registro 1 de Wiliw:
Un pequeño Halfling se alza ante ti, apenas supera el metro de altura. Cubierto de arriba a abajo por un blanco
pelaje que empieza corto en la cabeza y se va alargando a medida que desciende, hasta llegar a los cuidados pies
característicos de esta raza. Cuando miras sus entrecerrados ojos, apenas consigues ver su color, rojo como el rubí.

Registro 1 de Explidaum:
Observas la decrépita figura de un aciano humano. Los años han hecho mella en él, encorvando su espalda y ocultando
sus ojos con un velo grisáceo. Se perciben bajo este velo unos diminutos puntos avellanados, que reposan sobre una
nariz aguileña. Su cabello, corto y rizado, apenas es un maraña de canas de una tonalidad incluso brillante. Un
pequeño temblor agita sus manos, obligándole a cerrar los puños para controlarlo.

Registro 1 de Sultar:
Ves un pequeñísimo halfling de ojos tan diminutos como puntos y de un color verde intenso, el pelo de su cabeza es
muy rizado fino y más blanco que la nieve, su cuerpo es muy delgado y esta lleno de pelo grisáceo.

Registro 1 de Panhikj:
Ves un apuesto humano de gran envergadura, de grandes ojos plateados y pelo blanco como un pergamino, tiene una
complexión muy fornida y ni un pelo en su cara o pecho, en su cuello parece tener una cicatriz que baja por la
espalda hasta la mitad y sus piernas son grandes y duras como piedras.

Registro 1 de Shafi:
Ves a Shafi un orgo con el pelo corto verde y liso, medirá alrededor de dos metros del altura, Sus ojos completamente
blancos son fríos e inexpresivos, como si trajeran la muerte con ellos. Parece ser atlético pese a su tamaño y peso.

Registro 1 de Alkriwecame:
Ves una hembra hombre-lagarto de la ovada del pantano, de complexión atlética y escamosa, medirá alrededor del metro
setenta y posiblemente pesara casi cien kilos, tiene unos diminutos ojos de color verde claro, al ser un ser lleno de
escamas no tiene pelo en ninguna parte de su cuerpo, tiene una cola fina y larga que recuerda mas a la de una rata
gigante que a su especie, parece que maneja bien las armas y escudos con su mano derecha.

Registro 1 de Tremmerh:
Observas a este extraño orco, su cabeza tiene un aspecto algo… atípico, es de una redondez perfecta, coronada con
dos ojos rojizos enmarcados por unas cejas gruesas y desordenadas. Como no posee ningún rastro de cabello, sus
grandes orejas sobresalen de su cráneo como si de manubrios de algún extraño triciclo gnomo se tratase. Su fornida
figura junto con su trabajada musculatura no hacen más que aumentar la hilaridad de su aspecto en general, aunque
cualquier carcajada se cortaría bruscamente al fijarse en sus manos. Notas que sus nudillos están magullados
presentando pequeñas cicatrices y deformaciones de los huesos.

Registro 1 de Stollen:
Ante ti ves a un grotesco ser mitad humanoide mitad perro. Su cabello rojizo abarca la totalidad de su cuerpo sin
ocultar los trabajados músculos que asoman protuberantes. Sus manos se asemejan mas a garras que otra cosa y las
cicatrices se mezclan con los tatuajes que definen su lugar en su tribu. Es considerado enorme incluso entre sus
pares.

Registro 1 de Reoi:
Contemplas un humano de ojos marrones y grandes como platos de arcilla, su cabeza calva y redonda reluce al sol, de
piel clara tiene un cuerpo enclenque, parece que el viento lo vaya a romper en dos, medirá aproximadamente un metro
ochenta.

Registro 1 de Kalash:
Puedes ver ante ti a un halfling pequeño, delgado como un junco y bajito como un niño. Sus ojos azules te miran con
malevolencia desde las sombras, y sus lacios, finos y cortos cabellos níveos flotan alrededor de su rostro como
movidos por un viento espectral. Sus rasgos son angulosos, casi decrépitos. Su piel, pálida, prácticamente gris,
tiene el aspecto de nunca haber sentido la luz del sol sobre ella. Sus ojos, esos atentos ojos azules, están siempre
vigilantes en busca de peligros….. o, quizá, de alguna presa.

Registro 1 de Shrujhs:
Ves un Hombre-Lagarto de mas de dos metros de altura, cuando miras su cara ves unos ojos grandes y azules color cielo
y unos dientes muy afilados, tiene brazos y piernas enormes y su pecho esta lleno de cicatrices, al fijarte en sus
manos ves unas garras muy largas, por detrás asoma una cola larga y ancha que infunde miedo y respeto, parece
faltarle el dedo gordo de cada pie.

Registro 1 de Yrant:
Ves un humano de larga melena roja, sus ojos son como pequeñas perlas plateadas y su nariz es finita, tiene labios
prominentes y tatuajes de figuras oscuras, todas las figuras parecen estar en la misma postura. Puedes llegar a ver
marcadas sus costillas por su delgadez.

Registro 1 de Plataoplomo:
Ante ti tienes un ser rechoncho, calvo y muy bajito, de lejos podría pasar por una roca o pelota, al fijarte en su
cara ves unos pequeños ojos rojos como dos gotas de sangre, su nariz respingona rebota levemente cada vez que
respira, sin un solo pelo en toda su cabeza y cuerpo salvo por las cejas pobladas y sus grandes orejas que sobresalen
como si intentaran escapar de semejante individuo

Registro 1 de Trodur:
Ves un humano de aspecto serio, tiene un corte de pelo corto, casi rapado y el color es tan blanco como la plata, con
unos ojos grandes de color verde claro, una nariz pequeñita y unos labios finos, tiene un cuerpo musculado y unas
piernas y brazos anchos como troncos de árbol, medirá entre un metro ochenta y un metro noventa

Registro 1 de Sokoth:
Ves un varón de Hombre-Lagarto, alto de complexión enclenque y ágil, su cabeza es calva y sus ojos son grandes y
oscuros como la noche, está recubierto de escamas duras y gruesas, su fina cola está enroscada en la cintura.

Registro 1 de Brundil:
Contemplas la voluptuosa barriga de esta mujer enana. Sin apenas signos de feminidad en su cuerpo, podría pasar por
un enano más, ya que incluso goza de una buena cantidad de vello facial. Sus pequeños ojos marrones están salpicados
por un sinfín de pecas del mismo color. Su pelo no pasa del cuello y es del color de la más oscura de las sombras.
Sus extremidades son cortas, pero fuertes, capaces de aguantar un enorme peso sobre sus hombros. Sus manos, delicadas
y bien cuidadas, revelan que tal vez no haya participado en muchas batallas.

Registro 1 de Alasta:
Ves una joven humana bajita y de constitución ligera y frágil. Su rostro de piel pálida, poco habitual en las gentes
de Kattak, está enmarcada por una larga melena negra con reflejos de azabache que se derrama sobre sus estrechos
hombros y espalda. Sus ojos son pequeños, de un suave tono pardo que recuerda el manto boscoso que cubre los valles
de su tierra natal. Sobre su clavícula izquierda lleva una cicatriz o quemazón con forma de herradura, como si la
hubiesen marcado con un hierro al rojo vivo.

Registro 1 de Yhurggrut:
La descomunal silueta de Yhurggrut te impide ver qué se esconde tras sus espaldas. Se trata pues de un varón orgo de
un tamaño considerable, superando incluso el tamaño medio de los de su especie. Su musculatura es más que
perceptible, pues se podría distinguir cada uno de los músculos que componen esta mole. Su rostro, serio y pensativo,
se encuentra salpicado por dorados granos de arena. Su piel, de una tonalidad oscura, es recorrida por un enrevesado
mosaico de runas que parecen brillar con luz propia cuando el Sol incide sobre ellas. Mueve nerviosamente sus manos,
como si estuviera esperando el mínimo impulso para desenvainar sus armas.

Registro 1 de Keijde:
Ves un humano alto y de complexión atlética, sus pequeños ojos dorados parecen pepitas de oro, su calva reluce con
los rayos de sol y tiene una mata de pelo en el torso, en su mano derecha tiene un tatuaje de un caballo blanco que
parece salirse de la misma piel, lo notas calmado y seguro de si mismo en todo momento.

Registro 1 de Melun:
Ves un varón goblin de un metro y medio aproximadamente. Su corto pelo negro tiene rizos y sus en ojos medio cerrados
ves una total oscuridad, parece estar en forma y no tener ni un pelo en su pecho y extremidades.

Registro 1 de Kungoh:
Kungoh es un hombre algo entrado en años y muy delgado, aunque bastante alto. Tiene el pelo rojo, ondulado y con
algunas trenzas. Los ojos negros y entrecerrados ocultan una niñez algo turbia, ademas tiene tanto pelo por todo el
cuerpo que podria pasar por un animal.

Registro 1 de Xirtahs:
Xirtahs no es excepcionalmente corpulento pero su fibrosa y elegante figura realiza movimientos precisos, económicos
y fluidos. El rostro barbilampiño es anguloso y de facciones pétreas, con unos ojos pequeños y fugaces. El acerado
azul de los mismos salta rápidamente de un punto a otro examinando intensamente todo aquello que le rodea.

Registro 2 de Xirtahs:
Historia
Es curioso como unas simples e hipnóticas llamas pueden avivar los recuerdos más dispares y recónditos de ua mente
mortal. Yo mismo experimenté dicha situación hace poco tiempo.
Sentado en mitad del bosque de Ucho, en un pequeño claro entre la maleza, me encontraba acampado mirando embobado las
llamas de una hoguera que me cobijaba.
Una pequeña cazuela en la que se encontraba mi futura cena, colgaba de una improvisada estructura que se encontraba
entorno al fuego. El olor a especias que desprendía acompasado de un incesante burbujeo contribuía a lo narcótico del
bamboleo ígneo.
El olor traía recuerdos de mis tiempos jóvenes cuando el danzante Levrym decidió entrenarme.

«De brazos finos y enclenques, ¿eh?» – Dijo Levrym la primera vez, «No sé qué te deparará el futuro, pero sí sé que
será más duradera tu vida si te enseño ciertas pautas de combate. Además tengo una deuda con tu padre. «Añadió.

Los recuerdos de esas palabras se superponían con las primeras cicatrices en los entrenamientos, las palabras
disciplinadas, lo tedioso de intentar canalizar energías arcanas, el cansancio… aquello o era para mí.
El ritmo frenético de combate e los entrenamientos lo podía aguantar sin problema, pero el estudio mágico era
frustrante y no lograba ningún avance sin importar el esfuerzo o dedicación que le otorgara.
Esto no pasaba desapercibido para mi forzoso e impertérrito entrenador, el cual en vez de continuar martirizándome en
una vía de estudio que era ineficaz en mí, se centró en que me hiciera un maetro en el uso de las armas.
Recuerdo nítidamente el día, tras sucesivas jornadas por mi parte de regalarle a mi instructor varios sustos y
sobresaltos espantosos, que me puso en contacto con varias personalidades en el arte del subterfugio para potenciar
mis triquiñuelas innatas.

Aquella noche no cesaban mis remenbranzas sobre situaciones vividas, el burbujeo, de aquella cazuela se hizo más
fuerte mientras me transportaba a una batalla en las colinas de ostigurth años mas tarde de acabar mi entrenamiento.
El sonido hizo un visaje parecido al hervor de una sangre salida de un cuello que rebané, entre otros tantos. Que
sangrienta imagen aquella, la colina repleta de cuerpos desmenuzados y atravesados.
Un destacamento Dendrita completamente aniquilado por una cuadrilla de semi-elfos, entré los que me encontraba. No
fue suerte fue estrategia.
Cuando preparas una emboscada, lo haces a consciencia. Unos cuantos arqueros bien situados, algunos habilidosos
guerreros, trampas y que el enemigo pase por el sitio correcto ayuda infinitamente a la hora de aventajar una
batalla.

Un crepitante chasquido me saco de aquel recuerdo, haciéndome presente que estaba demasiado cerca de la hoguera en la
que se hervía mi cena. El calor que desprendía me trajo a la mente mi corta estancia en Kheleb-Dum. De cómo aquellos
enanos disfrutaban rel rugiente y descomunal fuego mientras tragaban litros y litros de cerveza.
Deliciosa aquella cerveza. Kraduin, mi anfitrión en aquella ciudad, se encargó personalmente de que lo constatara.
Una punzada recorrió mi nuca al recordar la resaca que vino después… Mejor olvidar aquello, fue todo un
espectáculo.

Al volver de mi maraña mental de recuerdos, constaté que mi cena estaba lista. Me propuse degustarla, vertiendo el
contenido de la cazuela en un cuenco previamente preparado junto al fuego. Agarré la cuchara y procedí a comer.
Que mala suerte tuve que, en un mal gesto, todo el contenido del cuenco se vertió sobre mi vestimenta. Del ansioso
salto que se sobrevino, debido a las quemaduras que me producía aquel guiso humeante, empujé mi mochila hacia el
fuego, quemando todas mis pertenencias y dinero…

Tabernero: ¿Toda esa historia es para decirme que no vas a pagar el hidromiel y el estofado?
Xirtahs: Mi querido tabernero, ha dado usted en el clavo.

Rol
Xirtahs es un semi-elfo al que le gusta pasar tiempo sentado sobre hogueras de tabernas o creadas por el mismo en
los bosques, le encanta pasar el tiempo hablando con los transeúntes
que deambulan por los caminos o paran en las posadas y plazas de las ciudades, y cuando ya ha descansado, sale a
cazar su comida o a sus enemigos.
Su fe en Eralie es muy fuerte y jamas duda de sus palabras, aunque no intentara llevarlas a los demás.
Desconfía y mira con malos ojos a los semi-drows y odia tener cerca de su vida a cualquiera de ellos.

Objetivos
-Conseguir ser un gran Trampero y Jornalero.

-Dar caza a sus enemigos de la forma más sucia y rastrera posible.

-Ser un maestro de armas exóticas.

Registro 1 de Shaegar:
Ves un humano corpulento y bien nutrido, de grandes extremidades trabajadas, medirá alrededor de un metro noventa y
debe pesar entre los setenta a cien kilogramos, sus ojos verdes relucen como esmeraldas al contacto con el sol, su
cabeza privada de cabello tiene un tatuaje del símbolo de eralie, al fijarte en su espalda observas marcas de finos y
precisos latigazos.

Registro 2 de Shaegar:
Historia
Shaegar era un adolescente que vivía en un pequeño pueblo llamado Nimbor. Desde que era niño, había soñado con
convertirse en un caballero y defender a los débiles y a los oprimidos.
Aunque sus padres eran campesinos, Shaegar sabía que su verdadera vocación era la de servir a los demás y luchar por
la justicia.

Cuando cumplió los catorce años, decidió que era el momento de empezar a entrenar para convertirse en caballero.
Comenzó a levantarse temprano todos los días para hacer ejercicio y a practicar con la espada y el escudo.
También comenzó a estudiar la historia y las leyes de la caballería, y a leer todos los libros que podía encontrar
sobre el tema.

A medida que se hacía mayor, Shaegar se hizo cada vez más fuerte y más hábil con la espada. También se convirtió en
un líder entre sus compañeros agrícolas y se hizo muy popular en su Nimbor.
Cuando cumplió los 18 años, decidió que era el momento de buscar un señor al que servir. Después de mucho buscar,
encontró a un caballero justo y honorable en un castillo cercano que estaba dispuesto a tomarlo como aprendiz.
Pero el caballero no podía tener un aprendiz que no fuera admitido en el castillo de los paladines de Poldarn, así
que lo colaba todos los días en el patio para que pudiera entrenar con el resto de aprendices.

Un par de semanas después se encontraron en el patio y se interesaron el uno por el otro para saber que tal estaban
yendo las cosas.

Shaegar: Hola Lord Whoner, ¿cómo estás hoy? ¿Has estado entrenando duro últimamente?.
Whoner: Sí, chico, he estado trabajando duro. Estoy tratando de mejorar mi técnica con la espada y mi fuerza física,
¿Y tú?.
Shaegar: También he estado entrenando mucho. Me he estado concentrando en mejorar mi defensa y en desarrollar más
resistencia.
Whoner: Sí, la defensa es muy importante. No quieres ser herido en el campo de batalla.
Shaegar: Exacto. Y la resistencia es crucial también. Una batalla puede durar mucho tiempo y necesitas tener la
energía para mantenerte en pie, ¿cierto?.
Whoner: Sí, tienes razón. ¿Qué más has estado aprendiendo para mejorar tu técnica?, espero que también estés leyendo
sobre Eralie.

Shaegar: He estado trabajando con un aprendiz de del castillo y he estado practicando en el patio de entrenamiento
todos los días. También he estado leyendo libros sobre tácticas de combate y leyendo pergaminos sobre las escrituras
de Eralie.
Whoner: Eso suena muy útil. Yo también he estado haciendo mucho eso últimamente. Creo que es fundamental siempre
estar aprendiendo y buscando maneras de mejorar tu cuerpo y mente.
Shaegar: Absolutamente. Nunca deberíamos dejar de tratar de mejorar nuestras habilidades y técnicas. Siempre hay algo
más que podemos aprender y algún modo de ser más efectivos en el campo de batalla.
Whoner: A este ritmo, pronto serás admitido en el castillo de Poldarn, cuando lo consigas yo te acogeré como mi
pupilo y empezara tu adiestramiento de adulto.
Shaegar: Eso suena muy bien, te lo agradezco mucho, espero que no demoren mucho en ver mi fe y mi potencial para
defender los valores que Eralie nos enseña.

Tres días después, Shaegar fue llamado al castillo para ser elegido como un nuevo hermano.
Shaegar decidió ir en busca de su destino y se puso en camino hacia el castillo de los paladines, donde pensaba que
podría encontrar su lugar en el mundo.

Cuando llegó, shaegar se presentó ante Lord Nardiel, un anciano sabio y respetado por todos.
El comandante escuchó atentamente la historia de Shaegar e impresionado por su valentía y determinación, decidió
admitirlo bajo las órdenes de Lord Whoner.

Su nuevo maestro le llevo a la capilla del castillo y le dijo al nuevo paladín como conseguir los poderes de Eralie.
Shaegar se arrodilló frente a su altar y cerró los ojos mientras rezaba fervientemente a su dios. Sabía que
necesitaba su ayuda y su guía en el campo de batalla que se avecinaba.
El paladín esperó en silencio, sintiendo la presencia de su dios allí con él. Después de unos momentos sintió un
suave calor en su pecho y supo que su oración había sido escuchada.
Con una sonrisa de gratitud, Shaegar se levantó y se preparó para su futuro. Sabía que con la ayuda Eralie, podría
derrotar a cualquier enemigo que se le presentara y proteger a su pueblo y a sus nuevos compañeros.

Desde entonces, Shaegar trabajó más y más duro para convertirse en un paladín a la altura y con el tiempo, su
dedicación y esfuerzo dieron sus frutos y Shaegar,
se convirtió en parte de gremio más honorable y justo jamás visto en Dalaensar.

Rol
Shaegar es una persona muy amigable y gentil, siempre sonríe a todo el mundo y los saluda como si fueran de su
propia familia, cuando ve mendigos suele desmontar de su montura
para darles limosna y algún pequeño bocado que pueda llevar encima, siempre defiende a los ciudadanos creyentes del
señor del bien, odia la gente mentirosa y que roba a otros
lo poco que tienen, Shaegar ama a los animales y la naturaleza por eso tiene especial aprecio hacia los ciudadanos
del Bosque de Thorin.

Objetivos
Conseguir aprender todo lo posible sobre defensa personal. (llegar a tener el máximo de maestrías posibles)
Ser uno con su dios y con su gente. (conseguir fe máxima y estatus máximo con poldarn)
Defender a los inocentes de los ataques de perturbados que creen en dioses destructores.
Curar enfermedades o maldiciones de personas o animales.