Otro arduo día de trabajo.
Kalm me tiene de punta en punta en toda Eirea.
Por suerte ya terminó la noche, y solo queda intentar una vez más, si puedo perfeccionar, mi hechizo para ver el pasado…
Coloqué la bola de cristal en la pequeña mesa de madera, que se encontraba llena de velas, de múltiples colores, que al adentrar sus luces en la bola, mil formas se aparecían.
Acerqué lentamente mis manos temblorosas hacia ella, y cerré mis ojos.
Mi mente se tornaba completamente borrosa.
Tras estar sumergido en el plano de la magia abrí mis ojos.
Y hay estaba todo.
Mis primeras lecciones con Frigaldo.
Mi primer asesinato a un joven druida…
Lo estaba consiguiendo, podía ver todo mi pasado.
Y quería ver más y más, a si que me concentré con toda mi energía pero…
Un intenso dolor me hizo desequilibrar mi mente, y se borró todo.
Todo lo que conseguí ver, se había borrado por completo.
Solo quedaba mi mente totalmente blanca.
Abrí los ojos, y un charco de sangre se esparcía por toda la mesa, que pasó de marrón a rojo.
Una fuerte hemorragia tenía en mis manos, totalmente cubiertas de pequeños trozos de cristal incrustados.
Intenté no gritar, y contener el dolor, pero fue inútil, la pérdida de sangre fue tal, que caí inconsciente en apenas unos minutos.
Al despertar Hermillo se encontraba ante mi, curando mis manos que poco a poco se iban cicatrizando.
Mientras recuperaba la consciencia lentamente escuchaba a Rakmet que mencionaba mi nombre.
Al reincorporarme pude contemplar que me encontraba en la cede de la inquisición.
Rakmet y Velminard.
Me miraban fijamente, y Rakmet me acercaba un emblema con el símbolo de la inquisición.
Al darme cuenta unos cuentos inquisidores me rodearon.
Mientras hacían reverencias, al parecer ya era un miembro de la inquisición.
Pero que abran visto en mi.
Por que estoy formando parte de la inquisición.
A caso es el destino que está tejiendo poco a poco mi vida?.
