La partida de mi amado Jinrow:

Mi querido esposo y yo investigabamos las cavernas de las lagrimas sangrientas,donde se decia que alli habitaba un ser de naturaleza malignay de caracter mitologico que guardaba una preciosa armadura,forjada en su dia por el Dios del Acero y ofrecida a Eralie como presente,luego robada por unos seres habitantes de la oscuridad absoluta que nunca mas se volvieron a ver.
Al final de un largo corredor,llegamos donde se bifurca el camino.
-Izquierda o derecha? le pregunto a mi esposo.Jinrow contesto que a la derecha,cuando de repente, salidos de la eterna oscuridad nos rodearon unos seres nunca vistos antes en Eirea.
Hablaban entre ellos un extraño dialecto imposible de descifrar.Su tez era negra como el carbon mas profundo de las minas de Kheleb y su piel parecia que nunca habia visto la luz del Sol.
Jinrow desenvaino la espada, yo empuñe el Sagrado Baculo con las dos manos y con firmeza.
Invoque la Sagrada Luz de Sol para ver con detalle a esas criaturas,pero justo cuando estaba acabando el hechizo escuche un grito.
Era la voz de mi amado!La luz se apodero de la oscuridad y los rayos que salian de mi Baculo cegaron a las criaturas que nos rodeaban y salieron despavoridas.
Acto seguido, vi la catastrofe, mi esposo estaba en el suelo y un gran reguero de Sangre salia de una profunda brecha abierta por una de las criaturas.
Invoque el poder sanador de Eralie sobre él, pero la sangre seguia saliendo roja oscura y alrededor de la herida habia una marca negruzca.
Tras un gran esfuerzo consegui sacar a mi amado de las cuevas y apoyarlo en un arbol y pude ver que la marca negruzca seguia extendiose sin cesar.
Volvi a invocar el poder sagrado de Eralie en su maximo esplendor pero lo unico que consegui era reducir un poco el aura negra de la herida.
La unica solución era pedir la salvación para el alma de mi amado a mi Diosa; estuve rezando durante casi un dia entero sin comer ni moverme del sitio y Jinrow no mejoraba.
De repente una luz cegadora se posó ante mi, tenia la forma de una mujer,la mujer mas bella que nunca havia visto, era Eralie.
Se dirigió a mi con un tono de voz dulce y amable, casi como un canto celestial y me dijo:
-Ha llegado la hora Malack, tienes que dejar que tu amado marche en paz.
Yo contesté:
-No quiero! No lo acepto, ha sido para mi y para todo Eirea uno de los mejores heroes.
Contestó a continuación:
– Y por ello sera recompensado, el dia que mas lo necesites, en que estes en un apuro, podras volver ante mi presencia y pedirme que vuelva una vez mas junto a ti para luchar contra las fuerzas del mal.
-De mientras, el alma de tu esposo se reencarnara en un cuerpo que no sabras cual es, lo descubriras en cuanto lo conozcas.
Yo asenti resignadamente, y la mire con los ojos llenos de lagrimas
Una luz nos envolvió a mi y a mi amado, y acto seguido se desvaneció dejando como unico rastro una pequeña lluvia de estrellas.
He aqui como mi amado partió en paz.
Solo decir a mi querida familia, que un dia puede que tampoco este aqui, asi como os ha dejao vuestro abuelo,bis-abuelo…
Tened cuidado y sed buenos. Os quiero:
Malack Zag’Ragin.

( espero que os haya molao, sino os jodeis por haber leido este coñazo XD)