trato comercial en Anduar

Roleo entre Eldhana y Ding sobre una compra de mineral.

Participantes: Ding y Eldhana.
Punto de vista: Eldhana.

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Taberna del Dragón Verde
El Dragón Verde es un amplio y acogedor lugar donde tomar un trago. Se encuentra repleto de fuegos en chimeneas como casi única luz, formando una tenue visión junto con el humo de
hierba en pipa que se suele fumar aquí. Todo el mobiliario es de madera, y las mesas están dispuestas a modo de reservado. En el centro hay una tarima de madera para que los bardos
y trovadores hagan su actuación, y enfrente de la puerta hay una enorme barra repleta de jarras y botellas de algún tipo de licor.
Puedes ver una salida: -este-.
Horacio, Daesun Major, Bastian y Dalvin, el trovador están aquí.
Ding (Ena) está aquí.
Letrero.
Eldhana se detiene en el umbral de la taberna y observa la estancia repleta de gente

Eldhana se fija en el enano y se desliza envuelta en su capa hacia su mesa ante la cual se detiene

Ding bebe un largo trago de cerveza.
Ding eructa.
Eldhana se retira levemente la capucha del rostro y pone mala cara ante los modales del enano
Dices en adurn: maese Ding, de Kattak….
Ding pregunta claramente:  nos conocemos?
Ding dice claramente:  veo que tú sí me conoces. Tu cara me suena, pero no caigo ahora mismo
Ding se rasca la barriga.

Dices en adurn: me habían dicho que por estos lares andaba un enano y me preguntaba si estaríais interesado en un negocio

A Ding le brillan los ojos
Ding pregunta claramente:  negocio?
Ding pregunta claramente:  qué clase de negocio?

Eldhana asiente y sonríe levemente

Dices en adurn: necesito minerales para construir algunas trampas

Ding pregunta claramente:  trampas?
Ding dice claramente:  para animales, quiero entender
Dices en adurn: y a buen seguro que nadie mejor que un enano para tal menester, bien sabido es que los Enanos son harto duchos en el manejo del pico y el martillo….

Ding te inspecciona con atención.
Ding toma aire orgulloso
Dices en adurn: por supuesto, para animales, la caza es mi sustento cuando viajo por las tierras salvajes
Eldhana se tira un poco de la capucha para ocultar una sonrisa

Ding dice claramente:  así es
Ding pregunta claramente:  qué clase de minerales necesitaría?
Dices en adurn: cuarzo y magnesio, son minerales algo raros y poco usados por los humanos pero aún los elfos utilizan el cuarzo para sus construcciones, según se dice….

Ding dice claramente:  vaya…
Ding parece desilusionado
Ding dice claramente:  por un momento pensé que tenía una excusa para volver a nuestras grandiosas minas de Kheleb-
Eldhana se mantiene a la espectativa mientras otea disimuladamente el local y vigila la puerta

Ding dice claramente:  pero si son ese tipo de minerales, creo que puedo conseguirlos más fácilmente por esta zona
Dices en adurn: no estoy interesada en el pesado hierro, maese Enano… un metal frío y cruel, prefiero el acero élfico

Sonríes suavemente.

Ding dice claramente:  bueno, creo que podría conseguirlo….
Ding sonríe
Dices en adurn: y poco valor le doy al oro, salvo su utilidad para adquirir lo que la naturaleza no me proporciona

Eldhana se lleva la mano bajo la capa y palmea algo que repiquetea con exquisito tintineo metálico del oro

Ding dice claramente:  por suerte aún queda gente que le da valor al oro
Ding te dice: si quiere cambiar oro por cuarzo, me parece justo
Ding se rasca la barbilla mientras piensa
Ding pregunta claramente:  hace mucho que no vendo cuarzo, cuanto sería un precio justo?
Dices en adurn: quizás no sea necesario si quiera extraerlo

Eldhana echa una significativa mirada a las pesadas bolsas de cuero reforzado que el enano tiene a su lado

Ding se sonroja
Ding dice claramente:  bueno, quizá algo tenga encima
Ding pregunta claramente:  de qué cantidad estamos hablando?
Eldhana asiente

Dices en adurn: ofrecería 50 platinos por tres kilos de cada mineral…..

Eldhana se aparta la capa y saca algunas monedas haciendolas rebotar en su mano

ding mira entre sus bolsas
Preguntas en adurn: y bien?

Ding pregunta claramente:  50 platinos?
Ding dice claramente:  pensaba que era una broma
Eldhana arrastra una silla y se sienta en el borde observando al enano

Eldhana asiente y empieza a apilar las relucientes monedas doradas sobre la mesa, a la vista del enano, ttentadoras

Ding dice claramente:  he dicho que no recordaba el precio, pero no que no sepa lo que cuesta conseguirlo
Dices en adurn: un precio bueno, me parece….

Ding dice claramente:  50 por cada bolsa podría ser justo, entre amigos.
Ding dice claramente:  o al menos entre enanos
Ding dice claramente:  para una elfa desconocida…
Eldhana suspira fingiendo pesar

Ding dice claramente:  ding te examina
Ding dice claramente:  150 platinos sería justo
Preguntas en adurn: pardiez, maese enano, ¿acaso pensáis que mi pueblo extrae oro a raudales del corazón de la tierra como vuestra gente?

Dices en adurn: somos gente sencilla que tan solo comercia y vende vino y uvas…

Dices en adurn: no podría pagar un precio tan alto… quizás setenta piezas de oro….

Eldhana sigue apilando monedas ordenadamente sobre la mesa

Ding dice claramente:  los enanos también somos gente sencilla, pero bueno supongo que podríamos rebajar un poco el precio
Eldhana suspira, esperanzada

Ding dice claramente:  100 platinos, precio de amigo, pero….
Ding dice claramente:  invitas a una ronda a mis compadres de ahí dentro
Dices en adurn: un honorable enano no se reducirá, seguramente, a saquear la bolsa del desfavorecido, siendo como sois señores de los metales preciosos  e Hijos de Eralie como el
resto…. vuestra habilidad no conoce parangón….

Ding dice claramente:  mira la puerta de la taberna
Ding parece ofendido
Ding pregunta claramente:  saquear?
Ding dice claramente:  soys vos la que ha venido a buscarme
Eldhana observa una muchedumbre de Enanos que cantan a voz en cuello llevando el ritmo con golpetazos de las jarras en la mesa

Eldhana alza una mano, conciliadora

Dices en adurn: pretendía decir….

Eldhana reflexiona

Dices en adurn: conozco tantas lenguas que a veces las palabras se mezclan y me siento confusa

Le guiñas el ojo a Ding.
Dices en adurn: presionar….

Ding dice claramente:  entiendo
Ding se relaja

Ding dice claramente:  bueno, dejemoslo en 100 platinos, quizá hasta puede que a alguno no le sentara bien que lo invitara una elfa
Eldhana sonríe a Ding y saca otras cuantas piezas de oro macizo

Ding ofrece la mano mientras dice: trato?
Dices en adurn: probad su calidad, señor enano…. tentadlas… acuñadas en Takome no hace ni dos lunas….

Ding coge la bolsa
Ding sopesa la bolsa
Ding dice claramente:  bueno, me parece que podría valer
Eldhana estrecha la enorme mano del enano con su pequeña mano de finos dedos

Dices en adurn: me complace este trato, Maese Ding

Ding rebusca entre sus posesiones y separa 2 bolsas de entre ellas
Ding te ofrece Saco de Trozos de Cuarzo y Bolsa de minerales.
Coges Saco de Trozos de Cuarzo y Bolsa de minerales de Ding.
Finalmente logras cargar Saco de Trozos de Cuarzo y Bolsa de minerales.
Eldhana recoge las bolsas, desliza el cordón de la boca de las mismas y revuelve en su interior

Dices en adurn: excelente mineral, bien extraído y depurado… digno trabajo de un maestro minero como vos

Eldhana se ajusta las bolsas al cinturón y se levanta con movimientos pausados

Ding parece orgulloso
Ding dice claramente:  perfecto, ha sido un placer hacer negocios con vos
Ding dice claramente:  pero…. todavía no me habéis  dicho vuestro nombre
Ding dice claramente:  me gusta saber con quien hago tratos
Eldhana se detiene un momento y se descubre totalmente el rostro dejando a la vista sus rasgos élficos y su melena de reflejos dorados

Dices en adurn: soy Eldhana de Veleiron, consejera de la villa

Eldhana hace una graciosa reverencia

Ding dice claramente:  ha sido un placer, lady Eldhana
Ding dice claramente:  si en algún momento necesita de mis servicios, ya sabe donde encontrarme
Dices en adurn: no dudaré en ponerme en contacto con vos si así fuera necesario, maestro enano

Ding dice claramente:  bueno, pues si no necesita nada más…
Ding dice claramente:  tengo unos asuntos a medias

Ding mira la puerta de la taberna de reojo
Eldhana se vuelve a cubrir la cabeza con su capucha y tras un gesto de despedida abandona la taberna sigilosamente