Inicio Foros Historias y gestas Sombras chinas

Mostrando 1 respuesta al debate
  • Autor
    Respuestas
    • DyViM
      Participant
      Número de entradas: 50

      ##Ranshwung aguardaba dentro de la Opera de Anduar, un pequeño niño pobre le interceptó por los suburbios indicándole un lugar, este mismo.

      
      Ópera de Anduar: Recibidor
      
      Una gran sala abierta que, sin duda, otrora fue una clara demostración arquitectónica
      de opulencia y clase, salpicada con ciertos toques de esnobismo. Hoy en día, sin
      embargo, los restos ennegrecidos de este vestíbulo no se diferencian mucho de
      cualquier otra construcción que haya sufrido los estragos del beso de la lumbre.
      
      Las paredes están cubiertas de hollín, al menos las pocas partes de su superficie que
      no están ocupadas por columnas agrietadas, cuyas recargadas decoraciones se han
      borrado: restos metálicos corroídos que tiempo ha sostenían todo tipo de heráldica,
      y grietas que aprovecharon el incendio y el abandono para extenderse como telas de
      araña.
      
      El suelo es una amalgama sin orden ni sentido de cascotes de piedra requemada, caída
      de los arcos del techo, que, en algún momento posterior al gran incendio, han
      aplastado los restos de madera calcinada que se amontonan por doquier, y que bajo tus
      pisadas se deshacen en ceniza.
      
      Puedes ver cuatro salidas: |fuera|, ~este~, sur y norte.
      Montón de escombros.
      
      Farawen llega desde el este.
      
      Farawen dice: Vaya vaya, quien tenemos aquí, la rata de los callejones…
      
      Ranshwung se gira y mira a izquierda y derecha.
      
      Farawen dice: Eres ciudadano de Veleiron igual que yo… pero…
      
      Farawen saca su pergamino de notas donde apunta la información importante.
      
      Ranshwung inclina sus cejas pensando, quien será tan amable caballero.
      
      Asientes con la cabeza.
      
      Farawen dice: Tengo información muy valiosa tuya.
      
      Farawen dice: Que obviamente solo te perjudica.
      
      Dices en élfico: Ciudadano de Veleiron, ciertamente, aunque poco arraigado, una
      infancia complicada por ser suaves.
      
      Ranshwung pone cara de sorpresa.
      
      Dices en élfico: Tengo curiosidad por esa información tan valiosa.
      
      Farawen dice: Bueno sea lo que sea, esta información si cae en malas manos, que no
      digo que sean las mías… pueden complicarte un futuro muy próximo
      
      Asientes con la cabeza.
      
      Farawen dice: Tengo datos, de que has hecho varios negocios con Szylah de Baltia…
      
      Dices en élfico: Por mis habilidades me relaciono con variedad de gentes.
      
      Farawen dice: Por tu valiosa habilidad sobre el corte de la madera, que ya quedan pocos
      habitantes que se dedican a ello.
      
      Dices en élfico: Hay muchas habilidades que fueron necesarias, algunas son dignas de
      mención y otras, no tanto.
      
      Farawen dice: Me da igual si ahora lo niegas, mis fuentes son 200% fiables.
      
      Farawen dice: Pero podemos llegar a trato…
      
      Ranshwung cierra los ojos y sopesa la situación.
      
      Balbuceas en élfico: continua
      
      Farawen dice: Pues veras es sencillo, incluso para esclavos y gente con inteligencia
      nula.
      
      Ranshwung mueve la cabeza rápidamente, no le gusto nada esa muestra de
      debilidad balbuceando.
      
      Farawen dice: Trabaja para mi, o mis informes irán directamente al despacho del
      cruzado supremo.
      
      Farawen dice: Y a los mandatarios de Veleiron.
      
      Farawen dice: Solo tienes que trabajar para mi, no volver a hacer negocios ni con
      Szylah ni con ninguna otra organización que sea la mía.
      
      Farawen dice: Incluso tendrás un pequeño sueldo.
      
      Ranshwung se arrodilla y coge un pequeño palo quemado y traza unos
      extraños dibujos sobre el suelo.
      
      Amablemente dices en élfico: No tengo ganas de problemas, hace poco que volví y me
      encuentro cómodo sinceramente, pero esas condiciones me parecen un poco autócratas.
      
      Farawen pregunta: ¿Entonces hay trato?
      
      Dices en élfico: Cuéntame, que necesitas…
      
      Farawen dice: Tus servicios y disponibilidad para cuando te necesite.
      
      Dices en élfico: No distas mucho de actuar como otros piratas con los que me he cruzado, no
      parece tarea difícil a primera vista.
      
      Dices en élfico: Cuenta con mis servicios Farawen, pero no juegues conmigo.
      
      Farawen dice: Yo no soy pirata, soy un empresario, al que intentan quitarse del medio.
      
      Farawen dice: Bien, perfecto.
      
      Asientes con la cabeza.
      
      Farawen estrecha la mano de Ranshwung.
      
      Farawen le entrega una moneda forjada de bronce.
      
      Ranshwung toma la moneda y la mira fijamente.
      
      Dices en élfico: Me suena esa última parte, aunque no es una pasión ciertamente, la
      sangre al final siempre busca sangre.
      
      Farawen dice: Enseña esta moneda cuando alguien se te acerque y te pregunte que como
      grazna la garza.
      
      Farawen dice: y será la llave…
      
      Dices en élfico: Me gusta el detalle.
      
      Farawen dice: Cuando te necesite, yo te encuentro.
      
      Farawen dice: Hasta entonces, pasa desapercibido.
      
      Ranshwung imita el sonido de la garza mostrando una amplia sonrisa, ha
      evocado buenos recuerdos en su memoria.
      
      Farawen se coloca la capucha tapándose el rostro y se camufla entre la muchedumbre.
      
      Dices en élfico: Así será
      
      

      ##A Ranshwung el encuentro le ha dejado un evidente amargura el encuentro, pero de momento parece un juego y él pasó mucho tiempo siguiendo el juego, así que la actuación continue…

    • DyViM
      Participant
      Número de entradas: 50

      ##Ranshwung se encontraba apaciblemente en Veleiron aguardando la llegada de la noche cuando recibe una visita.

      
      Edhelorn Laern
      
      Traído desde las entrañas del bosque de Orgoth por los semi-elfos en recuerdo de su
      ascendencia élfica, se alza majestuosamente ante ti un Edhelorn, el árbol sagrado de
      los elfos. Sus ramas planas se entrecruzan ordenadamente mostrando a modo de
      exhibición sus hojas lanceoladas de color verde intenso, el tronco fuerte como la
      cabeza de un enano es de color parduzco con ligeros, pero intensos motes plateados.
      Alrededor del árbol, se alternan bancos de fino roble donde se sientan los más viejos
      del lugar a relatar historias pasadas, con hermosas fuentes dedicadas a las hadas del
      bosque.
      
      Luce el Sol en el cielo.
      
      Puedes ver cuatro salidas: sur, oeste, este y norte.
      Laren, el Iniciado y Guardia están aquí.
      
      diez Hagalnaes llega desde el sur.
      
      Guardia se va [sur]
      
      Hagalnae observa el Edhelorn Laern detenidamente.
      
      Ranshwung se encuentra sentado con las piernas cruzadas mirando con la
      mirada ida hacía lo que un día fue el Edhelorn.
      
      Ranshwung se encuentra absorto, abstraído de la realidad, sin reparar en lo
      que acontece en su entorno.
      
      Laren, el Iniciado observa Veleiron con gran orgullo.
      
      Ranshwung una pequeña lagrima recorre su mejilla izquierda, aunque son
      pocas las lagrimas que le quedan tras toda una vida de penurias y penas.
      
      Hagalnae dice en élfico: parece que está empezando a curarse.
      
      Ranshwung Ranshwung sigue enfrascado, pero de repente hace una mueca, algo
      lo ha perturbado o distraído.
      
      Hagalnae tose.
      
      Ranshwung levanta la cabeza y posa su mano en la frente, el sol lo deslumbra
      y no alcanza a aclarar la vista sobre su entorno.
      
      Ranshwung pone cara de sorpresa, al reconocer al consejero Hagalnae.
      
      Ranshwung se levanta con premura, pero en silencio y armonía.
      
      Dices en adurn: Perdón consejero, no reparé en su llegada, estaba absorto e ido, como
      nuestro querido Eldehlorn
      
      Hagalnae dice en élfico: No te preocupes Ranshwung, la situación admite momentos de
      melancolía.
      
      Ranshwung aprieta los puños pensando en esos malnacidos verdes que
      arrebataron la armonía de esta villa.
      
      Hagalnae dice en élfico: el luto es algo personal que cada uno llevamos de la forma
      más acorde a nuestra forma de ser.
      idioma élfico
      
      Asientes con la cabeza.
      
      Dices en élfico: Sabías palabras sin duda.
      
      Dices en élfico: Hay muchas cosas que sacar, guardar y llorar solo nos encierra y nos
      empequeñece.
      
      Dices en élfico: Hay que canalizar y focalizar.
      
      Dices en élfico: Pero que le voy a contar a usted, que tan sabiamente nos dirigió
      recientemente.
      
      Hagalnae asiente con la cabeza.
      
      Dices en élfico: Sabes si han podido ser ajusticiados los ejecutores de tan desalmado
      acto, consejero Hagalnae.
      
      Hagalnae dice: Hay momentos para la rabia y momentos para la tristeza.
      
      Hagalnae dice: Es nuestra labor darles a cada uno su espacio y actuar de forma
      consecuente.
      
      Hagalnae dice: No podremos actuar con la cabeza fría si primero no damos rienda suelta
      a nuestras emociones.
      
      Hagalnae asiente a Ranshwung.
      
      Hagalnae dice: No han podido ser ajusticiados aún.
      
      Hagalnae dice: hemos sido víctimas de un ataque orquestado por las Sombras del
      Baltia, con apoyo militar de la Horda Negra.
      
      Dices en élfico: Extraños compañeros de viaje sin duda.
      
      Hagalnae dice: resentidos aún tras nuestras victorias en la pasada guerra, han
      decidido esperar al momento en que en nuestra ciudad no se hallaba ninguno de
      nuestros guerreros para intentar saquearla.
      
      Hagalnae dice: no debemos juzgar eso como bajeza, la guerra es la guerra. Simplemente
      han sabido aprovechar su oportunidad.
      
      Ranshwung dirige su mirada hacía el rio asintiendo, no han sido pocas las
      veces en las que la villa ha sido objeto de saqueos en los momentos más inoportunos.
      
      Ranshwung todavía con la piel erizada, dirige su mirada hacía Hagalnae
      asintiendo.
      
      Asientes con la cabeza.
      
      Dices en élfico: No hay que tener prisa, solo ser pacientes y saber golpear duro y
      quirúrgicamente.
      
      Dices en élfico: ¿Cómo van las cosas consejero Hagalnae?
      
      Hagalnae dice: he de comentarte que, como miembro de Guante Blanco, estoy librando una
      guerra en el submundo para lograr mantener nuestra influencia, y usarla para
      proteger a Veleiron y a los seguidores de Eralie.
      
      Hagalnae dice: ya que no han podido derrotarnos en el campo de batalla, están luchando
      por las migajas que les hemos dejado para ellos.
      
      Ranshwung toma un poco de tierra del suelo y mientras la suelta lentamente comentando.
      
      Dices en élfico: Las guerras encubiertas son las más salvajes, en Naggrund se conoce
      bien ese tipo de disputas y pueden llegar a ser muy sangrientas.
      
      Hagalnae dice: este conflicto es de mucha menor importancia que la guerra, y tendrá
      muchas menos implicaciones… pero no podemos abandonar ninguna lucha por nuestra influencia.
      
      Dices en élfico: Y que organizaciones están tratando de alterar el equilibrio
      alcanzado, ¿cuál podría ser su oscuro objetivo?
      
      Hagalnae dice: aparte de las Sombras del Baltia, también la cofradía de las Garzas
      anda presente. Por otro lado, el bajá de colmillos venenosos anda desaparecido.
      
      Asientes con la cabeza.
      
      Dices en élfico: Bueno, la no aparición no quiere decir nada concluyente. Aunque
      conociéndole imagino que lo tendrá todo bien analizado y vigilado.
      
      Hagalnae asiente con la cabeza.
      
      Hagalnae pregunta: ¿Estás deseoso de vengarte, Ranshwung?
      
      Hagalnae dice: Colabora con nosotros. Podremos darle uso a tus habilidades.
      
      Ranshwung frunce el ceño.
      
      Dices en élfico: Venganza, sangre, son palabras que me acompañan y me llevaron a lo
      que ahora soy, pero ya quedaron lejos.
      
      Dices en élfico: No puedo acompañarle en esta ocasión, aunque sus palabras han iluminado
      en cierto modo mi pasaje.
      
      Dices en élfico: Volvería a dar la vida como hace unos meses a sus ordenes, pero ahora mismo
      me he vinculado a Farawen en esta extraña situación.
      
      Hagalnae asiente con la cabeza.
      
      La noche cubre Eirea con su oscuro manto.
      + . * + . * + . * + . *
      . + * . . + * . +
      . + . + . + . +
      * + . * + . * + . * + .
      ________ _________________-= -_______________-____ _ ___
      
      Dices en élfico: Ha caído la noche, así que si me disculpa, iré a recogerme.
      
      Dices en élfico: Agradezco su visita e invitación y lamento no haber podido aceptarla.
      
      Ranshwung dirige su mirada y paso hacia su pequeño hogar.
      
      Dices adiós.
      
      

       

      ##Apesadumbrado el pobre Ranshwung no pudo aceptar la petición, no podía faltar a su palabra ya dada a pesar de que las formas no le gustaron nada.

Mostrando 1 respuesta al debate
  • Debes estar registrado para responder a este debate.