Por efectos del cambio climático, un complejo ritual druídico que tan sólo debería poder completarse en la estación de los Dones (Primavera), no se podía hacer más que en la estación de las Lluvias (Otoño).

Afortunadamente el eterno ciclo estacional ha vuelto a la normalidad y los druidas podrán al fin desempeñar sus floridas ceremonias.