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    • ippa
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      Historia

      Era un día especial en la Torre negra, no diferente en cuanto asesinatos, violaciones, sobornos y un largo etcétera del día a día de Mor-Groddur, sino porque era la iniciación de los nuevos reclutas de la Horda. De este tema se encargaba Klavvi, un despiadado bárbaro gnoll, capaz de arrasar con escuadrones enemigos él solo sin dudar ni temer ni un ápice. Este sujeto trataba  de explicar con su escasa inteligencia y su nefasto don de palabra como eran las pautas del primer año como recluta de la Horda, también les daba una especie de paseo por la torre mostrando los rincones de la Torre y presentando a las grandes celebridades como pudiera ser el Tirano de Mor-Groddur o el que fue antaño el Asesino Negro.

      Cuando Klavvi vio su lista de reclutas, que al cumplir los dieciséis años no habían muerto ni habían sido devorador por los orcos o muertos por enfermedades de trasmisión sexual por ser violados, eran los aptos como nuevos integrantes de la Horda. Había cinco reclutas, 2 goblins y 3 gnolls, entre ellos se encontraba Oob, un flacucho goblin desnutrido, que había sobrevivido a la crueldad de la torre gracias a su don para esfumarse sin ser visto. También se encontraba Mazkrat, la mejor amiga de la infancia de Oob, y con unos grandes dotes arcanos, muy preciados en la Torre y gracias a ellos sigue viva, ya que las jóvenes son carne de violaciones.

      Tras varias horas de cultura explicada de forma paupérrima por el instructor bárbaro, se adentraron a la taberna a conocer al famoso Asesino Negro. Oob se quedó prácticamente petrificado al verle, era un simple goblin, pero su mirada arrastraba muerte, su rostro era frío y serio, pues las miles de muertes a sus espaldas arrebatan el alma a cualquiera. Era un ejemplo a seguir y para Oob fue su icono.

      Tras el paseo turístico por la Torre Negra se decidieron dos grupos. La finalidad de los grupos era instruir a los reclutas en campo abierto, una misión real bajo la supervisión de instructor. El grupo de Oob estaba formado por el mismo, junto a Mazkrat la discípula adivina y Nyerkj una bestia gnoll en el cuerpo a cuerpo. La misión era sencilla, asentarse al norte de Anduar para realizar una emboscada al primer sujeto despistado que pasase por allí y las indicaciones eran sencillas, Mazkrat usaba sus poderes para prever quien se acercaba, Nyerkj hacía de cebo y a la vez de muro y Oob salía de las sombras para degollar a la víctima. En el caso de que el plan se torciera, Klavvi estaría cerca para solucionar rápido el error.

      Tras varias horas acampando al norte de Anduar solo pasaban simples mercaderes y los bandidos y ladrones solo con ver a la bestia Nyerkj daban un rodeo. De pronto, sin esperarlo, los ojos de Mazkrat se tornaron en blanco: – ¡Cuidado! He visto algo pasar muy ráp… – No le dio tiempo a acabar la frase a la adivina. Cuando los compañeros se alertaron, el joven Nyerkj tenía una lanza de caballería atravesada en el corazón mientras era arrastrado con fuerza por la carga tan devastadora de aquel enemigo aún desconocido, el gnoll apenas sufrió. – ¡MIERDA! No me lo puedo creer, es Lurth – Exclamó Klavvi al ver como aquel humano ensartó al recluta. – ¡Rapido escorias, poneros detrás de mí! – Ordenó el instructor de manera agitada. Sin poder salir del estado de trance, la cabeza de la joven adivina explotó literalmente tras una terrible coz de aquella aberración llamada corcel. – ¡JODER! ¡Nos han delatado! Sabían perfectamente que estábamos aquí. ¡Retirada Oob! – Gritó Klavvi. Mientras Oob permanecía oculto viendo tal masacre en apenas unos segundos y Klavvi corría como podía hacia Mor-Groddur, pero el galope de Lurth era veloz y se preparaba para arrollar de forma despiadada al instructor, el paladín saboreaba otra muerte inevitable para Seldar, pero en el momento más inoportuno para Lurth, el joven Oob aparece de entre las sombras haciendo una perfecta zancadilla al corcel que hace que trastabille y pierda el equilibrio por completo, lanzando a Lurth por los aires quedando dolorido y con una astucia digna de un rastrero goblin degolló el caballo separándole la cabeza del cuerpo. – Así no podrá alcanzarnos, señor – Explico Oob.

      Gracias a dicha maniobra, instructor y recluta pudieron llegar con vida a la Torre y se dirigieron directamente a los aposentos del Tirano a contar lo sucedido. El Tirano nada más verlos, se puso en pie nervioso: ¿Qué ha pasado inútiles? – Pregunto. El instructor con la cabeza agachada intentó explicar sin mucho éxito el por qué del fracaso de una misión tan sencilla, en lo que el recluta se arrodilló ante su Tirano y levantó la mano pidiendo el favor de su señor para hablar. – ¿Tienes algo que decir, excremento de oruga? – Pregunto el Tirano. El recluta aun arrodillado, levantó la cabeza y se dispuso a explicar lo sucedido: – Nos delataron señor, cuando huíamos hacia la torre me fije en un mercader de tantos mercenarios que vimos pasar, que llevaba el sello de la inquisición, estaba disfrazado con los ropajes de los mercenarios, dieron aviso y por eso el ataque del paladín fue tan certero, no creo que hayamos fracasado en la misión. Si me permites decir que opino que han perdido ellos al no haber acabado con todos, porque aquí y ahora, delante de mi gran Tirano y de mi instructor, juro por Gurthang crear el terror en el corazón de todos ellos, ser la misma muerte encarnada en un goblin, crear el pánico en la sociedad y que los enemigos se encierren en sus fortalezas sabiendo que estoy buscándolos a todos y cada uno de ellos, que hablen de nuestra raza como aquella raza suprema, que no sean capaces de procrear por miedo a que mate a sus hijos. Lo juro por Gurthang y que la gloria de asesinar enemigos me bendiga.

      Rol

      Oob es un ser despiadado, las atrocidades que ha presenciado en Mor-Groddur le han convertido en un ser sin ningún tipo de empatía, lo ha transformado en un demonio, cruel y rastrero, siendo capaz de cualquier cosa por degollar y escuchar el grito ahogado en sangre, solo ahí sonríe. No se fía ni de los de su raza y es un individuo solitario, aunque busca una hembra con la que procrear. Es un gran cazador desde pequeño, por lo que usa sus trampas de caza para atrapar enemigos. Aprendió a navegar para buscar víctimas en todos los rincones y que no se puedan esconder de él. Tras su soledad se esconde el sentimiento de formar algún día una familia.

      Objetivos

      Ser el Caudillo de la Horda Negra.

      Formar una familia y poder procrear.

      Ser un experto en todas las armas posibles.

      Poseer un destructor.

      Escribir un libro de asesinatos.

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