[Rol] Galinzdra y Rhylzaer. Conociéndose. Parte I

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17:07

Galinzdra se encontraba paseando en una dura noche de guardia, por las oscuras y desiertas calles de Anduar. Cuando se cruzo con un encapuchado de tez oscura…

Comienzas a formular el hechizo ‘Luz’.
Pronuncias el cántico: ‘magius lios’
Señalas la Vara de Mordekainen que es rodeada por un campo de luz.

Galinzdra dice encantadoramente: Que la luz ilumine mi camino y aleje las sombras oscuras….

De repente, el encapuchado se descubre dejando su rostro al descubierto, es Rhylzaer!

Galinzdra da un pequeño respingo, recordando su ultimo encuentro con Rhylzaer.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Rhylzaer!… tu por aquí…

Rhylzaer exclama: ¡La encontré! ¡A mi la guardia! ¡A mi la guardia!

Galinzdra sin entender lo que pasa, mira a su alrededor.

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Como? ¿Que pasa?…

Rhylzaer pregunta: Sí, ¿acaso te sorprende encontrarme por aquí?

Galinzdra dice encantadoramente: No me sorprende… la verdad.

Rhylzaer pregunta: Quizás me esperabas….¿haciendo guardia en las puertas como bobo?

Galinzdra dice encantadoramente: Ambos somos Reclutas Nivrims, servimos y protegemos Anduar.

Rhylzaer exclama: ¡Aha! ¡Pero tu me hechizaste!

Galinzdra comienza a decir una disculpa…

Galinzdra dice encantadoramente: No … No se que quieres decir Rhylzaer.

Rhylzaer exclama: Mi propia camarada, ¡¿Como pudiste?!

Galinzdra asiente tristemente.

Galinzdra dice encantadoramente: Tienes razón Rhylzaer, lo reconozco.

Galinzdra dice encantadoramente: Sacaste a flote oscuros recuerdos que intento ahogar.

Rhylzaer se sorprende ante la rápida confesión de Galinzdra

Galinzdra dice encantadoramente: Y no pude seguir aguantando mantener la conversación contigo.

Galinzdra comienza a llorar profundamente.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Recurrí a mi saber arcano para acallar un compañero!

Galinzdra coloca sus muñecas a disposición de Rhylzaer.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Detenme! ¡No merezco ser una Nivrim!

Rhylzaer dice: ¡Vaya! No me esperaba esto…

Galinzdra sorbe un gran moco, entre sollozos.

Rhylzaer dice: Desconozco que penurias has pasado, para recurrir a la magia contra un compañero.

Rhylzaer dice: Pero, no mezclemos al gremio en esto..

Galinzdra dice encantadoramente: Si, tienes toda la razón, fue una salida fácil y traicionera.

Rhylzaer exclama: ¡Heriste mi orgullo y honor!

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Entonces no me vas a entregar al General?

Rhylzaer dice: No, no te preocupes por eso. Además, un inútil castigo físico no resarcirá tu ofensa

Rhylzaer exclama: ¡Escúchame bien! ¡Yo llegaré a ser el más poderoso mago de Eirea!

Galinzdra baja las muñecas, que hasta ese momento ofrecía a Rhylzaer.

Galinzdra dice encantadoramente: No lo dudo… compañero.

Rhylzaer exclama: ¡Y no toleraré ninguna humillación como esa!

Galinzdra dice encantadoramente: Te animo pues a seguir arduamente ese camino.

Rhylzaer retrocede un paso y adopta una posición ofensiva

Rhylzaer exclama: ¡TE RETO A UN DUELO MÁGICO!

Rhylzaer exclama: ¡EXIGO UN JUICIO POR COMBATE!

Galinzdra alza sus manos para taparse la boca.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Un duelo mágico!

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Acaso sabes lo que estas diciendo?

Rhylzaer exclama: ¡Aha! Así de paso, te demostrare como la magia pura puede superar cualquier ridícula especialización!

Galinzdra dice encantadoramente: Bien… si es lo que deseas….

Galinzdra dice encantadoramente: Te concedo la victoria, no voy a pelear con un compañero con el riesgo de herirle.

Rhylzaer hincha el pecho con orgullo, y desenvaina su poderosa Vara de Mordekainen.

Galinzdra dice encantadoramente: Por mi parte, le diré a todos que eres más poderoso que yo y que me has ganado.

Rhylzaer exclama: ¡No escaparas de esta con tus burdos engaños!

Galinzdra dice encantadoramente: No son engaños…

Rhylzaer exclama: ¡VAMOS! ¡Defiéndete!

Galinzdra observa preocupada la ira en los ojos de Rhylzaer.

Galinzdra dice encantadoramente: Rhylzaer… no voy a defenderme…

Sin pensarlo dos veces, Rhylzaer realiza un elegante y rápido movimiento con su bastón y lanza un poderoso rayo de energía a Galinzdra.

Galinzdra al ver la violenta acción de Rhylzaer, salta a un lado, quemándose parte de la túnica que viste.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Estas loco! ¡Casi me das!

Galinzdra conjura un hechizo ‘Escudo de energia’.

Galinzdra es rodeada y protegida por un escudo invisible.

Rhylzaer se ríe demoniacamente.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Vuelve a tus cabales! ¡No quiero herirte!

Rhylzaer pregunta: ¿Crees que podrás protegerte con ese «escudito»?

Rhylzaer empieza a formular un poderoso hechizo.

Galinzdra insufla todo su poder a su escudo protector.

Rhylzaer ejecuta los movimientos de hechizo «Desintegrar»

Galinzdra conjura rápidamente un hechizo montura, apareciendo una mula frente a ella.

Rhylzaer exclama: ¡Un deslumbrante haz de luz se genera en la habitación, cegando a todos los presentes!

La mula conjurada de Galinzdra explota cuando recibe el hechizo de Rhylzaer, quedando unicamente un rastro de polvo de cenizas.

Rhylzaer exclama: ¡MALDICIÓN!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡¡Rhylzaer!! ¡¡¡Tranquilízate!!!

Rhylzaer, cegado de ira, empieza a formular otro hechizo

Galinzdra comienza a formular otro hechizo.

Rhylzaer pronuncia el cántico «Aaaadava Kedav….» ¡Pero súbitamente se detiene!

Rhylzaer exclama: ¡¿En serio?!

Rhylzaer pregunta: ¿De verdad no te vas a defender?

Galinzdra detiene su formulación.

Rhylzaer rebufa indignado.

Galinzdra dice encantadoramente: Defenderme si, dañarte no, Rhylzaer…

Galinzdra dice encantadoramente: Como te dije, no voy a pelear contigo.

Rhylzaer dice: ¿Ves? Lo que decía…menuda pérdida de tiempo sois los especializados

Rhylzaer exclama: ¡Ni siquiera sabéis divertiros!

Galinzdra abre la boca, con la mandíbula desencajada.

Rhylzaer se ríe educadamente.

Galinzdra dice encantadoramente: ¿¿Divertirte?? ¡Serás sádico!

Galinzdra dice encantadoramente: Eso no es diversión, eso es salvajismo.

Galinzdra dice encantadoramente: Si me hubieras dado con el hechizo desintegrar… no se si mi escudo hubiera aguantado.

Rhylzaer se ríe como un pervertido.

Galinzdra mira los restos de ceniza y la rotura de su túnica.

Rhylzaer exclama: Bueeeno, ¡Ya será menos!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Y ahora quien me compra una túnica nueva!

Rhylzaer exclama: ¡Tampoco te hubiera matado!

Galinzdra comienza a encenderse… la vena de su frente se hincha poco a poco.

Rhylzaer exclama: Hace pocos días deposité una de Urlom en el baúl del gremio, puedes quedártela!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡¡¡¡Rhylzaer!!!! ¡Me las pagarás!

Rhylzaer se acerca a Galinzdra y la agarra, pasando su brazo por encima de sus hombros.

Rhylzaer exclama: Venga, mujer, no seas melodramática, te invito a un trago en la posada!

Rhylzaer exclama: Ahora ya sabes porque me llaman: ¿EL MAGO SALVAJE!

Rhylzaer se ríe como un pervertido.

Galinzdra y Rhylzaer continuaron un rato más esa noche discutiendo en la taberna. Mientras los vecinos de las casas circundantes que se habían asomado a sus ventanas, durante el desdichado espectáculo, tuvieron comidilla para los cuchicheos para varios días.

17:32

 

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17:15
Galinzdra se encuentran disfrutando de un trago en la Taberna del Dragón Verde, cuando una silueta conocida entra por la puerta.

Rhylzaer entra en la habitación, echa un vistazo por la sala, y de repente una amplía sonrisa se dibuja en su rostro al ver a Galinzdra.

Galinzdra sonríe cálidamente.

Rhylzaer exclama: Galinzdra, mi encantadora compañera!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Amigo Rhylzaer! ¿Que tal por aquí?

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Has venido a torturar a algún otro compañero arcano?

[Emoción] Rhylzaer guiña un ojo a Galinzdra con picarda.

Rhylzaer se ríe sadicamente.

Rhylzaer exclama: ¡Todavía no me lo perdonas eh!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Nunca!

Galinzdra se ríe graciosamente.

Rhylzaer exclama: Nooo, ¡Hoy estoy de muy buen humor!

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Y eso? Cuéntame mientras tomamos algo…

Galinzdra hace una señal al camarero para que le sirva un trago a Rhylzaer.

Rhylzaer exclama: Justo llego de «La Roca», la Torre mágica de Ostiguth, ¡donde acabo de aprender unos excelentes nuevos hechizos!

Galinzdra asiente con una gran sonrisa.

Rhylzaer comienza a formular un hechizo.

Rhylzaer pronuncia el cántico: ‘arc magi lucese’

Una pequeña esfera de luz roja sale de la mano izquierda de Rhylzaer mientras sujeta su brazo por el codo con la derecha. Luego surge una esfera verde y ambas empiezan a girar a su alrededor iluminando tenuemente la zona.

Rhylzaer exclama: ¡TACHAN!

Rhylzaer se ríe.

Galinzdra dice encantadoramente: Recuerdo mis inicios, cuando todos los hechizos de ‘la Roca’ eran fascinantes.

Galinzdra dice encantadoramente: ….

Galinzdra dice encantadoramente: ¡No me vuelvas a tomar el pelo!

Rhylzaer exclama: ¡Mi poder no tiene parangón!

Galinzdra dice encantadoramente: ¿O es que tu magia salvaje solo te da para eso?

Rhylzaer se descojona de ti hasta que se le saltan las lágrimas.

Galinzdra se ríe descaradamente.

Rhylzaer exclama: ¡Venga, no seas malvada!

Rhylzaer dice: Sí, que bonitos recuerdos de nuestros inicios…

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Si es que tienes cada cosa!

Rhylzaer dice: Todos hemos pasado por esa Torre eh

Rhylzaer dice: Con su anticuada biblioteca..

Galinzdra dice encantadoramente: Si, los inicios siempre son únicos. ‘La Roca’ se veía tan imponente, y el ir y venir de los aprendices y maestros…

Rhylzaer suspira melancólico.

Rhylzaer dice: Pero no creo que vuelva a ir, ya no tiene nada nuevo que ofrecerme.

Galinzdra dice encantadoramente: Yo después me dirigí a la Torre de la Ilusión, en Ak’non…

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Has pasado por allí?

Rhylzaer dice: ¿Torre de la ilusión? Pues no, nunca escuché de ella, cuéntame más..

Rhylzaer pide una cerveza, y se sienta en la mesa, lleno de interés.

Galinzdra dice encantadoramente: Es una torre arcana en lo alto del volcán, donde se especializan en hechizos arcanos de Ilusión.

Galinzdra dice encantadoramente: No paras de ver Gnomos ir y venir, y aunque hay magos de todos los bandos, el ambiente es bastante cordial.

Rhylzaer exclama: Y…supongo, ¿Serán todos bastante…»especialitos», no? ¡Así, como tu!

Galinzdra dice encantadoramente: Eso si, la atmósfera es encantadora, una vez entras, el suelo es el techo, y lo que antes creías cercano de repente lo ves a kilómetros.

Rhylzaer se ríe con sorna.

Galinzdra guiña un ojo a Rhylzaer.

Rhylzaer dice: ‘Woo’ de placer.

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Especializa como yo? ¿Chiquillo, yo soy única!

Rhylzaer exclama: ¡Vaya! ¡Pues suena interesante!

Rhylzaer se ríe.

Rhylzaer exclama: ¡No lo dudo!

Galinzdra se ríe con alevosía, mientras encarga otro vino al camarero con la mano.

Rhylzaer dice: ¡Pues tomo nota, tomo nota! Tendré que pasarme a visitarla

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Y tu, donde fuiste después de ‘La Roca’?

Rhylzaer dice: La otra Torre que yo he visitado, no era tan….alegre..

Galinzdra da un intenso sorbo, mientras mira a Rhylzaer por encima del vaso.

Rhylzaer hace una larga pausa para resultar más misterioso e interesante, y de repente dice lleno de orgullo: Fui a la Torre de Necromancia, situada en el antiguo castillo de Agnur, ¡Ahora conquistado por los demonios de Seldar!

Galinzdra aplaude ante la teatralidad de Rhylzaer.

Rhylzaer exclama: Un lugar frío, oscuro, lúgubre….¡Pero también lleno de poder y sabiduría!

Galinzdra dice encantadoramente: Vamos, ¿Que te sentías como en casa,no?

Galinzdra se ríe de su broma.

Rhylzaer se ríe demoniacamente.

Rhylzaer exclama: ¡Pues no lo voy a negar! ¡Me encontré muy agusto!

Galinzdra dice encantadoramente: Pues nunca he estado en esa torre… ¿que tal el ambiente con otros hechiceros?

Rhylzaer exclama: Además, nadie se quejaba si desintegraba algún que otro demoncillo en mis ratos de frustración cuando no lograba formular correctamente los hechizos aprendidos!

Galinzdra dice encantadoramente: Seguro que ese pequeño demonio no había sido conjurado para defender su vida.

Galinzdra recuerda a su humilde mula.

Galinzdra da un profundo trago.

Rhylzaer se ríe, al recordar aquel bonito recuerdo, y da unas palmaditas a Galinzdra

Rhylzaer dice: ¿El ambiente?…Pues igual que el castillo, frío, lúgubre y oscuro

Rhylzaer exclama: Eso esta lleno de Nigromantes, van todos a su bola, y sólo se relacionan con sus esqueletos y apestosos zombies!

Rhylzaer dice: ‘Woo’ de placer.

Galinzdra hace un signo de repugnancia.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Odio a los zombi! ¡Son asquerosos!

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Sabes que sería genial? Tener una torre propia… ¿Te suena
el Archimago Exodus?

Rhylzaer exclama: Algo he escuchado, algo que llamó mi atención, ¡Pues hablaban de un inmenso poder!

Rhylzaer exclama: ¿Que sabes de esa torre? ¡Cuenta, cuenta!

Galinzdra dice encantadoramente: Si, dicen o rumorean, que en los días claros, se ve una torre mágica deambular por el reino de los orcos.

Galinzdra dice encantadoramente: Esa torre, pertenece a Exodus. Poco se sabe de el y los que lo han visto no dan muchas explicaciones.

Rhylzaer se acaba los últimos sorbos de su cerveza, y llena su jarra del vino de Galinzdra, escuchando con suma atención.

Galinzdra acerca su vaso a Rhylzaer para que se lo llene también.

Rhylzaer llena ambos vasos, mientras anima a Galinzdra a seguir.

Rhylzaer exclama: Y bien, algo me dice que sabes algo más, ¡suéltalo!

Galinzdra dice encantadoramente: Pues se dice, o rumorea, que en esa torre hay engendros animados. ¡Seguramente uso magia de mi escuela!

Rhylzaer dice: ‘bah’.

Rhylzaer pregunta: ¿Ya empezamos?

Galinzdra dice encantadoramente: Y… estoy intentando descubrir toda la información que pueda, ¡porque anhelo esos hechizos!

Galinzdra dice encantadoramente: No hay solo hechizos de encantamiento, hay infinidad de objetos y otros hechizos de poder.

Rhylzaer piensa con cuidado para no hacerse daño.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Seguro que tu también estas interesado en algo!

Rhylzaer exclama: Por supuesto, ¡En averiguar como ese tal Éxodus se hizo su propia torre!

Galinzdra se ríe complaciente.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡En eso también estoy interesada!

Galinzdra dice encantadoramente: No obstante… se debe de requerir infinidad de dinero….

Rhylzaer exclama: Para crear la más poderosa torre….¡LA DE LA MAGIA SALVAJE!

Rhylzaer exclama: ¡¡MUAHAHAHAHAHA!!

Galinzdra aplaude la teatralidad de Rhylzaer.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡O LA TORRE MAS CUQUI-ENCANTADORA!!!

Galinzdra sueña despierta.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Habrá infinidad de objetos animados, que limpien, recojan y arreglen los destrozos!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Muñecos de entrenamiento, que se moverán para practicar los hechizos en movimiento!

Rhylzaer pregunta: Y…¿estará llena de magitas sexys como tu?

Rhylzaer se ríe como un pervertido.

Galinzdra se sonroja.

Galinzdra dice encantadoramente: Solo habrá una maguita sexy.

Galinzdra enseña su hombro derecho.

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pero no se dejará entrar a hombres!

Galinzdra se ríe salvajemente.

Rhylzaer disimula la babilla que le cae y cambia rápido de tema.

Rhylzaer exclama: ¡Nada, nada! ¡Mi torre sería mucho mejor!

Galinzdra dice encantadoramente: ¡Cuéntame más! Como seria tu torre ideal

Rhylzaer exclama: Una inmensa torre que llegara hasta el cielo, ¡Rodeada por visibles corrientes de Éter! No, no, ¡UNA TORRE FLOTANTE! Que surgiera de una densa nube de un Cumulonimbus!

Galinzdra asiente varias veces ante la explicación de Rhylzaer.

Rhylzaer exclama: Y en ella habría bibliotecas mágicas, ¡bibliotecas infinitas! ¡¡Dónde uno podría aprender tooodos los hechizos del mundo!!

Galinzdra dice encantadoramente: ¿Y habría también semi-drow guapos como tu?

Rhylzaer se sonroja.

Rhylzaer exclama: Por supuesto, estaría yo, ¡En la cumbre! ¡Dominando toda la magia de Eirea!

Rhylzaer exclama: Y….sí, se admitirían maguitas!

Galinzdra dice encantadoramente: Entonces yo no iré a esa torre, ¡si son como tu, serán todos feisimos!

Galinzdra le saca la lengua a Rhylzaer, mientras se levanta de la mesa de un salto y sale pitando, dejando al semi-drow con la palabra en la boca, y sueños en su cabeza.

18:05