Inicio Foros Historias y gestas Rol Irhydia y Cortaer, cuestiones teológicas no concluyentes.

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    • El ojo de Argos512
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      ***

      Todo comenzó por el simple hecho, que Cortaer se disponía a sumergirse en sus pensamientos y reflexiones hacia la grandeza de Seldar, en el templo más importante dedicado a la deidad del relativo mal. Poco antes, y tras despojar los caminos de bandidos y asaltantes, Irhydia había arribado a Galador, con tal de acudir a las abandonadas minas de oro, por un encargo que no daremos a conocer. Tras obtener el beneplácito de uno de los guardias de la entrada a la catedral, se acomodó en la sala nobiliaria del templo. No era otra su intención, que la de admirar la opulencia del arte del imperio. Pero tal observación y meditación plácidas se verían truncadas cuando, súbitamente, una ola de paladines y furiosos sacerdotes entraron y salieron en tropel, a causa de algún incidente molesto para un ya de por sí, susceptible erudito Daraniano que se hallaba contemplando las representaciones del todopoderoso de quien es y será servidor. Todo ello conduciría a un debate religioso y político, que fue preferible olvidar cuanto antes.

      ***

       

      Alta cámara nobiliaria de Galador

      Una enorme y espaciosa sala circular en cuyo centro se aloja un pedestal de carísima madera de Wareth del que cuelgan varias banderas Imperiales. A su alrededor giran un

      montón de bancos circulares hechos del mismo material, pero sin tanta ornamentación. En el enorme pedestal, un enorme cráneo hueco y cuya parte superior se ha cortado limpiamente

      sirve como urna electoral para las maquiavélicas intrigas dendritas. El techo abovedado y recargado está repleto de intrincados grabados en dendrita antiguo que no logras descifrar

      a simple vista, sin embargo, los cuadros que acompañan a todos y cada uno de estos grabados muestran imágenes de antiguos nobles -y algún que otro nobleller- que han hecho historia

      en su cargo.

      Puedes ver una salida: norte.

      Irhydia observa la ostentosidad de la sala. Los bancos de la madera, en los que, de tan pulidos que están, se aprecian las vetas de la madera.

      Cortaer llega caminando y se dirige a una de las salas anexas

      (emote de cortaer) un paladín pasa casi atropellando a la mujer que observa la sala.

      (emote de Cortaer) Instantes más tarde, dos sacerdotes pasan a todo correr perseguidos por los alaridos de uno de los que habían pasado antes.

      Ves a Cortaer el varón Humano.

      **

      De una mirada somera puedes percatarte que tiene una figura bien proporcionada. Sus facciones son talladas en granito con una leve sonrisa de suficiencia y de absoluto desprecio en

      sus labios, ojos negros, aunque no logras dilucidar si es negro o es ausencia de todo color y un vacío aterrador lo que se asoma en su mirada, nariz recta, labios finos. Sus manos

      es otro de sus atributos relevantes debido a sus innumerables callos y quemaduras superficiales indicadores que no es ajeno al trabajo manual. El resto de su cuerpo es fibroso y

      bien equilibrado entre la fuerza y la destreza propias de alguien que se entrena con las armas con alguna frecuencia o que sin serlo es amante del trabajo físico. Cuando habla su

      voz es suave como el veneno de una serpiente y dulce como la miel de las abejas.

      Él está revigorizado.

      Ostenta el cargo de Duque del Imperio en Dendra.

      Ostenta el cargo de Maestro de investigación en Orden de D’hara.

      Mano derecha:   Látigo desollador.

      Mano izquierda: Pavés Funerario Envuelto.

      Usando: Bolsita para plantas, Medallón Calavérico y Pin ‘Yo escalé  el Mallorn’.

      Equipado:

      * Cabeza:  Corona  ósea.

      * Orejas:  Pendiente Guardián de los Pensamientos.

      * Cuello:  Gargantilla de la Ilustración, Amuleto de Voluntad, Talismán del Nigromante y Colgante del Oso.

      * Hombros: Capa de los Héroes.

      * Pecho:   Peto Acorazado.

      * Espalda: Mochila sin Fondo.

      * Brazos:  Brazal de D’hara (Derecho) y Brazal de D’hara (Izquierdo).

      * Manos:   Guantelete de D’hara (Derecho) y Guantelete de D’hara (Izquierdo).

      * Dedos:   Anillo del Maestro Investigador y Anillo de Lish.

      * Cintura: Cinturón de Cirdan y Vaina inmaterial.

      * Piernas: Grebas del Restablecimiento.

      * Pies:    Botas de guerra Atronadoras.

      Cargando: Sierra, Una paloma mensajera muerta, Cetro de hueso, Boletín de la guerra, Gran Almádena de Burk-Kharod, Jaula para diablillos (Diablillo Sulfuroso), Libreta de encargos,

      Orbe del Hechicero Antiguo (cargado), Cinturón Prisma, Mazo «caos funesto» y Cáliz Sagrado.

      Parece disponer de dinero encima.

       

      Cortaer grita a todo pulmón: ¡inútiles, basura, escoria que no sirve ni para pisar la más asquerosa de nuestras vías imperiales!

      Irhydia dice: disculpe noble cortaer, ¿Qué  sucede? Me he percatado de un gran alboroto.

      Cortaer exclama claramente: ¡Inútiles todos!

      Irhydia dice: ¿Cuál es el motivo de su queja? ¿Qué ha ocurrido?

       

      Cortaer observa a la mujer con sus ojos echando chispas.

      Cortaer pregunta claramente: ¿Y a usted que más le da?

      Cortaer pregunta claramente: que hace en las instancias noviliarias?

      Irhydia se piensa si acercarse a ti o no para compadecerte. Tal vez no sea buena idea con tanta rabia reboloteando por tus ojos.

      Irhydia dice: esto….

      Irhydia dice: solo he venido a mirar.

      Cortaer exclama claramente: a mirar, a mirar!

      Irhydia dice: me encanta la decoración de la catedral de Seldar.

      Irhydia dice: Sí, observar.

      Cortaer pregunta claramente: ¿Por seldar bendito, que ahora somos un espectáculo de feria?

      Irhydia dice: desde luego que no.

      Cortaer exclama claramente: ¡Yo le he dicho hasta el artarme  al regente que debería encender de nuevo las hogueras de la inquisición, a ver si seguíamos por este camino de deshonra!

      Irhydia dice: no considero deshonra el que hayáis construido algo tan admirable como para ser valorado por externos a vuestro imperio.

      Cortaer te mira.

      Cortaer exclama claramente: ja!

      Cortaer pregunta claramente: una elfa contemplando las obras de Seldar, ¿a quien pretendes engañar?

      Cortaer exclama claramente: ¡Una espía seguro que eres!

      Irhydia dice: Sí comprendo que mis actos no sean lo acostumbrado.

      Irhydia dice: Eralie defiende la vida y Seldar lo contrario, ¿no? Eso comentan los pueblos.

      Irhydia dice: Y así  llevamos en guerra tanto tiempo que ni recordamos el motivo por lo que se inició  todo.

      Cortaer aprieta los dientes con renovado  ímpetu al escuchar el nombre del adversario.

      Cortaer dice claramente: ¡Motivos,, motivos, motivos! Qué vas a saber tú  de los motivos de seldar…

      Irhydia se dirige hacia usted con seriedad.

      Irhydia dice: desde luego no los conozco.

      Irhydia dice: pero tengo por seguro que han de ser importantes, de lo contrario no serían defendidos con tanto ahínco.

      Irhydia dice: claro que, cómo no, vuestros enemigos piensan lo mismo de los suyos… Y así  es como se inició todo.

      Irhydia acaricia uno de los bancos circulares de la estancia.

      ***AL final resulta que esta elfa ignorante no va a entender el uso de la palabra y el raciocinio. ¡Encima se pone a acariciar un monumento sagrado, cuan si de un simple perro se tratara! Tal vez sea mejor acudir a un método de enseñanza más práctico.***

      Cortaer menea alegremente un látigo desoyador que tiene en las manos.

      Cortaer pregunta claramente: ¿Sabe lo que es esto?

      Irhydia dice: ¿Un látigo?

      Irhydia dice: ¿Para castigar a los infieles?

      Cortaer exclama claramente: ¿Y para castigar a los fieles descarriados!

      Irhydia se apoya en uno de los bancos y comienza a respirar profundamente, relajándose.

      ***Parece que esta conversación no transcurre por buenos derroteros. ¿Qué tal si nos calmamos un poco? ¿Será tal tarea, algo realizable para ambos? Desde luego el radicalismo del noble Cortaer no contribuye en demasía al bien ansiado objetivo de la mútua comprensión.***

      Irhydia dice: Creo que nos hemos malentendido.

      Irhydia dice: No trato, ni por un segundo, de ofender vuestras creencias.

      Irhydia dice: No las comparto. Tal hecho es innegable, tal y como ha demostrado nuestra pequeña confrontación.

      Irhydia dice: pero no estoy en contra de tales.

      Irhydia dice: mi único objetivo es el de preservar el equilibrio.

      Cortaer pregunta claramente: ¿Equilibrio?

      Irhydia dice: que los muertos sigan muertos y los dragones no arrasen con la totalidad de Eirea, tal y como la conocemos.

      Cortaer exclama claramente: ¡Equilibrio el que te daré yo con este látigo en las celdas de la inquisicion, como sigas por ese camino!

      Irhydia se golpea la palma de su mano izquierda con los dedos de su diestra, pensativa.

      Cortaer dice claramente: el  único equilibrio son las llamas purificadoras de Seldar.

      Irhydia dice: Creo que será  mejor zanjar este asunto. Sí. No comparto la senda de Seldar. Tampoco la de eralie. NO estoy a favor de las guerras entre mortales por ningún motivo.

      Irhydia dice: Las llamas harán lo que tengan que hacer.

      Irhydia dice: no me inmiscuiré en vuestros asuntos.

      Cortaer dice claramente: Espero que sea eso cierto.

      Irhydia dice: Pero os pregunto lo siguiente, noble daraniano.

      Irhydia dice: ¿Dónde arderán las llamas de Seldar si el frío del mundo de los muertos de Y502 alcanza nuestro mundo?

      Cortaer dice claramente: los asuntos teológicos están fuera de la discusión con gente como tú.

      Cortaer dice claramente: no sigues ni a uno sni a otros,, ¿qué sabrás tú de los asuntos de los dioses?

      Irhydia dice: ¡De los dioses nada comprendo, salvo que existen.

      Cortaer exclama claramente: es peor eso que ser seguidor de eralie, por la plaga de seldar!

      Irhydia dice: Tal vez.

      Irhydia dice: Pero gentes como yo somos los que, al tiempo que los dioses pugnan entre sí en el mundo terrenal,

      Irhydia dice: nos ocupamos de lo que podría destruirnos a todos, sigamos a uno u otro dios.

      Cortaer pregunta claramente: pasais información de un bando a otro, ¿no?

      Cortaer se rie.

      Irhydia dice: os lo repito, como antaño lo hice.

      Irhydia dice: no me inmiscuyo en vuestra guerra.

      Cortaer dice claramente: ¿Dragones? ¡Vah! ¿Qué pueden ahcer los dragones si hasta las llamas de Seldar los purificarán a ellos?

      Irhydia dice: Con total respeto, noble cortaer. ¿Ha  visto una de esas enormes moles vivientes de decenas de varas de alto, conocidas como pecios?

      Cortaer dice claramente: y el plano Y502,

      Irhydia asiente repetidas veces.

      Irhydia dice: Debéis conocerlo.

      Cortaer pregunta claramente: ¿A caso has visto tú, con tus ojos de mortal,, los avismos infernales?

      Irhydia dice: En decenas de ocasiones me he adentrado en lo que más se le parece.

      Irhydia dice: reconozco que son poderosos, sin duda.

      Irhydia dice: He estado a punto de morir en el cubil demoniaco no pocas ocasiones.

      Irhydia dice: Pero los muertos vivientes, a mi juicio, son mucho peores.

      Irhydia dice: Matas a uno,

      Irhydia dice: Y otro ocupa su lugar.

      Irhydia dice: Todos los demonios que pueda aniquilar un ejército de espectros,

      Irhydia dice: Se adherirán como nuevos espíritus a las filas de los caídos.

      Irhydia dice: el fuego es temible, sin duda. Mas no por ello el frío de la vacuidad absoluta debe ser menospreciado.

      Irhydia coge una de sus flechas de hielo y te la muestra, acercándola a tu mano.

      Cortaer se encoje de hombros

      Cortaer dice claramente: Qué más da tanta habladuría.

      Cortaer dice claramente: De todas maneras,

      Cortaer dice claramente: la situación está  lo suficientemente complicada ahora para más asuntos teológicos. Si necesitas algo de mi, habla ahora, que de lo contrario seguiré atendiendo los asuntos del imperio.

      ***AL fin hemos llegado a un acuerdo… Al mínimo acuerdo de poner punto y final a este encuentro infructuoso, y a una charla que, al parecer, no benefició a ninguna de las partes involucradas en la misma.***

      Irhydia dice: esta bien, noble cortaer. NO era mi intención causaros molestia.

      Irhydia se inclina y realiza una reverencia.

      Cortaer extiende el látigo con malévolas intenciones.

      Cortaer dice claramente: Aunque para algo de tortura siempre hay tiempo…

      Irhydia se pone alerta ante tal amenazador gesto y decide que lo mejor será marcharse.

      Irhydia se escabulle entre las sombras antes de poder ser, o no, acertada por tu látigo.

      • Este debate fue modificado hace 7 months, 2 weeks por El ojo de Argos512. Razón: errores ortográficos detectados
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