Inicio Foros Historias y gestas Teorías del Engaño: Sugestionando a Elphir

Mostrando 0 respuestas a los debates
  • Autor
    Respuestas
    • Gnomusad
      Participant
      Número de entradas: 158

      20:36 18/03/2024

      Esta historia es el primer capitulo sobre el alter ego de Odilhusad: Ylhamdhil, la princesa elfa, y como se hace la “rescatada” para obtener beneficios de Elphir Nestar, el Cruzado Supremo del Bastión de Plata.

      Cuando Odilhusad ve que el Cruzado Supremo, se dirige hacia las cuevas inundadas, para ajusticiar los Sajuaguines que continuamente atacan el poblado portuario de Aldara, el Sacerdote de Khaol se adelanta, y se disfraza de su alter ego femenino, se maniata las manos con una cuerda, y espera a su valeroso salvador.

      Ylhamdhil grita: ¡¡SOCORROO!!! ¡¡SOCORROO!!

      Ylhamdhil se retuerce, en su papel de secuestrada. Un par de sajuaguines curiosos, acuden a ver la procedencia de los gritos, asombrados de ver una bella elfa maniatada.

       

      Elphir lucha frenéticamente en su camino por perseguir la voz femenina. Su lanza atraviesa el cuerpo de uno de los sajuaguines mientras que trata de protegerse como puede con su escudo, sostenido con la mano izquierda. Aprestándose al combate, lanza un nuevo grito de guerra y se encomienda a Eralie para iniciar una nueva carga.

       

      Ylhamdhil emocionada de ver la encarnizada batalla grita: ¡¡Un caballero de Eralie!! ¡¡Mi salvador!!

      Elphir exclama en adurn: ¡No temáis, mi señora! ¡He venido a salvaros!

      Ylhamdhil hace una zancadilla al sajuaguín restante, que cae al suelo.

      Elphir derriba con una potente carga de su escudo a otro de aquellos seres. Después lanza una nueva estocada, acabando con la vida del último sajuaguín, que ahora yacía en el suelo.

      Elphir exclama en adurn: ¡Mi señora! ¡Vienen más! ¡Venid conmigo y huyamos de aquí!

      Ylhamdhil muestra sus manos.

      Ylhamdhil dice: ¡¡Debes liberarme primero¡¡

      Elphir exclama en adurn: ¡En efecto! ¡Dejadme recobrar el aliento y así lo haré!

      Elphir, recobrando la compostura, se apresura a desatar a la maniatada princesa.

      Elphir parece recibir otro ataque debido a su enfermedad.

      Elphir exclama en adurn: ¡Hay más, debemos huir!

      Ylhamdhil se levanta presta a seguir al caballero.

      Ylhamdhil dice: Por favor, guiéme, no se como he llegado hasta aquí.

      Ylhamdhil dice: Pero antes, veo que sufre una horrible enfermedad, permitame pedirle a Eralie que se la cure.
      > cuen elphir
      Comienzas a formular el hechizo ‘Curar enfermedad’.

      Pronuncias el cántico: ‘curis insalubri’

      La piel de Elphir deja de desmenuzarse. ¡Su lepra se ha extinguido!
      Tocas a Elphir curando su lepra.

      Ylhamdhil dice: ¡Eralie! Te imploro que cures la piel de este orgulloso caballero.

      Elphir exclama en adurn: ¡Mi señora! ¡Conocéis los dones de Eralie!

      Ylhamdhil dice: ¡Por supuesto! Eralie bendice a elfos y takomitas por igual.

      Elphir dice en adurn: Es por aquí. Este entramado de cuevas es un poco serpenteante, pero no os separéis de mí y llegaréis a Aldara a salvo.

      Ylhamdhil dice: Ya puedo seguirle, procedamos a atravesar este húmedo agujero.

      Elphir exclama en adurn: ¡Un honor que vuestra presencia sea con Nos, mi señora!

      Elphir exclama en adurn: Seguidme. Era por aquí… Dos recodos a la derecha y otro más a la izquierda… ¡Luz, al fin!

      Elphir salta de alegría.

      Ylhamdhil asiente mientras sigue cuidadosamente tras Elphir, estudiando cada uno de sus movimientos… y posesiones.

      Elphir exclama en adurn: Mi nombre es Elphir, de la casa de Nestar. ¡Y estoy a vuestro servicio, mi señora!

      Ylhamdhil dice: ¡Encantada! Soy Ylhamdhil, de la casa de la luz, princesa elfa, segunda de mi linaje.

      Elphir pregunta en adurn: ¿Cómo habéis acabado aquí, en tan lúgubre y húmedo lugar?

      Elphir dice en adurn: Tenéis suerte de que os encontrara aquí.

      Ylhamdhil dice: La verdad, no lo se, lo único que recuerdo que iba en un regio barco de mi familia, y de repente empezó a hundirse.

      Ylhamdhil dice: Cuando estaba con el agua al cuello, algo me agarro por los pies y perdí la consciencia.

      Ylhamdhil dice: ¡Gracias Elphir, Caballero de la casa Nestar!

      Elphir dice en adurn: Bueno, ya pasó… Nos encontramos en Aldara, principal puerto del reino de Takome.

      Elphir pregunta en adurn: ¿Vuestro barco naufragó?

      Ylhamdhil dice: Entonces, no estoy muy lejos de Orgoth, mi destino era navegar por el río hasta llegar a los reinos élficos.

      Ylhamdhil dice: Si, algo nos ataco desde el agua… ahora entiendo que fueron estos sajuaguines….

      Elphir dice en adurn: Me temo que con tanta lluvia el farero no tenía buena visibilidad, y no he recibido noticias suyas. Sin embargo, no os preocupéis: pondré a mis hombres a buscar más supervivientes de inmediato.

      Elphir asiente con la cabeza.

      Odilhusad teme que el farero pueda levantar sospechas ante la mentira contada al Cruzado Supremo, pues no encontrará restos. No obstante, debe continuar con la farsa.

      Ylhamdhil dice: Se lo agradezco.

      Asientes con la cabeza.

      Ylhamdhil escucha un ruido proveniente del siguiente recodo y avisa a Elphir que alce su lanza.

      Elphir dice en adurn: Esos sajuaguines son una gran molestia, ciertamente.

      Ylhamdhil dice: ¡Pues parecen que se acercan más!

      Elphir enarbola su lanza con un ágil movimiento y se gira impetuosamente para advertir el peligro.

      [Rol] Un grupo de tres sajuaguines llegan ante nuestros valerosos héroes. Uno va armado con una daga.

      Ylhamdhil dice: ¡Acaba con el de la daga, y así tendré un arma para defenderme!

      Elphir exclama en adurn: ¡Asquerosa criatura! ¡Temed la luz de Eralie! ¡Gloria a Priis! ¡Gloria a Takome! ¡Gloria a la Santa Cruzada!

      Elphir gira su muñeca, disponiendo de la punta de la lanza hacia abajo, y la arroja con un fuerte grito sobre el sajuaguín. Acto seguido desenvaina rápidamente su espada.

      Ylhamdhil al ver que el Sajuaguín que portaba la daga, permanece ensartado en una pared por la lanza de Elphir, se acerca y le arrebata la daga que portaba.

      Ylhamdhil rápidamente, le hace un corte bajo el cuello, acabando sádicamente con su vida.

      Elphir dice en adurn: ¡Corred! Yo los entretendré para que podáis escapar, mi señora.

      Ylhamdhil sale corriendo, en dirección a la luz, dejando que el valeroso, y confiado Caballero acabe con los peces-engendros.

       

      Elphir deseó despedirse de ella de alguna forma, pero ya era tarde. Continuó combatiendo contra aquellos monstruos. En lo más profundo de su corazón sabía que tenía que volver a verla.

      Cuando Odilhusad salió a la luz, supo que ya había plantado la semilla en el corazón del Elphir. En el siguiente encuentro… estaría a su merced.

       

      21:07 18/03/2024

      Cualquier forma es correcta para llegar al conocimiento.

Mostrando 0 respuestas a los debates
  • Debes estar registrado para responder a este debate.