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Como cuentan los bardos, todas la historias – hasta las más insignificantes- se mueven al ritmo de la música. Un música que no es, sino el devenir de acontecimientos, en su mayoría corrientes y mundanos, que no afectan por igual a todos sus protagonistas. Algunos de ellos se ven envueltos en las historias de forma casual, viéndose atrapados en una maraña de aventuras y romances sin recordar qué les había empujado a ello. Otros, en cambio, se ven empujados a vivirlas por una fuerza inexorable que los atrapa y se antepone a cualquier otro antojo o necesidad. En este último, numerosas serendipias juntan a aquellos seres, componiendo de nuevo un telón musical cuyas texturas y colores dan vida a los Sueños de los Bardos de toda Eirea.
Para Annalenna, una pícara y juguetona semielfa, aficionada al vino y a las leyendas, las canciones que pensaba escuchar aquella noche en la taberna iban a ser muy diferentes…
Taberna de la ‘Viña Plateada’
Te encuentras en la taberna de la Viña Plateada, archiconocida por sus maravillosas Lenguas de
Vino de la cosecha de Veleiron. La luz es más tenue aquí y el bullicio de la sala te asombra,
semi-elfos, ayari y humanos van de aquí para allá. Las mesas son de madera de roble y en las
paredes contemplas numerosos tapices que plasman la historia de la guerra contra los drows. En
el extremo izquierdo se encuentra la barra en la cual ves a una persona que por su altura no
muy común entre elfos y sus orejas puntiagudas dirías que es un semi-elfo sirviendo unas
jarras de vino a los clientes que acuden a la barra a pedirle bebida y comida.
Unas escaleras labradas en roble ascienden al piso superior donde se encuentran los aposentos
dedicados al descanso o placeres nocturnos…
Puedes ver tres salidas: |oeste|, arriba y -sur-.
Gileth, Yled el trovador y dos Clientes están aquí.
Thyrbur está aquí.
Cartel.
Cliente paga lo que debe al tabernero.
Gileth sirve un vaso de su mejor vino.
Thyrbur se sonroja.
Dices en elfico: Saludos, forastero.
Thyrbur exclama: ¡Saludos!
Preguntas en elfico: ¿Sois un bardo errante?
>
Cliente conversa con el tabernero.
Yled el trovador dice en adurn: He Visto Muchos Rios Pero Ninguno Es Tan Bello Como Nuestro
Cuivinien De Aguas Plateadas.
Gileth ordena las botellas con armonia
Thyrbur dice: Asi es, y vengo por tus tierras buscando a Yled el trovador que para por esta
taberna.
Dices en elfico: Por el aspecto lo parecéis. Lleváis las botas sucias de polvo del camino.
Dices en elfico: ¿Yled? Yled el Trovador no es un bardo errante. Vive aquí con nosotros, en
Veleiron…
Thyrbur dice: Me gusta aprender historias y cuentos de todos los lugares de Eirea
Asientes con la cabeza a Thyrbur.
Gileth pregunta: ¿Qué va a tomar?
Yled el trovador dice en adurn: Los Ayari De Hithrim Se Dejan Influenciar Demasiado Por Los
Silvanos Últimamente, Deberían Dejar Pasar Por El Bosque Como Se Hizo Toda La Vida.
Gileth sirve un vaso de su mejor vino.
Thyrbur dice: Y vengo buscando que Yled me pudiese contar alguna con la que después yo pueda
entretener a los demás
Preguntas en elfico: Ah… entiendo. ¿Nos deleitaréis entonces con vuestra música, o sois vos
quien viene a deleitarse con la de Yled?
Cliente dice en adurn: La Lengua De Vino De Gileth Es Increible.
Thyrbur dice: Ambas cosas podríamos hacer
Yled el trovador dice en adurn: Los Ayari De Hithrim Se Dejan Influenciar Demasiado Por Los
Silvanos Últimamente, Deberían Dejar Pasar Por El Bosque Como Se Hizo Toda La Vida.
[Emoción] Annalenna alza una ceja en señal interrogativa mientras se acerca a la barra a pedir
una copa de vino.
Cliente conversa con el tabernero.
Cliente paga lo que debe al tabernero.
Cliente dice: ¡Gileth! Otra lengua.
[Emoción] Thyrbur mira a la semi-elfo y su copa de vino.
Dices en elfico: Vienen muchos bardos a conocer a Yled, pero por lo general no suelen
cantar… O lo hacen rematadamente mal.
Yled el trovador dice en adurn: He Visto Muchos Rios Pero Ninguno Es Tan Bello Como Nuestro
Cuivinien De Aguas Plateadas.
[Emoción] Annalenna alza la copa mirando a Yled y luego al bardo, y la degusta con el olfato
antes de mojar los labios.
Cliente conversa con el tabernero.
Thyrbur dice: Hace mucho tiempo, pude hacer un pequeño trabajito para un aventurero en
Anduar, y este me regalo mi pieza más preciada.
Thyrbur dice: Se trata de un arpa.
Preguntas en elfico: ¡Oh! ¿Eres de Anduar?
Yled el trovador dice en adurn: ¿sabías Que Puedes Conversar Con Muchos De Los Personajes Que
Encuentras En Tus Aventuras? Mira Ayuda Conversar.
Thyrbur dice: En realidad, no soy de ningún lugar.
Thyrbur dice: Pero me gusta ayudar allí donde me digan.
emote enarca una ceja mientras da otro sorbo de su copa de vino.
Thyrbur dice: En aquella ocasión, ayude al aventurero en Anduar.
[Emoción] Annalenna enarca una ceja mientras da otro sorbo de su copa de vino.
Yled el trovador dice en adurn: La Gente Ha Padecido Mucho Desde El Cataclismo, He Visto En
Mis Viajes Auténticos Dramas Familiares.
Thyrbur dice: Y desde entonces, ensayo con ella en cuanto tengo tiempo libre.
Dices en elfico: ¿Ningún sitio al que llamar hogar? No es muy común para un semielfo como tú.
Dices en elfico: Aunque supongo que nunca lo entenderé del todo, ya que siempre me he
relacionado con ciudadanos de aquí.
Thyrbur dice: Bueno, no fue decisión mía, aunque bueno algún día espero formar parte de alguna
familia o clan familiar.
Thyrbur exclama: ¡Pero me gusta mi vida!
Dices en elfico: ¿Lanzaros a los caminos no fue decisión vuestra? ¡Ésa sí que es buena! No lo
había escuchado nunca…
Thyrbur dice: Entretengo a cientos de viajeros con mi arpa y mis historias, y puedo subsistir
gracias a ello.
Thyrbur dice: Mas bien, me lanzaron a los caminos, poco o nada se de mi familia, y mis
primeros recuerdos son de las calles de Anduar y una anciana que me alimentaba.
Dices en elfico: Estáis de suerte entonces, porque soy una gran admiradora de la música y de
las leyendas. Muchas veces disfruto de los aprendizajes de nuestra historia con Hagalnae
y con Yled.
Thyrbur exclama: ¡Hagalnae!
Thyrbur exclama: ¡Otra leyenda de las que escuché hablar!
Dices en elfico: Sabed también que soy crítica, y es fácil perder mi interés si la gesta no es
de mi agrado.
Thyrbur dice: Ahora estoy agotado del largo camino, no hice más que llegar.
Thyrbur dice: Pero estoy seguro que en estos dias nos volveremos a cruzar, y te intentare
deleitar con alguna de mis historias.
Dices en elfico: Muy bien. Entonces os retaré.
Dices en elfico: Si conseguís una historia que me emocione tal vez…
Dices en elfico: … tal vez pueda recomendaros a Hagalnae para que aprendáis de él.
Thyrbur dice: Por cierto mi nombre es Thyrbur.
Thyrbur dice: Thyrbur, el vagabundo, así es como me llaman.
Dices en elfico: Yo no voy a deciros mi nombre… al menos de momento.
[Emoción] Annalenna sonríe pícaramente y apura su copa de vino.
Thyrbur dice: Os reconoceré, sin necesidad de preguntar por ti.
Dices en elfico: Disfrutad de los viñedos de Veleiron, Thyrbur el Vagabundo, y meditad muy
bien la historia que habréis de contarme.
Dices en elfico: Estaré pendiente de vuestros progresos si la narración merece la pena.
Thyrbur dice: Seguro que echaremos otra buena copa de vino.
[Emoción] Annalenna vuelve a sonreír misteriosamente e inclina la cabeza a modo de despedida.
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Los quehaceres de la vida del bardo, pese a aquellos conciertos memorables, se basan en la monotonía del ensayo: dominar un instrumento requiere práctica y una voluntad férrea e inspiración. Algo tedioso y poco visible entre aquellos que sólo observan el trabajo final del poema, cuando ya es canción. Por ello, la vida del bardo errante está plagada de polvo: polvo en el camino para recorrer los reinos y aprender sus canciones. Y en esos viajes, cómo no, encontrar pequeños pedacitos de hogar… aunque sea bajo la sobra de un árbol.
Edhelorn Laern
Traído desde las entrañas del bosque de Orgoth por los semi-elfos en recuerdo de su
ascendencia élfica, se alza majestuosamente ante ti un Edhelorn, el árbol sagrado de los
elfos. Sus ramas planas se entrecruzan ordenadamente mostrando a modo de exhibición sus hojas
lanceoladas de color verde intenso, el tronco fuerte como la cabeza de un enano es de color
parduzco con ligeros, pero intensos motes plateados. Alrededor del árbol, se alternan bancos
de fino roble donde se sientan los más viejos del lugar a relatar historias pasadas, con
hermosas fuentes dedicadas a las hadas del bosque.
Luce el Sol en el cielo.
Puedes ver cuatro salidas: sur, oeste, este y norte.
Antiguo Alcalde de Veleiron, Guardia, Laren, el Iniciado y Ciudadano están aquí.
siete Thyrbures está aquí.
Dices en elfico: Saludos de nuevo, trovador errante.
[Emoción] Thyrbur sobresaltado por una fémina figura se apresura a recoger un manuscrito y
guardar el arpa que empuñaba.
Thyrbur dice en adurn: Hola…
Thyrbur dice: Ah… eres tú…
[Emoción] Annalenna se asoma pícaramente desde el otro lado del Edhelorn.
Preguntas en elfico: ¿Qué melodía cantábais?
Thyrbur dice: Ehh… si, si, aquí me encuentro ensayando…
Empieza a llover.
Dices en elfico: Ensayando con vuestra arpa, vuestra gran amiga inseparable…
Te ríes.
Thyrbur dice: Una historia que me conto el trovador de Veleiron.
Dices en elfico: ¿Yled? Yled conoce muchas historias, pero me temo que ya conozco todas…
Thyrbur dice: Pensé que no me escuchaba nadie.
Dices en elfico: Oh, en absoluto. Esto es Veleiron. Aquí nadie pasa desapercibido…
Te ríes.
Thyrbur pregunta: ¿Has podido escuchar el sonido de mi arpa?
Asientes con la cabeza a Thyrbur.
Dices en elfico: Necesitarás más que un ensayo a la sombra del Edhelorn para ganarte mi
nombre, trovador errante.
Thyrbur dice: La verdad que me encontraba muy cómodo al pie del Edhelorn.
Thyrbur dice: No lo hacía con intención de atraer a nadie.
Thyrbur sonrie.
Thyrbur dice: Pero ya que has venido…
Thyrbur dice: Mira, en este pergamino está escrito lo que ensayaba.
[Emoción] Annalenna se encoge de hombros de una forma socarrona.
Thyrbur dice: A ver…
[Emoción] Thyrbur empuña con delicadeza el arpa, y tras un sonoro solo del mismo canta varias
líneas de una canción.
Deja de llover.
Thyrbur dice: Por esta parte es la que iba ensayando.
Thyrbur se sonroja.
[Emoción] Annalenna observa fijamente a Thyrbur y su música, embelesada por el continuo rasgar
del arpa.
Dices en elfico: No está mal… Para ser una canción de Yled.
Thyrbur sonrie.
Dices en elfico: Veo que no perdéis el tiempo en aprender música en Veleiron.
Dices en elfico: Pero siguen sin impresionarme las canciones que ya conozco.
Thyrbur dice: Nunca pierdo el tiempo, siempre hago algo util.
Thyrbur dice: Mmmm…
Thyrbur pregunta: ¿Conoces a Valharig?
Dices en elfico: Todo el mundo lo conoce… O al menos su tristeza. Por la canción.
Laren, el Iniciado observa Veleiron con gran orgullo.
Thyrbur dice: Bueno una historia bien contada puede cambiar mucho, aunque ya la conozcas.
Thyrbur dice: Y puede sorprenderte, aunque te sepas hasta el último punto.
Dices en elfico: Tendrás que seguir practicando, Thyrbur el Vagabundo. No estáis a la altura
todavía de Yled o Hagalnae.
Thyrbur sonrie.
Thyrbur dice: Eso es verdad.
Dices en elfico: Pero practicad vuestras propias canciones e historias, y así yo podré
escucharlas.
Thyrbur dice: Todo a su debido tiempo…
Dices en elfico: Si me contáis una historia que no conozca, quizá revele mi nombre. A su
debido tiempo, también.
Te ríes.
Thyrbur dice: Llevo años escribiendo MI canción, pero aún le queda mucho.
Thyrbur asiente con la cabeza.
[Emoción] Annalenna mira con atención a Thyrbur cuando pronuncia esa última frase.
Preguntas en elfico: Ahora habéis captado mi atención, desde luego. ¿Estaréis a la altura de
las expectativas?
Thyrbur dice: Aparte de canciones puedo entretenerte con algunos trucos que me se, mis manos
son hábiles
[Emoción] Thyrbur aparta su capa y deja entrever una bolsa con varias pelotas de trapo.
[Emoción] Annalenna sonríe pícaramente y después da un paso hacia atrás.
Thyrbur dice: Cuando no estoy inspirado, hago malabarismos con estas pelotas de tela.
Dices en elfico: Os dejo practicar esas hábiles manos, entonces. Ya mucho os he entretenido de
vuestros ensayos.
Thyrbur exclama: A los viajero, en Anduar, les suele gustar y !Hasta me dan monedas por verme
jugar con ellas!
Thyrbur dice: Pero si, aprovechare el bonito manto de estrellas para inspirarme y seguir
ensayando.
Preguntas en elfico: ¿Acaso eso deseáis de mí? ¿Que os pague por cuatro pelotas lanzadas al
aire?
Thyrbur sonrie.
Thyrbur dice: Aunque me gane así la vida, nunca te cobraría por entretenerte.
Sonríes.
Dices en elfico: Ya nos veremos, trovador errante.
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Hay bardos que sostienen que el amor existe, pero muchas veces sólo lo sostienen sobre sus propios intereses: jamás se alejarán de la vida del camino y se asentarán a conocer a nadie realmente. Por ello tienden a cantar de amores imposibles, de sirenas y marineros enamoradas y divididos entre dos mundos, cada uno inevitablemente inhabitable para el otro. Quizá por ello los parajes de las canciones románticas sean tan tristes y misteriosos: suele ser el propio bardo quien los experimenta y plasma en un pentagrama antes de alejarse para siempre. Si los bardos tienen una certeza en sus vidas de vagabundo es que de no disfrutar el presente, lamentarán para siempre el pasado.
Muelles de Veleiron: Orilla del río
Te encuentras al final del muelle, en la orilla del río Cuivinien cuyas aguas fluyen con calma
en esta parte del río apreciando su pureza y reconociendo su color en los ojos de la mayoría
de semi-elfos que habitan la ciudad. Diversas barcas se encuentran atracadas a los postes
listas para surcar el río en compañía de los pescadores.
Luce el Sol en el cielo.
Puedes ver dos salidas: norte y este.
siete Thyrbures está aquí.
Cartel informativo.
Empieza a llover.
[Emoción] Annalenna se zambulle en el agua, vestida apenas con la ropa interior, ignorando
totalmente la presencia del bardo.
[Emoción] Thyrbur se acerca al rio a lavarse la cara y se queda embelesado cuando ve la figura
de una semi-elfa nadando a unos 20 metros de la orilla.
Las imágenes de Thyrbur se desvanecen.
Thyrbur dice: No puede ser… es ella..
Thyrbur balbucea nervioso.
Thyrbur exclama: ¡Ehhh!
[Emoción] Annalenna repara instantáneamente en el bardo y sonríe maliciosamente. Acto seguido
comienza a nadar dirección sur de una forma elegante pero no muy rápida.
Pegas un salto y te zambulles al agua en dirección sur.
A través del Río Cuivinien
Tu travesía por esta parte del río es plácida y reconfortante, incluso piensas que un cambio
de tiempo no podría alterar este imperturbable estado. Las aguas del Cuivinien corren
tranquilas hacia su desembocadura en las bellas costas de Ainfalas, donde el Mar espera con
sus brazos abiertos la llegada de estas aguas cual madre recibe a su niño recién nacido.
Un impresionante chaparrón de lluvia cae sobre los alrededores, haciendo estragos.
El agua avanza hacia el sur debido a la moderada fuerza de la corriente.
Ves algunos peces saltar en arcos sobre las aguas…
Thyrbur se zambulle en el agua de sopetón haciendo ruido y salpicando bastante
intentando llamar la atención de la semi-elfa.
Te ríes.
Exclamas en elfico: ¡Sois un pésimo nadador, bardo errante!
Thyrbur dice: Hola, disculpa, no sabía que estabas ahí.
Thyrbur se sonroja.
Thyrbur dice: No era mi intención espiarte, discúlpame.
[Emoción] Annalenna mantiene la distancia con el bardo, sonriendo pícaramente.
Thyrbur dice: Nadas muy bien, ¿desde cuándo lo haces?
Thyrbur pregunta nerviosamente sin saber que más decir.
Preguntas en elfico: ¿Debería creeros? ¿O debería interpretar que sois tan osado y vulgar como
los trovadores errantes de vuestra calaña?
Thyrbur se sonroja.
Dices en elfico: Os habéis lanzado al agua como los marineros al canto de las sirenas.
Thyrbur dice: Pues la verdad venía a acicalarme y pude verte muy de lejos, de hecho casi no
sabia quien eras.
Thyrbur dice: Y hasta que no me zambullí no me di cuenta de que eras ti
Deja de llover.
[Emoción] Annalenna señala entre risas su ropa tendida por los árboles cercanos al muelle y
acto seguido comienza a nadar hacia una zona más profunda.
[Emoción] Thyrbur mira como la ropa de la elfa cuelgan de las ramas, y acto seguido y sin
saber porque la persigue nadando.
Thyrbur se sonroja.
Thyrbur pregunta: ¿Sueles venir mucho por aquí?
Exclamas en elfico: Mucho me perseguís, trovador errante, ¡pero no habéis hecho gala todavía
de vuestras intenciones!
Te ríes.
Dices en elfico: Yo vivo aquí. No como vos.
Thyrbur dice: Mis intenciones solo son las de refrescarme.
Te ríes.
Thyrbur dice: Y estirar un poco los músculos, a veces hacer deporte ayuda a la inspiración.
Thyrbur dice: Y ver bonitos paisajes también ayuda a inspirarme.
[Emoción] Annalenna busca con una sonrisa maliciosa el arpa del trovador en algún punto de la
orilla.
Te ríes.
Thyrbur exclama: ¿Qué miras? ¡No me quité toda la ropa!
Preguntas en elfico: ¿Bonitos paisajes es lo que buscáis en Veleiron?
Thyrbur dice: Aunque un baño sin nada de ropa es de lo más reconfortante.
Thyrbur dice: O en este rio, mientras alguien se baña.
Thyrbur sonrie.
Empieza a llover.
[Emoción] Annalenna sonríe pícaramente y le lanza entre risas una de las pocas prendas que le
quedaban a Thyrbur a la cabeza, antes de alejarse nadando un poco más.
Thyrbur sonrie.
[Emoción] Thyrbur nada lentamente y con la mirada clavada en la semi-elfa.
[Emoción] Annalenna es mejor nadadora que el bardo, y a la distancia tomada resulta casi
imposible averiguar qué prenda de ropa le falta en el agua.
Thyrbur cambia el rumbo y se dirije nadando hacia la orilla.
[Emoción] Annalenna mira al bardo en su cambio de trayectoria. Su rostro muestra un poco de
decepción.
Thyrbur se sienta en una roca cercana a la orilla y se dispone a tocar su arpa.
Deja de llover.
[Emoción] Annalenna escucha atentamente al bardo, sin acercarse lo más mínimo.
Thyrbur entona una dulce melodía mientras canta a media voz.
Thyrbur mira a la semi-elfa invitándola a escucharle, como si le cantase solo a
ella.
[Emoción] Annalenna trata de discernir las palabras que salen de su boca.
Thyrbur baja aún más su tono, intentando hacer que la fémina se acerque.
[Emoción] Annalenna niega con la cabeza pícaramente.
Exclamas en elfico: ¡Todavía me debéis una canción!
Thyrbur termina su canto, guardando el arpa y vistiéndose.
Empieza a llover.
Thyrbur se gira hacia la semi-elfa y dice: Acabo de hacerlo, si no la has
escuchado es porque no has querido, amiga.
Te ríes.
Thyrbur dice: Trataba de una sirena que era atraído por un bardo errante.
Thyrbur dice: Se titula: La Sirena que fue Embelesada mientras Nadaba en un Río.
Thyrbur se rie.
Preguntas en elfico: ¿Y qué le ocurrió a la sirena?
La noche cubre Eirea con su oscuro manto.
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Thyrbur dice: No sé, hay varios finales para esa epopeya.
Thyrbur dice: Unos narran que todo fue mera ilusión.
Thyrbur dice: Otros, que el bardo estaba borracho y loco.
Thyrbur dice: Yo creo que la sirena en realidad era una bella semi-elfa que nadaba con poca
ropa.
Exclamas en elfico: ¡Ajá! ¡Pero quizá os falte el final más plausible y divertido!
Thyrbur exclama: Algún día te cantaré el final, ¡y espero divertirte!
Exclamas en elfico: ¡El bardo descubrirá que la sirena cantaba mejor que él!
Te ríes.
Dices en elfico: Bueno, ahí tienes una historia que no conozco. Te dejaré ensayándola cuanto
necesites.
Thyrbur dice: Bueno, hasta entonces y si el destino nos depara que nos volvamos a cruzar
escucharas el fin del relato.
Thyrbur dice: Aunque pocos días me quedan en tu pueblo, lo que venía hacer ya lo termine
anoche.
Thyrbur dice: En cuanto recoja mi recompensa volveré a mi Anduar.
[Emoción] Annalenna mira al bardo desde lo lejos, todavía dentro del agua.
Deja de llover.
Dices a Thyrbur: tengo quizá uno mejor
[Emoción] Thyrbur termina de recoger sus pertenencias y se pierde por el camino hacia
Veleiron.
[Emoción] Annalenna sigue con la mirada al semielfo hasta que se pierde en la oscuridad y
vuelve a zambullirse.
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Si bien algunos de los más grandes viajeros de todo Dalaensar, muchos de ellos bardos, también han desatacado por su viajes marítimos, no suele ser lo habitual. El mar, que maravilla a unos y es temido por otros, o incluso ambas cosas al mismo tiempo, es un gran desconocido para los marineros más experimentados. Algunos bardos cantarán sus canciones y contarán sus leyendas, pero jamás navegarán sus aguas bajo el temor a Nirvë. Algunos bardos errantes tienen siempre los pies en la polvorosa tierra, pero el corazón en los océanos profundos.
Muelles de Veleiron: Orilla del río
Te encuentras al final del muelle, en la orilla del río Cuivinien cuyas aguas fluyen con calma
en esta parte del río apreciando su pureza y reconociendo su color en los ojos de la mayoría
de semi-elfos que habitan la ciudad. Diversas barcas se encuentran atracadas a los postes
listas para surcar el río en compañía de los pescadores.
Luce el Sol en el cielo.
Puedes ver dos salidas: norte y este.
Bote de Annalenna.
ocho Thyrbures está aquí.
Cartel informativo.
[Emoción] Annalenna saluda al bardo desde su bote de remos alzando una mano y sonriendo.
Empieza a llover.
[Emoción] Thyrbur mira a su alrededor, percatándose de que es él quien es saludado.
Dices en elfico: Saludos, trovador errante.
Thyrbur dice: Hola.
Thyrbur dice: De nuevo nos volvemos a cruzar.
Sonríes.
Preguntas en elfico: Eso es. ¿Habéis encontrado ya a vuestra sirena enamorada?
Thyrbur sonrie maliciosamente.
Thyrbur dice: Creo que eso no existe.
Exclamas en elfico: ¿Las sirenas? ¡Oh! ¡Claro que existen!
>
Thyrbur pregunta: Aunque cosas más raras se ven, ¿Verdad?
Dices en elfico: Pero sólo podréis verlas si sois buen nadador o marinero…
Thyrbur sonrie.
Thyrbur mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen
armoniosamente.
Thyrbur exclama: ¡Una semi-elfo con buen humor!
[Emoción] Annalenna examina considerablemente al bardo, con una expresión socarrona en el
rostro.
Thyrbur dice: Como broma, ya está bien.
Dices en elfico: Creo que no sois ni lo uno ni lo otro…
Bote de Annalenna
Te encuentras en una pequeña embarcación de madera en la que apenas cabría otro pasajero más.
La más mínima perturbación del agua hace que se mueva de un lado a otro violentamente, lo cual
no te inspira mucha seguridad. Amarrados a sendos lados se encuentran unos remos.
Una densa capa de lluvia cae sobre los alrededores.
El agua está en calma, cual espejo.
En el exterior: Muelles de Veleiron: Orilla del río (mirar exterior).
Desde aquí podrías abandonar el bote.
No hay ninguna salida.
Remos.
Te encaramas con agilidad al Bote de Annalenna.
ocho Thyrbures llega de la superficie.
¡Thyrbur acaba de llegar a la cubierta del Bote de Annalenna!
Dices en elfico: Procura no caerte por la borda y todo irá bien.
Interior del Río Cuivinien [6º Oeste, 1º Sur]
Empiezas a girar los Remos para orientar la embarcación hacia el sur.
Thyrbur pregunta: Y… ¿este bote es tuyo?
¡Se produce una gran sacudida que por poco te hace caer de bruces al suelo! ¡la embarcación ha
encallado al intentar navegar en dirección sudoeste!
Thyrbur exclama: ¡Nadas mejor que comandas este bote!
Dices en elfico: Así es. Bienvenido a mi bote.
Thyrbur pregunta: ¿No estas alejándote demasiado?
Thyrbur dice: Llévame de vuelta, por favor.
Preguntas en elfico: ¿Tanto miendo tenéis, trovador errante?
Thyrbur dice: ¿Miedo? Que va, solo que tenía cosas pendientes por hacer, y ya te dije que
nunca me gusta perder el tiempo.
La embarcación se detiene.
Agarras con fuerza los Remos y empiezas a girar hacia el noreste mientras la embarcación surca
los mares a toda velocidad.
[Emoción] Annalenna ríe entre dientes mientras entona una pequeña tonadilla élfica.
Maniobras con los Remos para navegar en dirección noreste.
Costas de Ainfalas [39º Oeste, 22º Sur]
Sirena y Pez Espada están aquí.
Farallón de Nendili.
det
Exclamas en elfico: ¡Alto! ¡alto! ¡detened la navegación!
La embarcación se detiene.
Dices en elfico: Ahí está.
Thyrbur dice: Pero…
Thyrbur dice: Pero…
Thyrbur pregunta: ¿Que trama es esta?
Thyrbur dice: Va, venga, dile a quien esta disfrazado de sirena que ya me has hecho la broma y
podemos volver.
[Emoción] Annalenna señala a la Sirena desde el bote.
Thyrbur dice: Si, si… ya la vi.
Thyrbur dice: Parece muy real, pero ya puedes dar por terminada la broma, y volvamos.
Preguntas en elfico: Para contar tantos cuentos e historias, sois muy escéptico. ¿No érais vos
quien componía una canción acerca del amor de un bardo y una sirena?
Thyrbur dice: No era esta sirena…
Te ríes.
Thyrbur dice: Bueno, pues ya que no vas tú, iré yo a decirle que volvemos a Veleiron.
Dices en elfico: Claro que no sería esta sirena. La sirena de tu historia estaba en un muelle,
no en un farallón.
[Emoción] Thyrbur de un pequeño salto sale del bote. Tras unos minutos en el exterior regresa,
sin palabras y con la mirada perdida en el infinito.
Thyrbur dice: E..ee…era real.
Te ríes de Thyrbur.
Thyrbur dice: M..Me… me acerqué y, y , y entonces salto al agua y desapareció.
Thyrbur pregunta: Y,y ¿sabes que pude ver también?
Las imágenes de Thyrbur se desvanecen.
Exclamas en elfico: ¡Ya te has enamorado de tu sirena!
Thyrbur dice: Que va…
Thyrbur exclama: Te…Te… ¡Tenía un arpa como la mía!
Preguntas en elfico: Cuéntame, ¿qué más viste?
>
Thyrbur exclama: ¡Idéntica a la mía!
Te ríes.
Agarras con fuerza los Remos y empiezas a girar hacia el este mientras la embarcación surca
los mares a toda velocidad.
Thyrbur pregunta: ¿Tendrá algo que ver con mi pasado?
Thyrbur mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen
armoniosamente.
Thyrbur dice: Vi muchas arpas, pero ninguna como la mía, esa era idéntica
Preguntas en elfico: ¿Tu pasado?
Thyrbur dice: Cada cuerda, cada detalle.
Thyrbur exclama: ¡Era igual!
Dices en elfico: Dos arpas iguales lo único que demuestran es un mismo artesano, como mucho.
Thyrbur dice: Claro, y las sirenas comercian con artesanos.
Thyrbur dice: No sé, estoy en estado de shock…
Thyrbur dice: A veces, he soñado algo parecido a lo que acaba de ocurrir allí.
Dices en elfico: Pero veo que lo de la sirena os ha afectado, quizá más de lo que esperaba.
¿No recuerdas? Las sirenas no comercian con artesanos, que yo sepa. Sólo cantan a los
marineros y se enamoran de los bardos errantes.
[Emoción] Annalenna se encoge de hombros mientras le tiende un trozo de papel a Thyrbur.
Dices en elfico: Ahora podréis acabar la historia.
[Emoción] Thyrbur alarga su mano temblorosa, y coge el papel.
Thyrbur dice: Así será.
[Emoción] Annalenna sonríe pícaramente y, ayudada por el remo, moja a Thyrbur.
Exclamas en elfico: ¡Ahora sal de mi bote, o te echaré al agua!
Te ríes.
Thyrbur sonrie.
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En las canciones de los bardos que perduran en la memoria, siempre se imprentan los sentimientos de los autores. Sin embargo, son sesgadas las opiniones menos populares: la fama tiene su doble filo en la navaja. Las canciones cantan sobre los sueños del bardo, pero poco cantan de aquellas personas a las que el bardo puede dañar. Esos sentimientos nunca quedan plasmados en sus canciones.
Taberna de la ‘Viña Plateada’
Te encuentras en la taberna de la Viña Plateada, archiconocida por sus maravillosas Lenguas de
Vino de la cosecha de Veleiron. La luz es más tenue aquí y el bullicio de la sala te asombra,
semi-elfos, ayari y humanos van de aquí para allá. Las mesas son de madera de roble y en las
paredes contemplas numerosos tapices que plasman la historia de la guerra contra los drows. En
el extremo izquierdo se encuentra la barra en la cual ves a una persona que por su altura no
muy común entre elfos y sus orejas puntiagudas dirías que es un semi-elfo sirviendo unas
jarras de vino a los clientes que acuden a la barra a pedirle bebida y comida.
Unas escaleras labradas en roble ascienden al piso superior donde se encuentran los aposentos
dedicados al descanso o placeres nocturnos…
Puedes ver tres salidas: -oeste-, arriba y -sur-.
Gileth, Yled el trovador y cuatro Clientes están aquí.
ocho -|Thyrbur|/-es está aquí.
Cartel.
Thyrbur se gira hacia la puerta y ve como es atravesada por la guapa semi-elfa. Despues de
levantarle la mano la invita a que se siente junto a el en la ultima mesa de la sala.
Annalenna dubita, y finalmente se acerca a la mesa del bardo.
Thyrbur nervioso golpea con un ritmo acompasado la mesa contra sus nudillos.
Thyrbur mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen
armoniosamente.
Cliente conversa con el tabernero.
Cliente paga lo que debe al tabernero.
Thyrbur dice: Hola.
Dices en elfico: Buenas noches, trovador errante.
Te sientas en una de las mesas del local para saborear tu Lengua de Vino.
Thyrbur levanta el dedo índice a Gileth, indicándole que le ponga una botella de su mejor
vino.
Gileth ordena las botellas con armonía
Sonríes.
Empieza a dolerte la cabeza, que alegría.
Thyrbur dice: Hoy tengo mucho que celebrar, y me gustaría compartirlo contigo.
Preguntas en elfico: ¿Ah sí? ¿Has encontrado finalmente a tu sirena?
Thyrbur sonrie.
Thyrbur dice: No, encontré la verdadera razón por la que vine aqui.
Thyrbur dice: Cuando hablé contigo la primera vez que nos cruzamos te dije que venía en busca
de que me contaran historias…
Thyrbur dice: Y la verdad es que venía en busca de escribir la mía propia.
Cliente dice en adurn: La Lengua De Vino De Gileth Es Increible.
Cliente dice en adurn: ¡gileth! Otra Lengua.
Annalenna bebe de su copa de vino y mira ensimismada a Thyrbur, escuchándole atentamente.
Thyrbur se bebe de un sorbo la copa de vino y se sirve otra mientras anima a la joven a beber.
Te sientas en una de las mesas del local para saborear tu Lengua de Vino.
Quedas saciada al terminar tu Lengua de Vino.
Thyrbur carraspea y comienza hablar pausadamente.
Thyrbur susurra: Verás, lo que me trajo aquí fue la noticia de que el alcalde daría una
recompensa a quien encontrase o enfrentara a un temido bandido que moraba cerca de Veleiron.
Thyrbur mira a su alrededor cerciorándose de que nadie más le escucha.
Preguntas en elfico: ¿Y lo encontraste?
Thyrbur dice: Y, después de varios días, encontré el escondite de esa maldita banda.
Annalenna apura su copa de vino y pide otra más, sin dejar de mirar al bardo.
Thyrbur dice: Yo conocí al temido Archan, y el… el conoció mi florete.
Thyrbur con un ágil movimiento desenvaina su florete y corta el aire con maestría.
Dices en elfico: ¿Archan? No me suena de nada ese nombre…
Las imágenes de Thyrbur se desvanecen.
Thyrbur dice: Y aquí me tienes… gastando la recompensa que gane.
Annalenna mira el florete del trovador errante con atención.
Thyrbur dice: Era el jefe una organización que se dedicaba a asaltar a comerciantes por los
caminos cercanos a las viñas.
Dices en elfico: Parece una buena espada, tu florete. Quizá demasiado simple, eso sí.
Thyrbur dice: Así que, si nadie ni nada me lo impide ofreciéndome alguna aventura, esta será
la última noche por estos lares.
Dices en elfico: Me alegro que esos bandidos hayan encontrado su final, desde luego…
Annalenna mira al bardo muy fijamente mientras enarca una ceja de una forma muy marcada y expresiva.
Preguntas en elfico: ¿Última noche?
Thyrbur acaba su último sorbo de la copa y se sirve otra.
Thyrbur dice: Si, mañana recogeré mis pertrechos y me iré con mis historias a otro lugar.
Annalenna cambia la expresión súbitamente de ensimismamiento a… ¿hostilidad?
Dices en elfico: Espero entonces que hayáis disfrutado Veleiron.
Thyrbur con visibles efectos de embriaguez da un salto de su silla, pone su pie izquierdo
sobre la mesa y empuña su arpa.
Thyrbur aclara su voz con una suave tos y se dispone a cantar.
Preguntas en elfico: ¿Habéis disfrutado del vino de Veleiron?
Thyrbur entona una dulce melodia mientras toca el arpa y mira fijamente a los ojos de la
joven.
Dices en elfico: No quiero escuchar ninguna historia de un bardo borracho. Os lo advierto.
Thyrbur despues de una corta interpretación se vuelve a sentar junto la joven y sirve un par
de copas acabando la botella de vino.
Thyrbur pregunta: Bueno, ¿qué te ha parecido mi interpretación?
Dices en elfico: Esperaba algo peor, dado el vino que corre por tus venas ahora mismo.
Thyrbur sonríe.
Annalenna da un par de sorbos pequeños a su copa de vino, tratando de evitar la mirada de
Thyrbur
Thyrbur canturrea sin que se le entienda muy bien lo que dice mientras toca las palmas a
compas.
Annalenna se queda callada en silencio, y comienza a mirar alrededor, visiblemente incómoda.
Thyrbur dice: Hace mucho tiempo compartí grandes ratos con un buen amigo.
Thyrbur pregunta: El me enseñó una tecina de cante que se acompañaba solo de palmas, sin
ningún instrumento. ¿Curioso, verdad?
Thyrbur mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen
armoniosamente.
Asientes con la cabeza a Thyrbur.
Thyrbur dice: Pero bueno, esa historia con mi amigo te la contare otro día, ¡qué grande mi
amigo…! Camarau du isla, se llamaba.
Thyrbur dice: Un peculiar muchacho muy moreno y anillado pelo largo.
Annalenna da un sorbo largo a su copa, apurando todo el contenido de la misma.
Preguntas en elfico: ¿Cómo vas a contármela otro día, si es tu última noche aquí?
Thyrbur dice: Bueno, va siendo hora que pague al tabernero y me entregue la llave de mi
habitación.
Preguntas en elfico: Jamás volverás, ¿verdad?
Thyrbur dice: Si el destino nos vuelve a cruzar… te la contaré.
Thyrbur mira fijamente a la joven.
Asientes con la cabeza a Thyrbur.
Thyrbur dice: Si conociera el nombre de alguna bonita semi-elfa del lugar quizás volviese
pronto preguntando por ella.
Thyrbur se sonroja.
Dices en elfico: No sé para qué queréis saber mi nombre, trovador errante.
Dices en elfico: Los caminos de Dalaensar tienen muchos nombres, y en vuestros viajes no
podréis recordarlos todos.
Annalenna se levanta de improviso, y se dirige hacia la barra de la taberna para pagar lo que
debe por el vino.
Thyrbur dice: El tuyo perduraría en mi recuerdo, te lo aseguro.
Dices en elfico: Espero que hayáis disfrutado vuestra estancia aquí, trovador errante.
Thyrbur dice: Pudo ser mejor.
Thyrbur abandona la mesa y se va a la barra hacer cuentas con el tabernero.
Dices en elfico: Gracias por mantener a salvo los viñedos.
Dices en elfico: Confío en que si os traen de nuevo por aquí los pasos de vuestras botas
podamos compartir otro vino.
Thyrbur paga a Gileth y este le entrega las llaves de su habitacion.
Thyrbur sonrie a la joven mientras encamina las escaleras de la planta alta de la taberna.
Dices en elfico: Espero que algún día encontréis la sirena que buscáis. Cuidadla entonces, y
recordad que las sirenas no pueden lanzarse a los caminos con la misma facilidad que un
trovador errante.
Haces una reverencia a Thyrbur.
Exclamas en elfico: ¡Que vuestros pasos os guíen lejos!
Annalenna se da media vuelta y se marcha apresuradamente y de forma brusca de la taberna, con
los ojos algo enrojecidos.
sur
Calle de Velian
Te paras ante un llamativo cartel que dice: Taberna de la Viña Plateada. Oyes un murmullo de
voces y cantes procedente del interior sintiéndote atraído a entrar y compartir el jubilo del
gentío. La calle aquí es un poco mas austera si la comparamos con la Vía principal del
poblado, pisas un suelo compuesto de baldosas de arcilla y graciosos candiles de brea
acoplados junto a las puertas de entrada de las casas te alumbran el camino.
Luce el Sol en el cielo.
Puedes ver tres salidas: -norte-, este y oeste.
El ambiente está bastante frío aquí fuera.
Lloras.
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