Ante ti observas un varón semi-drow, de complexión fibrosa y de gran altura, dirías que las más ligera brisa podría partir uno de sus delgados brazos. Su rostro, de color negro como el carbón, es bastante asimétrico, unos labios carnosos contrastan con unos pómulos marcados por su delgadez, puedes ver también unos enormes ojos de color turquesa, coronados por unas pobladas cejas, y una nariz aguileña bastante marcada. Su pelo, de un color blanco níveo que hasta te deslumbra, cae por su espalda hasta la cintura, sin apenas ondulaciones. Fijándote detenidamente en los movimientos de sus manos, llenas de grietas y heridas, podría llevarte a pensar que es diestro.