Segunda Carta a Rhomdur, por Ghyrduana

Estimado Rhomdur,

Te escribo esta misiva desde los reinos lejanos de Takome. Hace unas semanas me encontré a Durgan y me contó sobre vuestra reunión con el Cruzado Supremo de Takome, en Poldarn. Entiendo que no me invitarais y que no avisarais de vuestra llegada. La verdad, des de que dejé el cargo de consejera me siento más liviano tanto en cuerpo como en espíritu.

Mucho me temo que los vientos de la locura se esparcen no solo en Veleiron… sino más allá. ¿Será la obra de Seldar…? ¿Será algún otro mal mayor que busca la destrucción de la razón y la vida a través de obras complejas ocultas en las sombras…? O… ¿simplemente los dioses se ríen de nosotros?

No puedo ni imaginarme el mal que mora alrededor de los bastiones de la luz. Altalas ha perdido el juicio, según me contó Durgan. A Hagalnae el alienado… lo tratan de bardo peculiar, extraño, poco diplomático… cuando bien es sabido por nosotros que es un infractor que se ha saltado nuestras propias leyes en nuestro hogar, en nuestra cara… a propósito y en varias ocasiones. Eso no es actitud por parte de un aliado, no tiene ningún sentido. No me imagino a ningún enano en casa ajena diciéndole a su anfitrión lo que debe y no debe hacer.

Pero lo peor ya no es defender a quien no tiene excusa… es buscar a alguien para soltar toda su ira y toda la maldad que germina en su alma… en este caso, a mí. Sus intenciones de castigarme y ejecutarme en una plaza pública. También de acusarme de llamar a Hagalnae el alienado, mote fue inventado por Lhandon el cantautor en una de sus odas en la plaza de Anduar, y cuya voz nos llega a todos de algún modo. Me acusó de traición y de buscar enfrentamiento, cuando bien es sabido que la traición la cometió Hagalnae a la confianza del pueblo enano, arrastrando a Thorin y ahora a Takome con ella.

Nada tiene sentido… todo parece obra del mismísimo Khaol. La gente buena y honrada se esconde en sus hogares, los justos son sentenciados y los impuros corren las calles como una plaga de desdicha infestando la moral de los puros con su lengua bífida. Takome tiene un mandatario de corazón corrupto y movido por algún interés que aún no entendemos. Los Elfos de Veleiron se han enajenado por la locura de Hagalnae. Thorin se ha apartado de nuestra relación de paz…

Es como si una sombra oscura invadiera los reinos del este.  Temo por mi propia seguridad en el reino. Nada es lo que es, y mientras aquí las tierras se inundan de una maldad extraña e incomprensible que ahoga a toda esperanza… los reinos del norte se hacen más fuertes. Me ha llegado que en los alrededores de Golthur se han visto trolls gigantes entrenados para la guerra y el retorno de asesinos renegados morando los alrededores de Anduar.

Que Eralie nos de fuerzas para encontrar la verdad en toda esta situación. Próximamente viajaré a Kheleb de nuevo y podremos compartir historias. Desde aquí, te mando un saludo y un fuerte abrazo.

Ghyrduana Girlhim.