Inicio Foros Historias y gestas [Rol] Galinzdra y Seldrion. Iniciando a los reclutas Nivrim.

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      10:10

      Galinzdra tiene muchas responsabilidades en su nuevo cargo de Sargento de la Guardia de Anduar. Entre ellas, debe recibir a los novatos e iniciarlos en las artes arcanas que más se usan en el gremio.

      Galinzdra saluda marcialmente a los recién llegados.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Novatos! Presenten y digan su nombre, origen y especialidad.

      Seldrion pregunta: ¿Especialidad?

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Si! Especialidad arcana si os habéis decantado por una.

      Galinzdra dice encantadoramente: Conociendo eso, os asignaremos un tutor dentro de la Guardia de Anduar para que os enseñe correctamente el uso de los hechizos.

      Seldrion da un paso al frente.

      Seldrion dice: Señor mi nombre es Seldrion, y nadie me habló que teníamos que ser especialistas en ninguna escuela.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Recluta Seldrion! Acaso me ha visto usted barba… Para usted soy ¡SEÑORITA!

      Seldrion dirige una nerviosa mirada a la sargento.

      Seldrion dice: Si… señorita, disculpe.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Bien! Y respecto a su duda…

      Galinzdra dice encantadoramente: En el mundo de la magia, especializarse otorga grandes dones.

      Galinzdra formula un hechizo de ‘Dominar persona’ sobre Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: Seldrion, te ordeno que bailes.

      Seldrion se pone a bailar incomprensiblemente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Seldrion te ordeno que te tumbes en el suelo.

      Seldrion obedece, y se tumba en el suelo.

      Galinzdra pone un pie sobre Seldrion, clavando levemente su afilado tacón del Botín.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Reclutas! He podido dominar y controlar a Seldrion gracias ala escuela de Encantamiento.

      Galinzdra dice encantadoramente: Este hechizo se llama ‘Dominar persona’ y solo lo logran controlar los grandes Archimagos de la escuela de encantamiento.

      Galinzdra formula ‘Disipar magia’ sobre Seldrion.

      Seldrion se levanta a duras penas del suelo, y, cabizbajo vuelve a la fila.

      Galinzdra dice encantadoramente: Otros grandes Archimagos de distintas escuelas tienen otros dones…

      Galinzdra dice encantadoramente: Por ejemplo, los Transmutadores son capaces de transportar su cuerpo y el de sus compañeros a cualquier lugar de Eirea que hayan visitado antes.

      Seldrion asiente seriamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Los Evocadores son capaces de lanzar poderosos hechizos destructivos.

      Galinzdra dice encantadoramente: Los Abjuradores pueden crear un escudo de muchas capas de energía, imposibles de atravesar.

      Galinzdra dice encantadoramente: Aun así, los que no sueñen con la especialización, también tenemos huecos para ellos en las filas.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Recluta Seldrion!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Ha pensado usted que especialización desea?

      Seldrion dice: No, señora.

      Seldrion dice: Algo dentro de mí no se decide, me encuentro cómodo manipulando el éter a mi antojo.

      Seldrion dice: Y no atarme a una escuela especializada… pero nunca tuve shalafis ni instructores arcanos.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pues aquí se le asignara un shalafi que le instruirá debidamente!

      Seldrion dice: Lo que se es porque fluye dentro de mi, y no soy capaz de controlarlo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien. Le contaré más sobre la magia.

      Galinzdra dice encantadoramente: Para aquellos… indecisos… como usted, existe otro camino.

      Galinzdra dice encantadoramente: El camino de la magia salvaje, como usted lo expresa, es un camino muy peligroso.

      Seldrion mira entusiasmado a Galinzdra.

      Galinzdra dice encantadoramente: Un buen amigo mio, recluta también de este noble gremio, también sentía la magia en su interior como usted.

      Seldrion exclama: ¡Aha!

      Galinzdra dice encantadoramente: Pero equivocadamente, en vez de usar el camino de la perseverancia y el entrenamiento duro.

      Galinzdra dice encantadoramente: Descubrió el rápido camino del Èter cristalizado.

      Galinzdra se seca una lagrima que cae sobre su mejilla sin que nadie se de cuenta.

      Seldrion exclama: ¿Éter cristalizado!

      Seldrion dice: Nunca escuché hablar de tal artefacto.

      Galinzdra saca de su petate un Fragmento de Éter cristalizado, y lo muestra a los reclutas.

      Seldrion mira el luminoso cristal y su pulso se acelera casi hasta el punto de perder la consciencia.

      Galinzdra dice encantadoramente: En determinadas circunstancias, como son hechos apocalípticos, conjunciones lunares, portales abiertos a otros mundos, se solidifican las corrientes etéreas que recorren Eirea, dando lugar a la aparición de Cristales de Éter.

      Galinzdra dice encantadoramente: Como comprenderéis… tales acontecimientos son tan esporádicos, que es muy muy difícil encontrar un Cristal de Éter al natural.

      Seldrion parpadea incrédulo.

      Galinzdra golpea con su vara a Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Aparta esas manos!

      Seldrion dice: Disculpe.

      Galinzdra dice encantadoramente: Esto que os enseño, no es un Cristal de Éter natural.

      Galinzdra dice encantadoramente: Es un fragmento de Éter cristalizado, creado en laboratorio, según los estudios que los grandes arcanos hicieron sobre los Cristales de Éter.

      Galinzdra observa fijamente a Seldrion.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Tiene algún problema, recluta?

      Seldrion dice: Me encuentro un poco mareado.

      Seldrion dice: La falta de comida, supongo.

      Seldrion dice: Creo que llevo varios días sin probar bocado.

      Galinzdra dice encantadoramente: No es por falta de alimento, es por sus ansias de poder. ¡Contrólese recluta!

      Seldrion piensa en las palabras de Galinzdra.

      Galinzdra dice encantadoramente: Se está dejando llevar por su conexión al Éter y a este fragmento.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Se acuerda del compañero recluta que le hable antes?

      Seldrion dice: Si.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Quiere saber donde esta ese amigo mio hoy día?

      Seldrion dice: Si, dígame.

      Galinzdra continua con un nudo en la garganta.

      Galinzdra dice encantadoramente: Mi preciado amigo, siendo un joven recluta como usted… un inexperto… con la arrogancia de la juventud.

      Galinzdra dice encantadoramente: Hurto a un Guardia Arcano un fragmento de Éter para fortalecer sus hechizos.

      Seldrion asiente lentamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: En su intento por usarlo, quebró el cristal con su ansias, liberando un torrente de Éter que no pudo controlar.

      Seldrion exclama: ¡Vaya!

      Seldrion dice: Ese cristal no es cualquier cosa.

      Galinzdra dice encantadoramente: Este torrente lo consumió completamente, dejando unicamente restos de polvo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ni siquiera un trozo de carne que su familia pudiera identificar y enterrar decentemente.

      Seldrion dice: Entiendo…

      Galinzdra dice encantadoramente: El camino que elija, definirá su futuro. Si escoge la Magia Salvaje, tenemos tutores que le pueden instruir… pero siga mi consejo.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: Aléjese de los Fragmentos de Éter cristalizado hasta que su instructor le de permiso. El sabrá si es capaz de soportar las energías y controlarlas.

      Seldrion dice: Así será.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Eso es todo, Reclutas! Recojan sus petates y diríjanse a sus literas. Quiero las camas hechas sin una sola arruga. ¡Más tarde pasare revista!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Rompan filas!

      Seldrion se queda pensativo tras las palabras de Galinzdra.

      Galinzdra se giro y se marcho de la zona de instrucción, cuando nadie la vio, ríos de lagrimas cayeron de sus ojos recordando a su viejo amigo.

      10:42

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      11:35

      Galinzdra se encontraba realizando gestiones rutinarias acorde a su puesto de trabajo, cuando el nuevo recluta Seldrion aparece bajo el arco de la entrada.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Recluta Seldrion! Adelante… no es necesario que sujete el marco de la puerta. Pase y dígame que desea.

      Seldrion avanza con pasos firmes y lentos.

      Seldrion dice: Saludos.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien, así me gustan los reclutas, educados. Saludos Seldrion.

      Seldrion dice: Después de la charla de esta mañana, me ha dado mucho que pensar.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ese era el objetivo de la charla… ayuda a reducir los tiempos de indecisión. Debemos formaros cuanto antes pues hace falta personal en las calles.

      Seldrion dice: Que me trataran como a un igual, ya es algo que me descoloca, mi infancia fue dura, por mi … aspecto.

      Seldrion dice: Mis grises orejas puntiagudas siempre fueron un objeto que señalar.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno, por si acaso, me disculpo por haberle dominado y obligado a hacer aquello. Era una forma rápida de mostrar al resto de reclutas los beneficios de especializarse.

      Seldrion dice: Y bueno, llegué aquí queriendo prosperar con la magia, pero nunca me planteé el tener que especializarme en alguna escuela y dejar atrás otras posibilidades.

      Galinzdra dice encantadoramente: Y me lamento por el trato que otras personas le hayan dado por sus características raciales.

      Seldrion se encoge de hombros.

      Galinzdra dice encantadoramente: Como te instruí en su momento, elegir el camino de la magia salvaje es tan loable como especializarse.

      Seldrion dice: Y la verdad, es que no quiero que la magia me domine, y me haga perder la cabeza.

      Seldrion dice: No es la primera historia que escucho similar.

      Galinzdra asiente orgullosa al ver que su discurso influyo en Seldrion.

      Seldrion dice: Y es por eso que quiero dominar el éter y la magia, y no al contrario.

      Seldrion dice: Pero como mas agusto me siento es siendo un alma libre sin ataduras a una escuela mágica.

      Galinzdra dice encantadoramente: Me parece una decisión muy lógica y loable.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si eso es lo que sientes, y tienes claro tu camino.

      Galinzdra dice encantadoramente: Te asignare un tutor acorde a tus habilidades… ¿te parece bien?

      Seldrion exclama: ¡Estupendo!

      Seldrion dice: Un tutor…

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien… dame un momento.

      Galinzdra formula un hechizo de encantar con animación sobre una pluma y un papel.

      Seldrion se seca algunas lágrimas de su mejilla.

      Galinzdra dice encantadoramente: Pluma, te ordeno que escribas lo siguiente…

      Galinzdra dice encantadoramente: Querido Rhylzaer, tenemos un joven arcano muy prometedor en la Guardia Nivrim.

      Galinzdra dice encantadoramente: Como tu sargento, te ordeno que le instruyas en la magia salvaje, y que lo vigiles y controles severamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Conozco bien tu poder por nuestras aventuras y espero que logres exprimir el máximo potencial de Seldrion.

      Seldrion mira atentamente a Galinzdra.

      Galinzdra dice encantadoramente: Con esta carta, que acompañara al sujeto, te lo entrego para que comience su entrenamiento.

      Galinzdra dice encantadoramente: Carta, te ordeno que te dobles y te entregues a Seldrion.

      Galinzdra finaliza el hechizo de encantamiento sobre los objetos inanimados.

      Galinzdra dice encantadoramente: Seldrion, deberás localizar a Rhylzaer, el será tu shalafi e instructor en la Guardia Nivrim.

      Seldrion recoge la carta, y la alza al cielo antes de guardarla entre sus sucias vestimentas.

      Seldrion exclama: ¡Si, señora!

      Galinzdra dice encantadoramente: Entrégale esta carta y no te dejes vences por sus toscas maneras. A veces es rudo, pero tiene buen corazón.

      Seldrion asiente lentamente.

      Galinzdra saca una bolsa de dinero del primer cajón de su escritorio.

      Galinzdra dice encantadoramente: Antes, pasa por el intendente y compra un uniforme acorde a tus cualidades. Esa ropa que llevas esta demasiado andrajosa.

      Galinzdra lanza la bolsa a las manos de Seldrion

      Seldrion mira incrédulo la bolsa de monedas.

      Seldrion le devuelve una enorme sonrisa a Galinzdra.

      Seldrion dice: Una cosa…

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Sí?

      Seldrion pregunta: ¿Donde debería buscar a Rhy..rhyl..rhylzarr?

      Galinzdra dice encantadoramente: Rhylzaer. Es una buena pregunta, pues es un culo inquieto.

      Seldrion se encoge de hombros.

      Galinzdra dice encantadoramente: No obstante todos tenemos responsabilidades en la Guardia Nivrim. Pasa de vez en cuando por la entrada del gremio, y revisa los que han fichado entrada en el servicio.

      Galinzdra dice encantadoramente: Cuando veas su nombre, sabrás que está por Anduar en sus funciones.

      Seldrion dice: Entendido.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Y otra cosa Seldrion!

      Seldrion pregunta: Mientras tanto…¿Puedo ayudar con alguna labor?

      Galinzdra dice encantadoramente: Muchos comerciantes y nobles de la ciudad intentarán amedrentar tu autoridad. Comienza a forjar la suficiente autoestima para defenderte y saber poner a cada cual en su lugar.

      Galinzdra dice encantadoramente: Se que has pasado una vida dura, pero en la Guardia de Anduar no se permiten pusilánimes.

      Seldrion sonríe a la par que sus ojos arden en deseos de hacer sentir orgullosa a Galinzdra.

      Seldrion dice: No lo dudes, que así será.

      Galinzdra guiña un ojo a Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: Sino quieres nada más, por favor, cierra la puerta al salir.

      Seldrion dice: Hasta la próxima, gracias por atenderme.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Mi puerta siempre esta abierta para nuevos reclutas!

      Seldrion dice: Gracias, gracias.

      Galinzdra continuo con sus tareas burocráticas, feliz porque había ayudado a un nuevo recluta y esperaba forjar un gran mago de ese tímido semi-drow. Por otro lado, Seldrion salio del despacho anhelando conocer a Rhylzaer y esperando que fuera tan cálido y encantador como Galinzdra… no sabe donde con quien estaba apunto de comenzar su instrucción.

      12:00

      Cualquier forma es correcta para llegar al conocimiento.

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      10:14

      Galinzdra pasea por el Gremio Nivrim, cuando escucha ruido en la sala de entrenamiento. Al asomarse por la puerta, observa que el recluta Seldrion está entrenando duramente con el Muñeco de entrenamiento.

      Seldrion dice en dendrita: Arrrrgghhh

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Maldito seas muñeco!

      Seldrion golpea enfurecido al muñeco de entrenamiento con su bastón.

      Galinzdra se queda pendiente, apoyada sobre el marco de la puerta, observando los movimientos del recluta.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Porqué no quiere salir?

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Se puede saber que intentas, recluta?

      Seldrion respira profunda y pausadamente.

      Seldrion dice en dendrita: Ah, hola Galinzdra.

      Galinzdra saluda condescendientemente a Seldrion.

      Seldrion dice en dendrita: No te lo vas a creer, pero hace un rato calcine dos de los muñecos con una bola de fuego.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Y sabes qué?

      Seldrion dice en dendrita: No soy capaz de repetirlo…

      Galinzdra dice encantadoramente: Pues déjame decirte, recluta, que el poder sin control no sirve de nada.

      Galinzdra dice encantadoramente: Por mucho que una ves hayas calcinado dos muñecos, cosa que tampoco esta bien…

      Galinzdra dice encantadoramente: Necesitas ser capaz de lanzar tus hechizos en los peores momentos.

      Galinzdra dice encantadoramente: A ver, déjame ver, que haces a la hora de lanzar el hechizo.

      Seldrion dice en dendrita: Pues…

      Seldrion dice en dendrita: Pongo así los pies.

      Seldrion dice en dendrita: Y así las manos…

      Galinzdra dice encantadoramente: No los habrás tanto, a la anchura de tus hombros.

      Seldrion dice en dendrita: Y si me mosqueo mucho sale solo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Las manos están bien…

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Ese es el problema!

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Cual?

      Galinzdra dice encantadoramente: No puedes lanzar un hechizo desde la ira.

      Galinzdra dice encantadoramente: Debes dominar el Éter y cogerlo, moldearlo y lanzarlo a tu antojo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Acaso cuando un demonio de tres metros y medio de altura, este frente a ti, estarás furioso… ¿o aterrado?

      Seldrion dice en dendrita: Entiendo…

      Galinzdra dice encantadoramente: Mira, imitame.

      Seldrion presta atención a cada pestañeo de Galinzdra.

      Galinzdra coloca sus piernas con una abertura similar a sus hombros.

      10:21 +7

      ———-Hemos tenido que parar por cuestiones de trabajo de Seldrion, y seguimos al rato.————

      11:00

      Galinzdra coloca sus piernas con una abertura similar a sus hombros.

      Seldrion imita los gestos de Galinzdra.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Y ahora?

      Galinzdra sujeta su vara con su mano derecha, horizontalmente, sobre el grimorio que sostiene con su mano izquierda.

      Seldrion coloca sus manos como las de Galinzdra.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Sientes la conexión entre arma y grimorio? Sus encantamientos susurrando un ulular cuando sienten el Éter que vas a influirles.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ahora imagina una pequeña llama de fuego.

      Galinzdra dice encantadoramente: No un gran incendio, solo una pequeña llama.

      Seldrion cierra sus ojos, se concentra y una placentera y calida luz le envuelve por unos instantes.

      Galinzdra dice encantadoramente: Rodea la llama con tu poder mágico, siente como las corrientes etéreas sirven de combustible, avivando esa pequeña llama hasta convertirla en una bola de fuego.

      Seldrion mueve lentamente sus manos, y de estas surgen una bola de fuego de un tamaño considerable.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Ahora! Lánzala contra tus enemigos, no pierdas de vista el lugar donde deseas que la bola de fuego impacte.

      Seldrion hace una mueca de orgullo y satisfacción en su cara, y tras abrir un instante sus ojos, lanza la bola incandescente sobre los muñecos de entrenamiento.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Perfecto!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿A que no has sentido ira? Sino que has lanzado el hechizo desde una profunda calma.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Sí!

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Lo he conseguido!

      Seldrion dice en dendrita: Gracias.

      Galinzdra conjura una ‘Flecha de agua’ que golpea el muñeco apagando las llamas.

      Seldrion dice en dendrita: Y… eh… mira como quedaron los muñecos, ahora son cenizas.

      Galinzdra dice encantadoramente: Pues domina el lanzamiento de hechizos desde la calma, sin fallar ni una vez, y luego podrás utilizar tu ira para fortalecerlos.

      Seldrion dice en dendrita: Entiendo…

      Galinzdra dice encantadoramente: Con reclutas como tu no daremos a basto con los muñecos de entrenamiento.

      Seldrion dice en dendrita: Aprendí otra cosa.

      Seldrion dice en dendrita: Es mucho mas sencilla, mira.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Sí? Sorprendeme.

      Seldrion abre la palma de su mano y pone todos sus dedos mirando al cielo.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Preparado?

      Galinzdra asiente curiosa por la próxima acción del mago.

      Seldrion chasquea su dedo corazón con su pulgar, y de repente surgen de cada dedos unas pequeñas llamas fatuas que destellean intensos y diferentes colores.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Ves?

      Galinzdra sonríe condescendientemente.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Como fuegos artificiales!

      Galinzdra dice encantadoramente: Un cantrip… el hechizo más sencillo, pero eficaz.

      Seldrion dice en dendrita: Pero en mi mano.

      Seldrion se ríe descontroladamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: A más de un mago le ha salvado la vida, cuando ya no les quedaban recursos, lo han usado como distracción.

      Seldrion pregunta en dendrita: Eh, ¿qué te esperabas?

      Seldrion dice en dendrita: Jajajajaja.

      Galinzdra dice encantadoramente: Debes pensar, Seldrion, que no hay hechizo poderoso o débil.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Fuegos artificiales en mis dedos!

      Galinzdra dice encantadoramente: En cada momento y en cada lugar, un hechizo puede ser más eficaz que otro.

      Galinzdra lanza un frasco de aceite a un muñeco de entrenamiento.

      Seldrion dice en dendrita: Entiendo, esto de la magia no es ninguna broma, pero esto me hizo mucha gracia.

      Galinzdra dice encantadoramente: Acerca tus fuegos artificiales al muñeco.

      Seldrion dice en dendrita: Puedo lanzarlos como si fuesen pequeños proyectiles, pero he de acercarme se apagarían antes de llegar.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno, inténtalo.

      Seldrion se acerca lo suficiente al muñeco, y lanza un pequeño proyectil ígneo contra el muñeco.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Anda!

      Galinzdra conjura un hechizo de ‘Protección fuego’ sobre Seldrion.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Y eso?

      Seldrion dice en dendrita: Está ardiendo.

      El muñeco de entrenamiento explota salvajemente en grandes llamaradas.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si te das cuenta, solo hice algo mundano, arrojar un frasco de aceite al muñeco de madera.

      Galinzdra dice encantadoramente: Y ha causado tantos daños como tu bola de fuego.

      Seldrion dice en dendrita: Ahora entiendo mejor lo que dices…

      Seldrion dice en dendrita: Quizás en alguna situación no necesitas un poderoso hechizo, si no
      saber que hacer para realizar lo mas eficaz.

      Galinzdra dice encantadoramente: La lección es esta: No menosprecies los hechizos débiles. Bien usados en distintas circunstancias te pueden salvar la vida.

      Galinzdra dice encantadoramente: Correcto.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Dices a Seldrion: Además, te encontrarás con seres inmunes a fuego, o frío, o rayo, o incluso la magia. Y deberás estar preparado para enfrentarlos.

      Seldrion dice en dendrita: Inmunes a la magia…

      Seldrion dice en dendrita: Alguna vez escuche de alguna criatura así.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si, en estas circunstancias, yo suelo dominar alguna criatura y que pelee por mi.

      Galinzdra dice encantadoramente: O encantar armas con animación, para mientras distraigo con mis protecciones a la criatura, le provoque los máximos daños posibles.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien, creo que has entendido la lección.

      Seldrion dice en dendrita: Entiendo… animar armas curioso.

      Seldrion dice en dendrita: Gracias por tus sabias palabras.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien, pues no sigas destruyendo muñecos de entrenamiento.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ha llegado la hora de comenzar con tus labores de Nivrim.

      Seldrion dice en dendrita: Oh… me gustan mas mis labores arcanas.

      Seldrion dice en dendrita: Pero bueno, para eso estamos.

      Galinzdra dice encantadoramente: En esta ciudad siempre tenemos una plaga de insectos desde la alcantarillas. Baja y acaba con el mayor numero de ellas que puedas.

      Seldrion dice en dendrita: Dígame.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Y puedo utilizar magia?

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Acaso te hemos reclutado porque sepas usar un garrote como cualquier bárbaro?

      Seldrion sonríe.

      Seldrion dice en dendrita: Entendido.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien, eso si. Ten cuidado con dos cosas principalmente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Hay obreros trabajando en las alcantarillas, no quiero que dañes a ninguno.

      Seldrion dice en dendrita: Llevaré cuidado.

      Galinzdra dice encantadoramente: Segundo, a veces los desechos forman bolsas de gas. Debes estar atento, si huele como a huevos podridos, habrá una bolsa.

      Galinzdra dice encantadoramente: Intenta utilizarlas para magnificar tus hechizos, pero quédate lo mas alejado que puedas.

      Seldrion dice en dendrita: Umm… vale

      Seldrion dice en dendrita: Intentaré recordar todo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien. Pues sin mas…

      Galinzdra saluda marcialmente a Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: Te deseo suerte en tus tareas.

      Seldrion dice en dendrita: Gracias.

      Galinzdra dice encantadoramente: Por cierto… no te olvides de recoger todos los muñecos calcinados. Nadie en la Guardia de Anduar trabaja para ti.

      Seldrion dice en dendrita: Si, señora.

      Galinzdra se marcho a seguir cumpliendo sus miles de tareas, pero un poco más feliz por haber podido ayudar al joven Seldrion. El mago prometía, si seguía cumpliendo ordenes y no se desviaba del camino podría llegar a ser un gran Archimago en el futuro.

      11:26

      Cualquier forma es correcta para llegar al conocimiento.

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      12:28

      Galinzdra se cruza por los pasillos de la Guardia de Anduar con Seldrion, mientras parece que esta muy preocupada.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Otra vez! ¡Siempre a mi!

      Galinzdra se golpea nerviosamente la pierna con su mano derecha.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Qué pasa Galinzdra?

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pero si ya soy sargento! ¡Debería mandar a reclutas!

      Galinzdra dice encantadoramente: Ademas que ese no es mi cometido…

      Galinzdra ignora a Seldrion.

      Seldrion pregunta en dendrita: Gali…¿Galinzdra?

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Estás bien?

      Galinzdra alza la vista al escuchar su nombre nuevamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡¿Como voy a estar bien?!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Y encima es por tu culpa!

      Seldrion se sobre salta y recula varios pasos.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Mi… culpa?

      Seldrion pierde su mirada en el infinito.

      Galinzdra dice encantadoramente: El general me ha echado una bronca de campeonato. Dice que los reclutas arcanos gastáis demasiados muñecos de entrenamiento y que los soldados no pueden practicar sus técnicas de combate.

      Seldrion sonríe.

      Seldrion dice en dendrita: Ah… es por eso.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pues eso no va a quedar así! ¡Este trabajo no lo voy a hacer sola!

      Galinzdra coge 10 platinos y se los lanza a Seldrion.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Y esto?

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Vete a buscar el hacha más grande que veas en la herrería! Y prepárate para salir en la puerta oeste en 20 minutos.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Un hacha grande?

      Seldrion cambia el semblante de su cara.

      Galinzdra viendo la cara de perplejidad de Seldrion, se giro y fue directa a su oficina, y antes de cerrar la puerta grito.

      Seldrion dice en dendrita: Si, señora.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Si! Y que sea la más grande que puedas….

      Seldrion dice en dendrita: Si, señora.

      Galinzdra cerro la puerta con un portazo que retumbo en todo el edificio.

      ———Cambio de escenario. Puerta oeste de Anduar 20 minutos más tarde————-

      Galinzdra esperaba impacientemente a Seldrion.

      Seldrion llega junto a Galinzdra y resopla aliviado.

      Seldrion dice en dendrita: Como pesa.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Recluta!

      Seldrion dice en dendrita: Se me ha hecho eterno, pensé que nunca llegaría.

      Galinzdra dice encantadoramente: No te he dicho que cualquier momento es bueno para practicar magia…

      Galinzdra dice encantadoramente: Deja esa hacha en el suelo.

      Seldrion obedece a la sargento Galinzdra.

      Galinzdra comienza a formular un hechizo ‘Reducir’ sobre el hacha.

      El hacha comienza a reducirse hasta llegar al tamaño de un cuchillo de carnicero.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Anda mira!

      Seldrion dice en dendrita: Ahora parece de juguete.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Has de ser más inteligente Seldrion! La magia no es solo bolas de fuego y lanzar rayos…

      Seldrion dice en dendrita: Si, señora.

      Galinzdra dice encantadoramente: Cógela nuevamente, y guárdala bien. Tenemos 30 minutos para llegar a Ucho antes de que vuelva a su tamaño normal.

      Seldrion dice en dendrita: Le sigo.

      Seldrion dice en dendrita: Desconozco la distancia con Ucho.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Como que me sigues?

      Galinzdra dice encantadoramente: A ver, te lo explicaré.

      Seldrion dice en dendrita: Ah…

      Galinzdra dice encantadoramente: Ucho esta a 5 horas caminando.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿iré solo?

      Galinzdra dice encantadoramente: Tenemos 30 minutos… 29 ya, antes de que se deshaga el hechizo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Es un problema… y la solución es…

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Y cómo pretendes que llegue?

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Eso te pregunto cacho de merluzo!

      Seldrion agita sus dedos nerviosamente.

      Seldrion se encoge de hombros sin saber que decir.

      Galinzdra dice encantadoramente: Un hechizo de ….

      Galinzdra dice encantadoramente: Mont….

      Seldrion dice en dendrita: Ahhh

      Galinzdra coge su vara y golpea a Seldrion en la mollera.

      Seldrion dice en dendrita: Bueno, esa maldita mula nunca acude a mi llamada.

      Galinzdra dice encantadoramente: Exacto.

      Galinzdra dice encantadoramente: Vamos a practicarlo, observame primero a mi.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra agarra con fuerza el grimorio, sosteniéndolo junto a su pecho, a la vez que cierra los ojos.

      Galinzdra comienza a conjurar las palabras de invocación necesarias.

      Galinzdra una brecha espacio tiempo comienza a abrirse en el lugar, ocasionando un fuerte resplandor de luz.

      Un corcel espectral acude a la llamada de Galinzdra.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Ves! Es así de fácil.

      Seldrion señala tembloso el corcel espectral.

      Seldrion dice en dendrita: Vaya, impresionante.

      Galinzdra dice encantadoramente: Gracias, es mi montura más preciada.

      Seldrion dice en dendrita: Jamás vi nada parecido.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Que he hecho yo diferente a ti? Cuando intentaste conjurar las otras veces la mula.

      Seldrion dice en dendrita: Pues… no se realmente que hago diferente.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Has visto que he pegado el grimorio a mi pecho?

      Galinzdra dice encantadoramente: Más exactamente al corazón.

      Seldrion dice en dendrita: Aha…

      Galinzdra dice encantadoramente: Una invocación ha de hacerse siempre desde el profundo respeto por la criatura que solicites. Debe entender que es una llamada de ayuda y que su presencia es necesaria.

      Seldrion dice en dendrita: Lo voy a intentar.

      Seldrion se dispone a imitar los gestos y palabras de Galinzdra esperanzado en que alguna montura acuda a su llamada.

      Seldrion se concentra y tras unos instantes un pollino gris sale de la grieta acudiendo a la llamada de Seldrion.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Anda mira!

      Galinzdra aplaude con alegría los avances de Seldrion.

      Seldrion dice en dendrita: No es tu corcel, pero me servirá.

      Seldrion acaricia la crin del pollino.

      Galinzdra dice encantadoramente: No importa que criatura acuda, eso vendrá con la practica y el poder.

      Galinzdra coge las riendas de su corcel y se sube a la grupa.

      Galinzdra dice encantadoramente: 27 minutos Seldrion, Tik Tak Tik Tak.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Adelante!

      Seldrion dice en dendrita: Un largo camino nos espera.

      Seldrion lee la Libreta de encargos.

      Galinzdra y Seldrion salen galopando en dirección oeste de Anduar, hacia la Arboleda de Ucho, donde deberán reunir madera para construir nuevos muñecos de entrenamiento…

      12:53

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      13:46

      Galinzdra y Seldrion llegaron con sus respectivas monturas al bosque de Ucho, cerca del reino de Kattak.

      Galinzdra dice encantadoramente: Hemos llegado, Seldrion. Te preguntarás porque venimos a este bosque.

      Seldrion dice en dendrita: Pues no lo había pensado…

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Es el más cercano?

      Galinzdra dice encantadoramente: Por una parte, es el más cercano, no pertenece a ningún reino, pues esta antes de la frontera de Kattak.

      Galinzdra dice encantadoramente: Sus bosques son bastantes longevos, con lo que la madera sera fuerte y abundante.

      Seldrion dice en dendrita: Entendido.

      Galinzdra dice encantadoramente: Podríamos haber ido a los bosques de Naduk, aun más cerca. Pero a los elfos no les gusta que talemos por allí. Ellos obtienen sus maderas de formas más sostenibles.

      Seldrion dice en dendrita: Aha… y no tendremos problemas diplomáticos en talar aquí.

      Galinzdra asiente a Seldrion.

      Seldrion dice en dendrita: Maderas sostenibles…

      Galinzdra dice encantadoramente: Si… terminología elfica..

      Galinzdra dice encantadoramente: Deja el hacha en el suelo.

      Seldrion deja caer el Hacha como le indica Galinzdra.

      Galinzdra dice encantadoramente: Tik Tak Tik Tak…

      Galinzdra espera pacientemente hasta que …

      ¡¡PLOF!! El hacha ha vuelto a su tamaño normal.

      Seldrion dice en dendrita: Lo tienes todo cronometrado, increíble.

      Seldrion dice en dendrita: Y ahora…

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿La encantarás y no tendremos que estropearnos las manos?

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien…

      Galinzdra dice encantadoramente: Era la idea que tenia.

      Galinzdra dice encantadoramente: Pero… creo que antes podemos mejorarla.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Mejorarla?

      Galinzdra dice encantadoramente: Si quiero encantarla con animación, no puedo mejorar su filo con magia.

      Galinzdra dice encantadoramente: Así que lo vas a hacer tu.

      Seldrion dice en dendrita: Ummmm…

      Seldrion dice en dendrita: Encantar un hacha… con eso nadie saldrá ardiendo…

      Seldrion sonríe.

      Galinzdra dice encantadoramente: Exacto, y posiblemente necesites en un apuro un arma improvisada para vencer a un enemigo.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: Sujeta tu grimorio y tu vara sobre el hacha.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Así?

      Galinzdra dice encantadoramente: Si. Intenta sentir como las corrientes del Éter, se mezclan con las fibras del hacha. Notarás una fibras suaves que corresponden a la madera, y otras fibras más rígidas que corresponden al hacha.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Seldrion dice en dendrita: Si, lo noto.

      Galinzdra dice encantadoramente: Moldea la energía para sentir la forma del hacha. Intenta introducir esa corriente sobre el filo de la misma.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Seldrion dice en dendrita: Creo que lo estoy logrando.

      El filo del hacha comienza a relucir levemente. Ha sido encantada con magia.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Bien! Mira el brillo que tiene ahora.

      Seldrion salta de alegría.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Bravo! Haces grandes progresos.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ahora me toca a mi.

      Seldrion observa atentamente a Galinzdra.

      Galinzdra se concentra, sujetando su grimorio y vara frente a sí.

      Galinzdra conjura las palabras mágicas del hechizo ‘Encantar arma con animación’, y el hacha comienza a levitar con vida propia.

      Galinzdra dice encantadoramente: Hacha, te ordeno que tales al menos 20 arboles.

      El hacha comienza a moverse rápidamente, golpeando en la parte baja de los troncos incansablemente, hasta que el primero cae lentamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Creo que podemos dejarla trabajar…

      Seldrion observa fascinado el hacha.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Ale a trabajar!

      Seldrion da una ligera palmadita.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ven Seldrion, te voy a presentar a un amigo…

      Seldrion sigue a Galinzdra.

      Galinzdra comienza a andar ligeramente, con paso firme, seguida de Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: En estos bosques vive un viejo ermitaño. Se llama Tharir. Es de confianza. Si alguna vez estar herido o necesitas algo suele ayudar a los Nivrim.

      Seldrion dice en dendrita: Entendido.

      Seldrion dice en dendrita: Intentaré memorizar donde mora.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si, estos bosques parecen todos iguales.

      Galinzdra y Seldrion llegan frente a una cabaña perdida en el bosque. Pronto sabremos que ocurre en su interior.

      14:06

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      </tr>
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      11:33

      Galinzdra y Seldrion llegan frente a una cabaña perdida en el bosque. Pronto sabremos que ocurre en su interior.

      Seldrion dice: Eh

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Hemos llegado Seldrion! Esta es la cabaña de Tharir, el ermitaño.

      Seldrion pregunta: Está un poco abandonada, ¿no?

      Seldrion pregunta: ¿Seguro que aquí vive alguien?

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno… ha visto mejores momentos, y Tharir es un hombre apacible que se conforma con vivir con poco.

      Seldrion dice: Ummmm

      Galinzdra dice encantadoramente: Llamemos a la puerta.

      Seldrion dice: Adelante.

      Galinzdra toca firmemente a la puerta, mientras grita.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Tharir! ¡Soy Galinzdra!

      Un hombre viejo, con aspecto desaliñado, abre la puerta de la cabaña.

      Seldrion observa detenidamente el marco podrido de la puerta.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: ¡eh! ¡Hola Galinzdra!

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: ¡Caray!, el tiempo no pasa por ti. Sigues tan deslumbrante como siempre.

      Galinzdra se sonroja ante las palabras de Tharir.

      Galinzdra dice encantadoramente: Muchas gracias, te presento, el es Seldrion, un joven recluta Nivrim.

      Seldrion dice: Hola.

      Seldrion tiende la mano a Tharir.

      Tharir, el ermitaño, estrecha la mano para devolver el saludo a Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: Uhmmm… Tharir… te importa si te dejo con Seldrion mientras me prestas tu baño?

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Para nada, adelante pequeña. Estas en tu casa…

      Galinzdra sale disparada alejándose por una puerta trasera.

      Seldrion dice: Bueeeno.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: ¿Y bien? ¿Como te trata Galinzdra?

      Seldrion dice: Muy bien.

      Seldrion dice: Nunca antes me habían tratado tan bien.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Es una buena muchacha.. cogh cogh…

      Seldrion dice: Si, y trabajadora.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: No te confíes tampoco, su agradable semblante oculta una cólera terrorífica…

      Seldrion dice: Nunca me mostró esa faceta.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Hubo una vez que unos goblins me quisieron atacar.. y Galinzdra que estaba cerca no dejo ni las cenizas de los mismos.

      Seldrion dice: Vaya, vaya, con la encantadora.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Si, la violencia no es una de las facetas de la vida que más le guste…

      Seldrion dice: Pero bueno, hay excepciones en la vida.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Pero indudablemente tiene capacidad para llevarla a cabo si es necesario.

      Seldrion dice: Además todos tenemos una parte oculta, que en algún momento sale a relucir.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Si hubiese sido una Evocadora, si que hubiese sido totalmente temible, oculta un gran poder.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Bien, y cuéntame, ¿que habéis venido a hacer por aquí?

      Seldrion dice: Un encargo del general.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Algo… «secreto»…

      Tharir, el ermitaño hace un gesto de comillas con los dedos.

      Seldrion dice: Para nada. Hubo un masivo reclutamiento de jóvenes promesas arcanas.

      Seldrion dice: Y… los muñecos de entrenamientos de los soldados fueron reducidos a cenizas.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Entiendo… entonces habéis venido a por madera.

      Seldrion dice: Así es.

      Seldrion dice: Galinzdra encantó el hacha, y ahora esta talando sola.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Si, ese es otro de sus dones, nunca hace ningún trabajo físico con sus manos.

      Seldrion dice: Aunque bueno, yo también le ayude a encantarla.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: ¡Ala! Entonces también sigues la senda de Galinzdra, ¿la escuela de encantamiento?

      Seldrion niega levemente.

      Seldrion dice: Para ser sinceros, no dominaré por completo nunca ninguna escuela arcana.

      Seldrion se encoge de hombros.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Bueno, pero no especializarse en ninguna… también es especializarse en algo.

      Seldrion dice: Tomé el camino de la magia salvaje, soy un mago libre de ataduras con ninguna escuela. Salvando…

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Entiendo…

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Creo que tengo un encargo para ti, joven Seldrion.

      Galinzdra hace ruidos indescriptibles desde el baño.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Siempre y cuando Galinzdra, si sale viva del baño, de su aprobación.

      Seldrion torna su feliz mirada a Tharir.

      Seldrion pregunta: ¿Un encargo?

      Seldrion exclama: ¡Galinzdra!

      Seldrion dice: Venga ven, que Tharir quiere contarnos algo.

      Galinzdra golpea la puerta del baño gritando: ¡Aun no he acabado!

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Creo que tiene para rato…

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Si. Veras… desde hace poco tiempo, un loco… un demente más bien.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: No para de molestar los animales del bosque, a otros transeúntes y a mi persona también… claro.

      Seldrion dice: Aha, un demente molestoso.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Como te decía, el pobre loco sabe algo de magia, y temo que provoque un incendio que arrase con Ucho. Esta año la verdad que ha llovido poco.

      Galinzdra lanza un grito infernal, más parecido a un perro del infierno que a una dulce encantadora.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: ¡Por Eralie Santo! ¡Deberé clausurar ese baño cuando acabe!

      Seldrion pregunta: ¿Qué le pasará a Galinzdra?

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Cosas de mujeres… dejemosla.

      Seldrion dice: Disculpa, decías que llovió poco.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: ¿Te interesa entonces? Podría pagarte algo por tus servicios.

      Seldrion exclama: ¡Claro que sí!

      Seldrion dice: Iremos en busca de ese demente… y le haremos entrar en razón.

      Galinzdra comienzas a formular el hechizo ‘Cantrip’ desde el interior del baño.

      La Encantadora pronuncias el cántico: ‘arc magi limpiare’ mientras mueve sus manos de forma pendular una delante de la otra mientras acabas el cántico. Una brisa surge de sus manos limpiando el baño.

      Galinzdra abre la puerta del baño, como si nada hubiera pasado.

      Galinzdra dice encantadoramente: Perdonad chicos, ya estoy aquí. ¿Deciais?

      Seldrion exclama: ¡Un loco!

      Seldrion exclama: ¡Un demente!

      Seldrion dice: Que además juguetea con el Éter y molesta a todos.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pero no le digas eso a Tharir! ¡Que es un buen hombre! Aunque este desaliñado…

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: No no, Galinzdra, deja que el muchacho se explique.

      Tharir, el ermitaño, se peina un poco como puede con las manos, y se quita alguna hoja del pelo.

      Seldrion dice: No, no, disculpa me dejé llevar por la emoción.

      Seldrion dice: A ver, un demente anda por el bosque utilizando dotes arcanas, y molesta tanto a animales como transeúntes… hasta al propio Tharir.

      Galinzdra dice encantadoramente: Entiendo.

      Seldrion dirige una tierna mirad a al anciano.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Y te has ofrecido a ayudarle?

      Seldrion asiente con la cabeza locamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Me parece bien, para seguir el buen camino de la magia y no desviarse hay que ayudar a los demás.

      Seldrion dice: Le he dicho que estaríamos encantado de ir hacerle entrar en razón.

      Galinzdra dice encantadoramente: No te preocupes Tharir, Seldrion se ocupara de ese loco, y le servirá como entrenamiento.

      Seldrion dice: Me encantan las aventuras.

      Seldrion dice: Pero las de verdad, no las de talar árboles y transportar leña.

      Galinzdra sonríe dulcemente a Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: Pequeño recluta, de todas las misiones se aprende.

      Tharir, el ermitaño, dice apresuradamente: Benditos seáis, cuando volváis os tendré un te preparado.

      Galinzdra dice encantadoramente: Ahora vamonos.

      Seldrion dice: Te sigo.

      Galinzdra y Seldrion salieron de la cabaña, en busca del hechicero demente que aterrorizaba al pobre Tharir. Seguro que es un buen entrenamiento para que Seldrion mejore sus dones.

      11:56

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      11:59

      Galinzdra y Seldrion estaban recorriendo el Bosque de Ucho, a la espera de encontrar al Hechicero demente que molestaba a Tharir, el ermitaño.

      Seldrion dice: Bueno, a ver si damos con el.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien, Seldrion. ¿Es tu primer combate?

      Galinzdra dice encantadoramente: Contra otro hechicero me refiero.

      Seldrion dice: Si, así es.

      Galinzdra dice encantadoramente: Muy bien…

      Seldrion pregunta: ¿Algún consejo?

      Galinzdra dice encantadoramente: En este momento, como Sargento de la Guardia de Anduar, y en misión oficial, estas bajo mi responsabilidad.

      Galinzdra dice encantadoramente: Así que voy a hacer todo lo que pueda porque los hechizos del enemigo no te afecten.

      Seldrion dice: Entiendo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Por contra, requeriré toda mi concentración, y no podre atacar.

      Galinzdra dice encantadoramente: Deberás desplegar tu poder mágico y acabar con el tu mismo.

      Seldrion dice: Entiendo.

      Seldrion se concentra y con un semblante serio respira profundamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Tienes alguna duda? ¿Algo que necesitas que te responda?

      Seldrion dice: No, tengo todo claro, o eso creo.

      Galinzdra asiente con confianza a Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: Pues prepárate… porque siento que las corrientes de magia se mueven rápidamente por el norte.

      Seldrion dice: Ya estoy preparado.

      De repente, tras unos arbustos, un hechicero de túnica roída salta al claro donde se encontraban nuestros héroes.

      Seldrion clava su mirada en el hechicero demente, y un fulgor rojizo le rodea.

      Hechicero demente dice: ¡Arded! ¡Arded!

      Seldrion sonríe maliciosamente.

      Hechicero demente lanza una esfera de fuego rodante, que se dirige a Seldrion.

      Galinzdra se concentra plenamente en formular el hechizo ‘Globo de invulnerabilidad menor’ sobre Seldrion.

      Galinzdra dice encantadoramente: No te preocupes, no te hará nada mientras te proteja. Acaba con el.

      La esfera de fuego rodante choca incansablemente contra un escudo invisible, no llegando a tocar a Seldrion.

      Hechicero demente dice: ¡Jajaja! Hechicerilla cuanto podrás aguantar…

      Seldrion coloca sus pies alineado con sus hombros, junta las palmas de sus manos creando una oquedad entre ellas, y tras un relampagueante momento crea una perfecta bola de fuego.

      Hechicero demente dice: ¡¡Ohhhh si! Semi-oscurillo, ¡dame más fuego!

      Seldrion clava su mirada en el hechicero, y tras pronunciar unas incomprensibles palabras lanza la bocanada de fuego contra el hechicero.

      Hechicero demente dice: Muahahaha. ¡Quema todo el bosque!

      Galinzdra dice encantadoramente: Cuidado Seldrion, ¡no es el momento de usar ese hechizo!

      La bola de fuego golpea un escudo invisible del Hechicero, explotando y lanzando llamaradas de fuego a todo el bosque.

      Seldrion dice: Tarde… señora.

      Hechicero demente dice: ¡Si! ¡Si! Quemaremos todo el bosque…

      El bosque comienza a arder con gran intensidad.

      Seldrion pronuncia un cántico, y un arco etéreo aparece en sus manos, tras un instante una flecha de agua tensa la cuerda del mismo.

      Hechicero demente dice: ¡Boh! Hechicerillo, el agua es para las nenas…. sigamos jugando con fuego.

      Seldrion comienza a disparar una batería de proyectiles acuosos, acertando muchos de ellos sobre el demente.

      Hechicero demente conjura un arco etéreo, y tras un instante, responde a cada flecha de Seldrion con una flecha ardiente.

      Seldrion dice: Bueno, la idea no era matarle…

      Seldrion dice: Galinzdra, me veo obligado hacerlo.

      Las flechas ardientes golpean sobre el escudo protector de Galinzdra.

      Seldrion dice: Permiso para defenestrarle.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Sabes lo que tienes que hacer! Pero hazlo rápido… no aguantaré mucho más.

      Hechicero demente dice: ¡Vamos chico! Dame otra alegría y más fuego….

      Seldrion sonríe.

      Hechicero demente comienza a conjurar un hechizo de ‘Proyectil mágico menor’.

      Seldrion pronuncia un cántico que hace crear una ventana a varios metros del suelo tras el hechicero.

      Hechicero demente dice: ¡Las ventanas son para las casas, no para los bosques! ¡MUAHAHAHA!

      Seldrion termina su conjuro, y tras un abrir y cerrar de ojos, el hechicero es lanzado a través de la ventana y se estrella contra el suelo.

      Hechicero demente tras recibir el golpe de Seldrion, queda inconsciente en el suelo.

      Seldrion convoca varios misiles mágicos en la punta de sus dedos, y los hace estallar sobre el cuerpo inconsciente del hechicero, propinándoles el golpe mortal.

      Galinzdra mira asombrada el golpe final de Seldrion.

      Seldrion mira con algo de tristeza el cuerpo del demente.

      Galinzdra se acerca al cuerpo inerte del demente para verificar si sigue teniendo signos vitales.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno… no me esperaba eso… Seldrion. Ya lo tenias dominado.

      Seldrion dice: No hubiese querido que esto terminara así. Otro hechicero que pierde la cordura por culpa del éter.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si… quizás sea lo mejor… no hay forma de recuperarlo.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿Tu te sientes bien con lo que has hecho?

      Seldrion niega con la cabeza súbitamente.

      Seldrion dice: Bueno, en realidad no siento nada, ni bien ni mal.

      Seldrion dice: Solo quería que ese viejo hubiese entrado en razón.

      Seldrion dice: Creo que me excedí, solo eso.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno… tendremos que trabajar en eso cuando regresemos al Gremio.

      Galinzdra dice encantadoramente: Una cosa es matar en combate… y otra es así.

      Galinzdra dice encantadoramente: No hay honor en lo que has hecho.

      Seldrion asiente lentamente a Galinzdra, con la mirada perdida.

      Seldrion dice: Aunque de ser al revés, el hubiese acabado con mi vida, de haber tenido oportunidad.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si.. no lo dudo. Y en parte ha sido mejor traerle la paz eterna ahora, que más adelante. Consideralo un acto de piedad.

      Seldrion dice: Bueno, volvamos con Tharir.

      Galinzdra dice encantadoramente: Pero… no dudes que hablaremos de esto cuando lleguemos a casa.

      Galinzdra dice encantadoramente: Si. Volvamos…

      Galinzdra y Seldrion partieron de vuelta a la cabaña de Tharir. Galinzdra se sentía apesadumbrada por el acto de Seldrion. ¿Conseguiría enderezar al semi-drow para que no fuese consumido por la magia salvaje?

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    • Gnomusad
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      11:08

      Galinzdra y Seldrion llegaron de vuelta a la cabaña de Tharir. Galinzdra se sentía apesadumbrada por el acto de Seldrion. ¿Conseguiría enderezar al semi-drow para que no fuese consumido por la magia salvaje?

      Galinzdra dice encantadoramente: Pues ya hemos llegado. Entremos para conversar con Tharir e informarle que ya no debe preocuparse.

      Seldrion entra en la cabaña, y cabizbajo, se sienta en un taburete junto la chimenea.

      Tharir, el ermitaño, dice: Saludos Galinzdra y Seldrion… ¡Contadme! Porque esas caras tan tristes.

      Seldrion levanta la mirada hacia Tharir, y acto seguido la vuelve a clavar en el fuego de la chimenea.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno, han pasado ciertas cosas… no se si Seldrion esta de humor para hablarlo en este momento.

      Galinzdra pone la mano sobre el hombro de Seldrion, reconfortándolo en su pesar.

      Seldrion dice en dendrita: Bueno, lo importante, es que ya no te volverá a molestar el demente, Tharir.

      Galinzdra asiente comprendiendo que Seldrion no tiene ganas de hablarlo.

      Tharir, el ermitaño, dice: Entiendo… Seldrion, si has debido de acabar con una vida, estoy seguro que no has tenido más remedio.

      Seldrion se encoge de hombros.

      Tharir, el ermitaño, dice: La magia a veces lleva a caminos muy difíciles, incluso erráticos. Ese hombre había perdido totalmente el uso de la razón.

      Seldrion dice en dendrita: No es lo que quería, pero me descontrolé…

      Galinzdra dice encantadoramente: Es verdad, lo mejor es aprender de lo pasado, y tenerlo siempre presente, para no perdernos nosotros por el mismo camino.

      Seldrion asiente con la cabeza, aceptando los consejos.

      Tharir, el ermitaño, dice: Hiciste lo que debías, y lo que te pedí. Y por ello, os voy a recompensar.

      Tharir, el ermitaño, saca una bolsa de monedas.

      Tharir, el ermitaño, dice: Este es el pago por vuestro trabajo.

      Galinzdra le entrega la bolsa a Seldrion.

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Sabéis si el demente tuviese familia?

      Galinzdra dice encantadoramente: Pequeño recluta, te lo has ganado, cumpliendo con tus contratos.

      Tharir, el ermitaño, dice: Lo desconozco… seguramente si hubiese tenido, no habría caído en esa locura.

      Galinzdra dice encantadoramente: Yo tampoco se de donde pudo venir…

      Seldrion asiente a Tharir.

      Seldrion dice en dendrita: Bueno, guardaré las monedas, hoy no hay nada que celebrar en la taberna.

      Galinzdra dice encantadoramente: Úsalas sabiamente para fortalecerte, comprar algo de equipo.

      Galinzdra dice encantadoramente: Y la próxima vez que encuentres algún hechicero al borde del precipicio, ayudalo.

      Seldrion dice en dendrita: Pasaré por Bilops, a veces tiene cosas interesantes…

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno… Tharir, un placer como siempre ver que estas bien.

      Tharir, el ermitaño, dice: ¡Muchas gracias nuevamente! Tened cuidado con los caminos, últimamente son muy peligrosos.

      Seldrion dice en dendrita: Bueno, veamos cuantos troncos tenemos.

      Galinzdra se despide de Tharir, dándole un cálido abrazo.

      Galinzdra y Seldrion se dirigen al lugar donde habían dejado el hacha encantada trabajando.

      Seldrion tiende la mano a Tharir.

      Seldrion dice en dendrita: Un placer.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Uno! ¡Dos! …. ¡Veinte!

      Seldrion pregunta en dendrita: ¿Serán suficientes?

      Galinzdra dice encantadoramente: Sino te da por seguir reventándolos con Bolas de Fuego, estoy segura que sí.

      Galinzdra sonríe a Seldrion.

      Seldrion sonríe.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bueno… ahora si nos toca trabajo físico.

      Seldrion pregunta en dendrita: Y… ¿como piensas transportar todo esto?

      Comienzas a formular el hechizo ‘Disco flotante de Ikim’.

      Pronuncias el cántico: ‘dyscik ivnis’

      Un Disco flotante de energía toma forma ante ti.

      Galinzdra dice encantadoramente: Por supuesto con magia… aunque antes hay que cargarlos en el disco.

      Seldrion dice en dendrita: Sabia opción.

      Galinzdra comienza a formular un hechizo de ‘Fuerza’.

      Seldrion observa como los músculos de Galinzdra crecen mágicamente.

      Galinzdra comienza a formular un hechizo de ‘Agrandar’.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Ni un bárbaro orco tiene esa musculatura!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Ni este tamaño!

      Galinzdra se ríe, de tal forma que se escucha el eco retumbar en las colinas.

      Seldrion sonríe.

      Galinzdra comienza a cargar los arboles talados, uno a uno, sin esfuerzo en el disco de magia.

      Seldrion anima a Galinzdra en su trabajo.

      Seldrion dice en dendrita: ¡Vamos! Ya casi lo tienes.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Y veinte! Con eso quedan todos cargados. Veamos como formular ese hechizo de montura.

      Seldrion coloca sus pies y manos y comienza una salmodia de palabras, con tal de que una montura acuda a su llamada.

      Galinzdra sigue el ritmo de Seldrion, invocando a un bello Ainundalë.

      Galinzdra dice encantadoramente: Vamos, entreguemos la madera en el taller de Anduar….

      Seldrion consigue abrir una brecha hacia otro plano y tras un brillante destelleo aparece un pollino gris.

      Seldrion exclama en dendrita: ¡Mira Galinzdra!

      Seldrion dice en dendrita: Mi pollino nunca falla.

      Galinzdra sonríe cariñosamente.

      Galinzdra dice encantadoramente: Lento pero seguro.

      Galinzdra dice encantadoramente: Así debe ser la magia.

      Seldrion asiente con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: Darse prisas en los entrenamientos solo ocasiona errores. Una vez que estén interiorizados y lances los hechizos por instinto es cuando podrás ser veloz como un Corcel Esquelético.

      Seldrion dice en dendrita: Lo entiendo.

      Galinzdra y Seldrion, partieron en ruta a Anduar, charlando tranquilamente sobre la magia, sus efectos y capacidades. Una amistad había comenzando a formarse algo más importante que el rango de la Guardia. Seguramente no sea esta la ultima de las aventuras de Seldrion y Galinzdra.

      11:34

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