Inicio Foros Historias y gestas [Rol] Rogruk y Galinzdra: La Torre de Anbalukkhor

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    • Gnomusad
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      11:27

      Rogruk se concentraba entre sus libros buscando algo de información. En la cabeza sólo tenía
      un objetivo; resultaba que su reunión con Galinzdra en Golthur había plantado una semilla en
      su cabeza. ¡Maldita encantadora!

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Justo la persona que esperaba.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Saludos Rogruk!

      Galinzdra dice encantadoramente: O quizás deba decir…

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡A sus ordenes mi General!

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Sólo es provisional, Szhysszh está de vacaciones.

      Rogruk pregunta con voz sobrenatural: ¿Qué tal si sales de mi cabeza y te acomodas en la silla?

      Rogruk se ríe.

      Galinzdra sonríe humildemente.

      Galinzdra dice encantadoramente: No se porque me dice eso…

      Galinzdra dice encantadoramente: Ni que le hubiera encantado…

      Rogruk se ríe.

      Galinzdra guiña un ojo a Rogruk.

      Rogruk exclama con voz sobrenatural: ¡Lo digo porque estaba pensando justo en ti!

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien bien, si piensa en mi, ¿quizás es porque necesite ayuda con algún encargo?

      Rogruk dice con voz sobrenatural: No, de hecho he encontrado algo más de información sobre la torre mágica de la que estuvimos hablando.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: De ser sincero, me he obsesionado con ella un poquito.

      Galinzdra al escuchar nombrar la ansiada torre se pone nerviosa.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: He encontrado alguna descripción, pero nada concreto.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿La Torre de Exodus? ¿Ha encontrado en sus libros algo de interés?

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Mejor

      Galinzdra asiente asimilando cada concepto.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: La Torre de Éxodus vuela. Esta torre se hace pequeñita y la guardas en un bolsillo.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Se acabó cavar zanjas y fortificar un refugio para acampar, jaja.

      Rogruk se ríe.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Una torre de bolsillo!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Interesante!

      Galinzdra dice encantadoramente: Pero dudo realmente que exista algo así…

      Galinzdra dice encantadoramente: En las guerras, sobre todo en las ultimas precedentes, si se hubiera utilizado habría otorgado un poder absoluto y la victoria en la batalla.

      Rogruk asiente con la cabeza.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Te leo: la Torre de Anbalukkhor: se trata de un objeto mágico que adopta la forma de una torre de marfil de unos 15 centímetros de altura, exquisitamente tallada; semeja una torre del juego del ajedrez. A una determinada orden mágica, la torre se transforma en una construcción real de piedra maciza de 40 metros de altura y con capacidad para 500 personas. Un mago con el suficiente control sobre la torre puede hacer que se teleporte, con todo lo que lleve dentro, hasta 7 leguas de distancia. Sin embargo, en manos de un mago inexperto, puede teletransportarse en una dirección y con una distancia al azar.

      Galinzdra asiente mientras escucha atentamente a Rogruk.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Desafortunadamente se perdió hace mucho tiempo.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Increíble!!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¿No dice por donde se perdió? ¿Ni una pista?

      Rogruk dice con voz sobrenatural: A principios de la Segunda Era, una secta de sacerdotisas drow especialmente maligna llegó a conseguir cierto poder en la Suboscuridad. Sin embargo, su “religión” basada en la destrucción era tan despiadada (hasta Oskuro estaba sorprendido) que a los dos siglos de haber alcanzado su máximo apogeo la secta se “autodestruyó”. El templo principal se encontraba en las cuevas de Ôlbamarl, en un complejo bajo el desierto de Al-Qualanda. El tesoro que llegaron a reunir fue saqueado con el devenir de los siglos… pero no todo. Si un grupo de exploradores encontrara el templo en las cuevas (lo que es muy difícil sin un mapa o algo similar) debería enfrentarse a un grupo de tres “Zimaj” que han hecho del templo su hogar.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Los Zimaj, también llamados “Dragones de la arena”, son enormes seres reptilescos que pueden llegar a medir los 80 metros de longitud. Viven por debajo de las dunas, pero su rapidez es encomiable. Están armados de poderosos dientes, aunque no pueden lanzar fuego. No son inteligentes: sólo viven para sus apetitos e instintos. Desde luego, unos enemigos formidables. Estos seres aparecen en los cuentos duergars, donde se les llaman los “Hombres-Gusanos del Último Desierto”.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: No hay más información.

      Galinzdra dice encantadoramente: Dame unos segundos para que lo analice todo.

      Rogruk indica a la encantadora que se tome su tiempo.

      Galinzdra tiembla enormemente, ante el terror de enfrentarse a un Zimaj y la necesidad de localizar el objeto.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Estoy decidida!

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Voy a localizar la cueva!

      Rogruk exclama con voz sobrenatural: ¡Estupendo!

      Galinzdra dice encantadoramente: Lo único… necesitaré ayuda para enfrentar a esos Zimaj.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Llevo tiempo queriendo montar una expedición.

      Rogruk asiente con la cabeza.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Así que necesitaremos.

      Galinzdra extiende la mano a Rogruk.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Bien! ¡Formemos un grupo para descubrir toda la verdad!

      Rogruk estrecha la mano de Galinzdra.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: También hará falta un explorador al menos.

      Galinzdra dice encantadoramente: Y un mago astral, para orientarnos en la noche del desierto.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Voy a hacer algo de papeleo, seguro que en Anduar hay aventureros disponibles para nuestra expedición.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Voy a promocionarla.

      Galinzdra dice encantadoramente: Bien. ¡Será lo mejor!

      Galinzdra dice encantadoramente: Me encargaré de reunir víveres y herramientas.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Pero quizá antes tendríamos que investigar más.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Yo creo que la clave de todo es la «autodestrucción» de la secta de Ôlbamarl.

      Galinzdra asiente en acuerdo a Rogruk.

      Galinzdra dice encantadoramente: Otra duda que tengo…

      Galinzdra dice encantadoramente: Si se cerraron todos los accesos a la suboscuridad, ¿no es posible que hayan cerrado ademas ese?

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Eso pensaba.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: A fin de cuentas, es posible que la torre no esté allí. Buscamos un tesoro de 15 centímetros de altura.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡O de 40 metros si esta desplegada!

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Pero 7 leguas de teleportación… pueden hacerse hacia arriba.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Quizá se salvó, quizá no.

      Galinzdra dice encantadoramente: Tienes toda la razón.

      Galinzdra piensa lentamente.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: En todo caso, seguro que es una buena aventura. Quizá lucrativa.

      Galinzdra dice encantadoramente: En uno de mis viajes conocí un Drow en la superficie… Se quedo guardando una de las entradas a la suboscuridad.

      Galinzdra dice encantadoramente: Creo que lo volveré a buscar y le preguntaré sobre la secta de Ôlbamarl.

      Rogruk mira sorprendido a la humana.

      Rogruk dice con voz sobrenatural: Estupendo. A la vuelta podemos unificar la información y preparar la expedición al desierto.

      Asientes con la cabeza.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pues tenemos tarea antes de comenzar la aventura! Sino ordena nada más… marcharé a cumplir mi obligaciones.

      Rogruk abre un armario y saca dos copas y una botella de vino de los viñedos de Veleiron.

      Rogruk exclama con voz sobrenatural: Pero primero, ¡brindemos por nuestra nueva empresa!

      Galinzdra echa un vistazo a la añada del vino.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Creo que si! ¡No se puede empezar una aventura sin disfrutar antes de un buen vino!

      Rogruk brinda con Galinzdra.

      Galinzdra devuelve el brindis.

      Galinzdra dice encantadoramente: ¡Salud!

      Rogruk exclama con voz sobrenatural: ¡Salud!

      Galinzdra , tras brindar, deposito la copa sobre la mesa y salio del despacho pensando que para ser un semi-orco, Rogruk tenia un paladar muy fino.

      11:50

      Cualquier forma es correcta para llegar al conocimiento.

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