Inicio Foros Historias y gestas ¿Superas un 9?

Mostrando 0 respuestas a los debates
  • Autor
    Respuestas
    • Anónimo
      Inactivo
      Número de entradas: 175

      Kelnozz, Essel y Lhandon se encuentran en el sótano de la posada: Los Dos Clavos. Un lugar un tanto lúgubre, con cierto olor a humedad típico del alcantarillado, paredes de roca negra mohosa pobremente iluminadas por candelabros y una pobre decoración de tapices y cuadros más orientada a tapar agujeros y desastres naturales que a ambientar propiamente el local. Pero ya se sabe, cuando algo es clandestino… no suele ir acompañado de lujos.

      Juegan a las cartas sobre un barril de cerveza enana usado a modo de mesa. El juego es sencillo, consta de una baraja numerada con distintos símbolos y se reparten 5 cartas a cada jugador. Luego se realiza una ronda de apuestas y cada jugador descarta entre 0 y 5 cartas. Se le da a cada jugador el mismo número de cartas que ha descartado, se realizad otra ronda de apuestas y quien tenga la mejor mano gana. Las cartas van numeradas del 1 al 13 y constan de 4 palos: Tierra, Aire, Fuego y Mar. Las últimas cartas (las numeradas del 10 al 13) se simbolizan con una figura: Príncipe, Reina, Rey, Avatar, Dios.

      Existe en la baraja 2 cartas de cofrade. Se usan a modo de comodín y simbolizan cualquier carta posible. Las combinaciones de carta pueden dar lugar a parejas (dos cartas iguales), dobles parejas, trío, escaleras, Realeza (todo figuras) y combinaciones varias como, por ejemplo, La mano de Satyr: Dios + 1-2-3-4, o la Solterona: Rey/príncipe+Reina+Rey/príncipe+Reina+Reina suelta.

      Los 3 jugadores recogen las cartas repartidas por un goblin y pegadas al pecho, las observan. Miran de soslayo a sus rivales y las depositan frente suyo.

      Lhandon: Abro con 150 platinos.

      Kelnozz observa de nuevo su mazo, observa la apuesta de Lhandon y responde: Los veo.

      Xerthelh: Subo a 250 platinos y dos cigarrillos.

      Lhandon lanza una ficha grande a modo de “igualo”, Kelnozz hace lo propio.

      Todos los jugadores descartan las cartas sobrantes ante la mirada inquisidora de sus rivales. Luego, recogen las nuevas cartas, las observan y con cara esculpida sobre mármol, Lhandon habla:

      Apuesto: Serán 700.

      Kelnozz observa atentamente la cara de firmeza de Lhandon, y con una gotita de sudor recorriéndole la sien, dice… Que sean 1000.

      Xerthelh abandona sus cartas sobre la mesa y se retira de la jugada.

      Lhandon observa la mirada perdida de Kelnozz y la tenue sonrisa que se le empieza a manifestar en la comisura de los labios.

      Lhandon reflexiona profundamente y dice…

      Serán 2000 y este Gallifante edición limitada.

      Kelnozz tantea la situación y con firmeza dice… Veo los 2000 y apuesto esta Ocarina Huesodragón a modo de pago.

      Ambas apuestas se han igualado, Lhandon habla y mostrando sus cartas dice…

      A ver si superas… un 9.

      Lhandon enseña las cartas y tiene todo números desparejados, símbolos que no concuerdan y su carta más alta es un…. 9 de tierras.

      Kelnozz lanza enfadado sus cartas sobre la mesa y dice: ¡Maldición, un 8!

      (Mismas cartas desparejadas, palos que no ligan y su carta más alta un 8 de Fuego).

      Lhandon recoge el bote generado, sospesa su ocarina y dice…

      Lhandon: Oye espera… no es auténtica, es una burda copia… aquí pone… Fabricado por Hagalnae. Seguro que ni suena.

      Kelnozz: Eso haberlo comprobado antes de aceptarla como apuesta. Bueno, ya tengo suficiente por hoy, me voy a la barra.

      Xerthelh hace lo propio, con un soplido recoge sus monedas restantes y se va a tomar algo de licor adulterado.

      Lhandon recoge sus bártulos, se despide y saludando al portero que custodia la tremenda puerta de acero forjado con ventanilla diminuta, sale a un pasillo oscuro y lúgubre. Se dirige a una trampilla, la cual golpea con ritmo. Alguien la abre y disimuladamente, vuelve a estar en el local mezclado entre la gente. Es tarde y se dirige a su casa.

      Mientras va serpenteando las calles de la ciudadela, va sospesando la ocarina en su mano y diciéndose a sí mismo….

      “Hecho por Hágalnae…” … tendrá barra. El tipo se dedica a hacer copias… ¿será que las venda…?

      De súbito se detiene, coge la ocarina con sendas manos y empieza a tocar ciertas notas. La verdad, no suena mal.

      No está mal para ser una copia barata.

      De repente, una súbita fuerza mágica gravitatoria sale expulsada de la mandolina y se dirige hacia una anciana curva que con cierta ayuda de su bastón intentaba cruzar la calle. La anciana sale despedida 6 metros girando sobre su propio centro de gravedad con fuerza, el bastón sale despedido y la visión de la anciana gritando y sus piernas agitándose buscando contacto firme finaliza cuando esta se estampa contra una pared, impactando con fuerza y quedando completamente estampada en un charco de sangre, como una cobaya en un camino adoquinado atropellada por un carro. Lentamente su cuerpo va arrastrándose por el muro hasta depositarse deforme en el suelo.

      Lhandon mira a todos los lados y se une con las sombras de un callejón. Se asoma, observa por si alguien le estaba mirando…. Y vuelve a esconderse.

      Lhandon piensa para si mismo: ¡ReSatyr!… esto es un arma… peligrosa…. ¿habrá sido casualidad…?

      Un hombre embriagado ha percibido el cadáver y se ha dirigido dando tumbos hacia la pared con intención de socorrer a la anciana. Lhandon se asoma, toca los mismos acordes, y el señor de cierta edad y estado de salud dudoso sale volando de mismo modo cual cometa en un día de viento ensartándose en un poste con la bandera de Seldar. Lo último que se oyó fue su lamento ahogado antes de morir desangrado.

      Lhandon se descojona hasta que le saltan las lágrimas. Guarda su ocarina en su mochila sin fondo y se dirige a casa de Kelnozz.

      Lhandon: Ya verás el susto que le voy a dar cuando regrese…. Hehehehe.

Mostrando 0 respuestas a los debates
  • Debes estar registrado para responder a este debate.