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    • gotrek
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      Capítulo 1.
      El primer encuentro.

      Intervinientes: Elfalath y Eldhana.
      Punto de vista: Elfalath.

      Nota: se han conervado textos del juego para mejorar la ambientación

      ====

      Elfalath se paseaba por el bosque de poblado de Thorin sumido en sus pensamientos y contemplando la variopinta vida natural, tanto animal como vegetal que se desarrollaba bajo la mano protectora de los thorinyas cuando llegó al gran Roble de Thorin y tuvo un encuentro que no esperaba.

      Gran Roble de Thorin
      Te quedas estupefacto al contemplar el fastuoso espectáculo que la naturaleza brinda a tus ojos, pues ante ti se encuentra el que parece ser el árbol más longevo del bosque. Su
      majestuoso tronco difícilmente podría ser abrazado por cinco corpulentos humanos y su copa, que más que una copa de árbol parece un cielo verde lleno de pequeños animalitos que con
      sus juegos y saltos evocan las estrellas fugaces del firmamento, tiñe de un verde intenso toda la zona, a la vez que refresca el bajo bosque con su inmensa sombra. Del suelo ves
      aparecer sus poderosas raíces, que sobresalen ondulándose sobre la superficie del bosque. Su tamaño te permitiría poder sentarte en ellas para gozar de la fresca sombra a los pies
      de este roble milenario que parece contener la esencia del bosque. En la dura y gruesa corteza del roble puedes apreciar el paso de los años.
      Argan está en cuarto menguante.
      Velian está completamente llena y resplandeciente.
      Eldhana está aquí.

      Eldhana observa las ramas del gigantesco roble con reverencia
      Eldhana baja la vista hacia el joven semielfo
      Eldhana dice en adurn: Saludos, Hijo De Thorin
      Elfalath se sonroja ante la mirada de la semi-elfa.
      Elfalath parece un poco desconcertado con el adurn. No parece tener mucha experiencia con él.
      Preguntas en elfico: Saludos, hija de… ¿Veleiron?
      Eldhana dice: ah, veo que has notado mi acento y que prefieres la lengua de nuestros padres
      Dices en elfico: Discúlpame. No os conozco y siento que debería.
      Asientes con la cabeza a Eldhana.
      Eldhana te sonríe con dulzura
      Eldhana se echa lentamente la capucha hacia atrás dejando a la vista sus penetrantes ojos y su melena dorada.
      Eldhana dice: soy Eldhana de Veleiron
      Dices en elfico: Saludos entonces, hija de Veleiron.
      Elfalath parece más aliviado al haber acertado la procedencia de la semielfa.
      Eldhana dice: y estoy aquí de paso pues mis viajes me llevan lejos y vuelvo siempre aquí a descansar, entre los troncos de este milenario bosque
      Eldhana dice: de los pocos refugios que aúnq quedan en el continente
      Eldhana pregunta: ¿y vos sois?
      Dices en elfico: En efecto, este bosque es milenario, al igual que muchas almas que aquí habitan. Fijaos en este roble.
      Eldhana observa de nuevo el roble
      Elfalath señala el roble para poyar sus palabras.
      Dices en elfico: Mi nombre es Elfalath, y soy un cazador de los Nyathor.
      Eldhana dice: Encantada de conoceros, joven Elfalath
      Eldhana dice: Un nombre antiguo y poderoso ese que lleváis
      Eldhana te sonríe abiertamente
      Elfalath mira dubitativo a la elfa, como deseando decir algo pero sin encontrar el valor de que las palabras abandonen sus labios.
      Eldhana dice: Guerreros incomparables de la floresta son los cazadores de los thorinyas
      Dices en elfico: Elfalath me pusieron de nombre mis padres para que no olvidara la sangre que aún corre por mis venas.
      Dices en elfico: Aunque no es sangre de guerrero, me temo. Sólo es sangre de soñador, como suelen decirme. Sangre de alguien que anhela los caminos y sin embargo no se atreve a abandonar tan preciado bosque.
      Dices en elfico: ¿Cómo lo hacéis? ¿Para recorrer los caminos sin extrañar el hogar? Porque está claro que tenéis alma de viajera incansable.
      Elfalath no puede evitar mirar a las botas de la semielfa.
      Eldhana cambia de postura junto al roble y roza con las yemas de los dedos la corteza siguiendo sus rugosidades mientras te mira
      Eldhana dice: Así pues… vuestros padres recuerdan aún la lengua y las costumbres de los Elfos
      Eldhana se entristece.
      Eldhana dice: hace mucho que recorro las tierras salvajes en busca de su rastro, pero pocos son los que caminan por el mundo aún – y menos aún los que desean- compartirlo con nosotros
      Eldhana suspira.
      Eldhana dice: No es extraño que os pese abandonar Thorin
      Eldhana observa las espesas enramadas y los gigantescos árboles que forman una especie de salón cuajado de columnas arbóreas
      Eldhana dice: Como os digo, aquí se respira aún el aire de los bosques de los Días Antiguos
      Dices en elfico: Así es, la recuerdan. Recuerdan las más nobles tradiciones, y también los buenos sentires de la gente élfica.
      Asientes con la cabeza a Eldhana.
      Dices en elfico: Sí… Yo no habré vivido los Días Antiguos, pero este lugar me produce paz.
      Eldhana se apercibe de tu mirada y levanta un pie mostrando su bota alta
      Eldhana pregunta: Os supone alguna curiosidad mis botas joven Elfalath?
      Dices en elfico: Yo.. eh… No, no he podido evitar contemplar el barro fresco del camino. Posiblemente sea de más allá de la senda del claro…
      Eldhana dice: yo nací en la 3º Era… pero aún en aquellos tiempos el mundo ya había cambiado….

      Eldhana sonríe con picardía.
      Dices en elfico: Por eso he creído que veníais de Veleiron.
      Eldhana recorre con un dedo el cuero de una de sus botas mientras te sonríe
      Dices en elfico: Bueno, por eso y porque nunca os había visto por aquí…
      Dices en elfico: Os hubiera recordado. No suelo olvidar una cara, y la vuestra no sería una excepción…
      Eldhana dice: Estas botas son un objeto que conseguí a lo largo de mis aventuras
      Eldhana dice: Se las cambié a un grupo de mercaderes a cambio de mis servicios como centinela y exploradora…. tienen cierto grado de poder mágico y hacen que el movimiento en silencio sea más efectivo…. me contaron que procedían del tesoro de un viejo dragón, pero no sabría decir si ello es cierto
      Elfalath rueda los ojos y finge un inusitado interés por las botas.
      Eldhana te guiña un ojo con complicidad.
      Dices en elfico: ¡Dragones! Terroríficos seres deben ser, sin duda.
      Eldhana dice: Así es

      Eldhana dice: Llevo viniendo por estas tierras desde hace ciento cincuenta años, joven Elfalath
      Eldhana dice: Pero quizás los hados no nos hayan cruzado hasta el día de hoy
      Dices en elfico: Vaya. Mucho antes de que yo naciera…
      Elfalath hace cuentas con los dedos.

      Eldhana dice: he contemplado a a algunos desde lejos, volando como gigantescos murciélagos tapando la luna con sus alas, y en cierta ocasión atisbé a uno de día cazando sobre los bosques de Kattak
      Eldhana dice: Pero nunca me he cruzado con ellos… no soy una guerrera ni un paladin, mi espada no podría dar cuenta de tales bestias
      Dices en elfico: Eso debió de ser toda una experiencia. Yo me hubiera muerto de miedo.
      Eldhana palmea suavemente la gran vaina que cuelga, inclinada, a su costado izquierdo
      Eldhana pregunta: Cuantos años tenéis joven Elfalath?
      Dices en elfico: Haré 50 dentro de poco. Un tercio de lo que vos habéis vivido.
      Eldhana sonríe con benevolencia
      Eldhana dice: sois un jovenzuelo para nuestras cuentas
      Elfalath pone la mano en el tronco del roble y se apoya sobre la misma.
      Eldhana te mira con mal disimulado regocijo
      Eldhana pregunta: y de veras sois cazador tan joven?
      decir Posiblemente. Carezco de numerosas experiencias según los estándares humanos, pero en
      la práctica soy capaz de esconderme por el bosque sin dificultad e interpretar los sonidos de
      los animales.
      Dices en elfico: Posiblemente. Carezco de numerosas experiencias según los estándares humanos,
      pero en la práctica soy capaz de esconderme por el bosque sin dificultad e interpretar
      los sonidos de los animales.

      Eldhana pasa la mano frente a su rostro disimulando una sonrisa

      Eldhana dice: vaya… vaya… cuán osado

      Eldhana pregunta: habréis viajado lejos, supongo, no?
      Niegas todo lo que Eldhana ha dicho.

      Eldhana te mira a medias seductora, a medias divertida
      Dices en elfico: Apenas he salido de Thorin. Éste bosque es mi hogar.

      Eldhana dice: um…. mucho os queda aún por aprender, pues
      Eldhana te mira.
      Dices en elfico: Todavía soy joven para los estándares de la raza élfica, como habéis dicho.

      Dices en elfico: Además, tampoco he sentido todavía el deseo de abandonar este bosque sin
      haber construido todavía mi hogar.

      Eldhana dice: en mi caso…. fui abandonada no sabemos por quien cerca de Veleiron, y posteriormente rescatada por unos mercaderes de vino y entregada al cuidado de algunas mujeres de la
      villa… no sé di de dónde, ni de quien procedo

      Eldhana se pone seria por unos momentos
      Elfalath se queda callado, sin saber muy bien cómo reaccionar a tan triste historia
      de abandono.

      Eldhana dice: solo sé que desde joven he sentido una nostalgia arrolladora por volver a
      reunirme con nuestros antepasados, los Elfos
      Asientes con la cabeza a Eldhana.
      Preguntas en elfico: ¿Nunca habéis conocido a un elfo?

      Eldhana dice: ciertamente

      Eldhana dice: he hollado muchos lugares lejanos en su búsqueda… más, no somos bien recibidos
      en muchos lugares, pues nos desprecian por nuestra sangre mestiza

      Eldhana dice: las florestas de Orgoth están cerradas para todos, y a nosotros solo nos reciben las flechas que
      salen de la espesura

      Eldhana dice: encontré un pequeño poblado en el reino de Anduar donde aún viven algunos ocultos entre las ramas del bosque de Elrahir

      Eldhana dice: conseguí hacerme con su confianza pero no me aceptaron entre ellos

      Eldhana dice: y allá en Naggrung…

      Eldhana señala hacia el sur entre los enormes troncos
      Preguntas en elfico: ¿Elfos? ¿Ocultos en Elrahir?

      Eldhana dice: encontré a los supervivientes de los Elfos de la segunda Era viviendo colgados de los Acantilados del Trueno

      Eldhana dice: con ellos si trabé gran amistad pues les suministré materiales que necesitaban pero su situación es precaria y los elfos de raza pura cada día son menos y mayoritarios los mestizos y los humanos que entre ellos viven

      Eldhana dice: sí, buenos arcos son los que construyen las gentes de Elrahir pero son pocos y cautelosos y rodeados de enemigos y humanos por doquier
      Asientes con la cabeza a Eldhana.

      Eldhana pregunta: gustarías verlos, Elfalath?
      Dices en elfico: Yo nunca he visto ningún elfo puro.

      Eldhana te sonríe, prometedora

      Dices en elfico: Pero tal y como dices, no aceptarán un mestizo como yo si no os han aceptado
      a vos.

      Eldhana dice: um…. no nos aceptan pero valoran nuestra ayuda y aceptan nuestras visitas y
      nuestra amistad
      Dices en elfico: Y tampoco querría ser aceptado por alguien que no ha hecho lo mismo con vos.

      Eldhana dice: más, son muchas las leguas de tierras salvajes que nos separan del reino de Anduar
      Asientes con la cabeza a Eldhana.
      Dices en elfico: Ya veo.

      Eldhana dice: para ello deberéis de entrenaros bien en el manejo de la espada, el arco y las trampas de caza

      Eldhana dice: podriamos encontrarnos con enemigos como jamás habéis visto, puesto que pasaremos cerca de los infectos pantanos de Zulk
      Dices en elfico: Quizá debería entrenar, pero soy mas ducho en otras habilidades…

      Eldhana sonríe maliciosamente

      Eldhana pregunta: ah, sí? y qué habilidades son esas?
      Dices en elfico: Desde pequeño se me ha dado bien correr y jugar entre las hojas secas sin
      producir ruido alguno, y esconderme en los bosques sin levantar sospecha de los más
      atentos animales.

      El Sol sale por el horizonte indicándote el comienzo de un nuevo día.
      \ | /
      \ _–=–_ /
      / \
      – ( ) –
      ————————
      Dices en elfico: Puedo diferenciar por su sonido muchos tipos de animales, incluyendo a las
      sigilosas rapaces nocturnas, e imitar el ulular de las lechuzas.

      Eldhana dice: no sería buena idea jugar con los hombres lagarto, tienen un genio atroz, diría

      Eldhana ríe quedamente

      Eldhana hace un gesto de admiración
      Dices en elfico: Puedo entablar amistad con facilidad con los animales. Me entiendo mejor con
      ellos que con la gente.

      Eldhana dice: no son talentos precisamente inútiles en las grandes tierras
      Elfalath se sonroja.
      Dices en elfico: Aunque tenéis razón, y quizá sí debería trabajar el arte marcial de la espada
      y el arco.

      Eldhana asiente, convencida
      Eldhana pregunta: como andáis de reflejos? combate a espada? fintas?
      Dices en elfico: Lo más parecido a un combate que he visto ha sido correr junto a una manada
      de lobos o bailar en las noches de verbena al son de los bardos errantes aquí, en la
      taberna.

      Eldhana dice: ya…..

      Eldhana dice: por cierto…. fijaos en aquella rama

      Eldhana señala una rama alta
      Elfalath dirige su mirada a la rama que señala Eldhana.

      Eldhana, con un único fluido movimiento y en total silencio desenvaina de manera fulgurante su
      espada, da un paso adelante y golpea suavemente con el plano de la hoja en ambos hombros aElfalath, roza con la punta su gaznate y vuelve la hoja a su vaina retrocediendo nuevamente un paso y cruzándose de brazos con expresión divertida
      Eldhana dice: sí, vuestros reflejos no son los óptimos, ciertamente

      Elfalath siente que se corta su respiración.

      Eldhana se acerca nuevamente y te palmea suavemente las mejillas

      Eldhana pregunta: estáis bien?

      Eldhana dice: parece que habíais visto una serpiente en vuestro petate….

      Eldhana se rie.
      Dices en elfico: Mi señora… no soy diestro con la espada ni el arco. No esperaba esa
      acometida…
      Preguntas en elfico: ¿Una serpiente? ¿Dónde?

      Eldhana dice: precisamente es lo que sucede en las batallas, que uno no las espera, por ello
      ha de estar siempre preparado para ellas

      Elfalath busca con la mirada el petate, que había dejado apoyado junto al roble.

      Eldhana dice: era… una figura retórica….

      Eldhana se rie.
      Dices en elfico: Lástima. Siempre me han gustado esos reptiles.
      Preguntas en elfico: Una vez escuche una historia acerca de las serpientes. ¿Queréis
      escucharla?

      Eldhana dice: contadme contadme
      Dices en elfico: No sé si es cierta o no, pero me gustan las historias.

      Eldhana escucha, divertida, mientras se apoya contra el tronco del roble y desliza sus dedos
      entre sus largos cabellos dorados mirándote con ojos entrecerrados

      Eldhana dice: a mí también

      Eldhana espera observandote con curiosidad

      Dices en elfico: Cuentan que las serpientes fueron creadas por el dios Spp. Y que éste las
      amaba tanto que les concedió la inteligencia suficiente como para ser la especie
      dominante en este planeta.

      Eldhana dice: algo con respecto a ese tema he escuchado….
      Dices en elfico: Según dicen, los dragones, los hombres-lagarto, los basiliscos… provenían
      de estas serpientes primigenias.

      Eldhana dice: algunos de ellos han probado mi hoja….
      Dices en elfico: Pero algo ocurrió entre ellas y Spp. Algo horrible que desató la cólera del
      dios.

      Eldhana acaricia la empuñadura de su espada

      Dices en elfico: Y éste marchitó sus extremidades, maldiciéndolas. Aquellas que no le habían
      sido fieles veían como sus brazos se caían y sus piernas se pudrían, obligándolas a
      reptar por el suelo.

      Eldhana se estremece con repugnancia

      Eldhana dice: no gusto de las serpientes
      Dices en elfico: Dicen que ahora no pueden recordar que fueron una gran raza que antes
      caminaba, y que ahora sólo puede arrastrarse en señal de penitencia por un pecado que
      cometieron.

      Dices en elfico: Dicen que sólo prosperaron aquellas que se mantuvieron fieles.

      Eldhana asiente, interesada
      Dices en elfico: Pero sólo son eso, historias, Eldhana de Veleiron.
      Dices en elfico: A mí sí que me gustan las serpientes. Se comen los ratones y evitan que éstos
      estropeen el huerto.
      Dices en elfico: Se esconden con facilidad, más por temor que por otra cosa.
      Dices en elfico: Al contrario de lo que la gente piensa, la mayoría no son venenosas ni
      peligrosas.

      Eldhana tuerce el gesto

      Eldhana dice: son frías y desagradables y he visto mutaciones de las mismas que no os
      gustarían
      Sé bien de lo que hablo.
      Dices en elfico: Hay lenguas más venenosas en algunas personas que en las serpientes comunes,
      creedme. Sé bien de lo que hablo.

      Eldhana dice: en eso tenéis toda la razón

      Eldhana dice: incluso os diría…

      Eldhana alza la cabeza escuchando la llamada de un cuerno lejano

      Eldhana se reincorpora y recoge su petate que había dejado en el suelo

      Eldhana dice: ha sido un placer joven Elfalath, pero… los maestros de los thorinyas me
      requieren para una importante reunión
      Asientes con la cabeza a Eldhana.

      Eldhana se te acerca y te palmea suavemente el hombro

      Eldhana dice: he gozado mucho de nuestro encuentro

      Dices en elfico: El placer es mío, Eldhana de Veleiron. La maestra de las espadas.

      Eldhana dice: buscadme bajo las copas de estos robles, nos volveremos a ver
      Asientes con la cabeza a Eldhana.

      Eldhana ríe suavemente

      Eldhana alza la mano mientras desaparece rápidamente entre los árboles
      Elfalath se queda pensativo… ¿Buscarla? ¿Había dicho algo de buscarla?

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