Al miraros a vosotros mismos mientras estéis montando, ya no os saldrán
incoherencias del tipo «Estás montando sobre un pegaso» cuando en realidad
estáis montando sobre un Demonio.
Al miraros a vosotros mismos mientras estéis montando, ya no os saldrán
incoherencias del tipo «Estás montando sobre un pegaso» cuando en realidad
estáis montando sobre un Demonio.