Un sueño perturbador

La oscuridad de la noche cubre el cielo estrellado de la legendaria Anduar, un silencio sepulcral empapa las calles de la antigua urbe. En el despacho del General de la guardia un lagarto trabajaba sin cesar en su escritorio, los ojos de Szhysszh empezaban a entrecerrarse por el cansancio. Pocos segundos después queda totalmente dormido y una visión pasada y lejana perturba su dulce sueño.

La visión borrosa empieza a aclararse paulatinamente. Consigues vislumbrar una especie de arena de entrenamiento, armaduras, armas y utensilios rellenan la soledad del lugar. Un sol de justicia te golpea duramente en la espalda y a duras penas aguantas el calor. Al girarte te das cuenta de que no estás solo y una figura imponente y autoritaria te acompaña. Se trata de tu antecesor, el antiguo General de la guardia, Zhantaakuz el Cruel.

Zhantaakuz dice: Buenos días, recluta, hoy será tu primera instrucción como aprendiz de guardia, si quieres ser aceptado en el gremio tendrás que entrenar duramente y superar las pruebas, para tu suerte o desgracia, tu instructor seré yo.

Zhantaakuz se ríe.

Szhysszh se seca el sudor de la frente con su manga.

Zhantaakuz dice: una de esas pruebas es aguantar las condiciones climatológicas, por supuesto, un nivrim está entrenado en las peores condiciones para soportar todo tipo de adversidades.

Szhysszh asiente fervorosamente con la cabeza.

Szhysszh dice: señor, daré el máximo para que mis hermanos me puedan considerar un igual y estén orgullosos de mí.

Zhantaakuz dice: esta es la actitud jovenzuelo, veamos si después del entrenamiento sigues estando tan eufórico.

Zhantaakuz dice: empecemos, no podemos perder ni un solo segundo, el tiempo es oro. La primera instrucción será de combate, es lo primero que tienes que aprender, pues no puedes realizar el resto de tareas si eres un pobre indefenso, a quien ibas a proteger en tu actual estado si no eres capaz ni de protegerte a ti mismo.

Zhantaakuz dice: los nivrims somos maestros en todo tipo de armas, allí tienes un armario con distintas armas, elige la que quieras.

Szhysszh se acerca al armario e inspecciona todo el armamento que hay, segundos después agarra con ambas manos una espada de tamaño colosal.

Szhysszh se cuadra delante del General con el arma agarrada por una mano.

Zhantaakuz dice: muy bien, buena elección, veo que te gusta la fuerza y la robustez, pero deberías empezar a coger el mandoble con las dos manos. Será más fácil de manejar y ejecutar movimientos más letales con él.

Szhysszh asiente y agarra la espada con ambas manos como el General le sugirió.

Zhantaakuz dice: lo primero que debes saber, el mandoble es un arma muy pesada con la que podrás ejecutar ataques devastadores que inflijan graves daños al enemigo, por lo que primero tendrás que familiarizarte con su peso para manejarlo suave y velozmente.

Zhantaakuz dice: aquí tenemos un muñeco de entrenamiento, está fabricado con un material muy resistente, ahora aséstale varios golpes.

Szhysszh levanta a duras penas el mandoble y lo deja caer sobre el muñeco con fuerza.

Zhantaakuz dice: para ser el primer golpe no ha estado mal, continua.

Szhysszh asiente dubitativamente, pues el calor y el cansancio empiezan a agotar su cuerpo.

Szhysszh vuelve a levantar el mandoble como puede y asesta otro golpe al muñeco que se mantiene impasivo. Las horas van pasando y el joven recluta cada vez está más cansado, a punto de llegar a su límite. El sol sigue apretando fuerte y la sed y ganas de descansar de Szhysszh hacen que sus golpes cada vez sean más débiles.

Zhantaakuz dice: así no conseguirás ser un honorable guardia, golpeas como un elfo!

Szhysszh consigue articular pocas palabras debido al cansancio extremo que tiene.

Szhysszh dice A-AGUA, po-por fa-favor.

Zhantaakuz dice: no beberás agua hasta que consigas romper el muñeco, aunque de ello dependa tu vida.

Szhysszh pone una rodilla en el suelo después del último golpe, sus fuerzas le abandonan.

Zhantaakuz dice: quizás debí haber dejado que esos lagartos de antaño acabaran con tu vida en vez de rescatarte!.

Después de escuchar esas palabras, Szhysszh saca fuerzas de flaqueza y se levanta. Siente una terrible ira y la aprovecha para levantar con fuerza su mandoble por encima de la cabeza utilizando ambas manos, después con un arco perfecto lo deja caer con fuerza a la vez que un grito de rabia sale de su boca.

Szhysszh grita: YIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

El golpe del recluta es devastador, partiendo el muñeco por la mitad como si fuese mantequilla.

Después del golpe, el recluta mira fijamente al general de manera desafiante.

Zhantaakuz se ríe y dice: Muy bien, así me gusta, esa es la mirada que quería ver. Hemos acabado por hoy, ves al barracón y descansa, mañana será otro día duro.

Szhysszh pone cara de satisfacción y poco a poco emprende el camino a los barracones.

Zhantaakuz dice: por cierto, buen golpe.

Szhysszh se yergue ante el general y asiente con la cabeza. La imagen de la visión cada vez se hace más borrosa a medida que el recluta se va alejando.

Szhysszh se despierta en su escritorio entre sudores fríos, el recuerdo del entrenamiento matinal había inundado sus sueños. Siente una sensación de desasosiego, como si algo fuera a ocurrir. ¿Porque había soñado con tiempos pasados y con su antiguo mentor? Todas esas preguntas sumían al actual General en la intranquilidad.