Despues de muchos años buscando mis origenes y descubriendo que Eralie solo me queria para utilizarme con intereses nada puros, intente que Seldar me acogiera en sus brazos alegando el odio y dolor que me inflingio los denominados Fieles del «Bien». Seldar, solo porque venia de un ejercito enemigo, sin querer escuchar mis intenciones y con las ganar de servirle hasta la ultima gota de mi sangre, rechazo todas mis oraciones.
Por eso, perdiendo toda creencia en cualquier deidad de este mundo, me siento obligado a irme a una isla, que al menos sus ciudadanos, no se mueven por intereses de Dioses, sino por sus propios intereses personales.
Saludos, Oxen