El sol ya se encontraba en su punto más alto.
La nieve se derretía con sus rayos.
Mi brazo se encontraba totalmente pálido.
-Vamos. -decía la elfa mientras me señalaba.
Con un poco de desconfianza decidí seguirla.
-Necesitas algo para defenderte, recuerda que esto es Naggrun no Anduar. -decía mientras me entregaba un cuchillo.
-Eres tirador, supongo que no tendrás problemas con el manejo de un cuchillo ¿no?. Le sonreí mientras cogía el cuchillo con mi brazo útil.
-sígueme. -Se abrió paso ante la nieve derretida.
La pérdida de sangre y el sordo dolor de mi brazo me hacían ir demasiado lento y casi al borde de desvanecerme.
-¿Puedes seguir Dreyhz?. -Asentí mientras me tomaba de su brazo.
-Solo Déjame apoyarme en ti. -Le dije mientras me aferraba fuerte a su brazo.
Ella asintió.
El paisaje no cambiaba mucho.
El bosque de las espinas era muy grande y solo se veía árboles cubiertos de e escarcha.
Un zumbido se escuchaba casi a centímetros.
Cuando me percaté una aberración estaba aferrada a la elfa con sus tentáculos.
Sus alaridos de dolor me habían dejado confuso.
Me tomó un segundo o más darme cuenta de todo lo que pasaba.
La bestia seguía agarrada de ella chupando su sangre.
Miré mi cuchillo y lo alcé.
La vista la tenía nublada por mí estado pero aún así lo arrojé con toda mi fuerza hacia la bestia.
Un chorro de sangre empezó a salir de ella, y un chirrido lo acompañaba, La bestia se había soltado, y ahora yacía en el suelo revolcándose con un cuchillo atravesando su lomo.
La elfa con destreza apuntó su aco y una flecha salió disparada de él.
La cabeza de la bestia ahora se encontraba partida en 2 soltando un líquido verduzco.
Miré a la elfa y le pregunté: -¿Oye estás bien?.
Ella asintió.
-Que buena puntería tienes. Me decía mientras se limpiaba la baba y la sangre de la bestia.
Le sonreí.
-Aún no me dijiste tu nombre. -Le decía mientras le señalaba con el dedo.
-Blaryed Ese es mi nombre. -Bonito nombre le decía mientras la miraba.
-Gracias… Sigamos hacia Keel que no se hasta cuando vas a aguantar. -Asentí.
