Llegan rumores, viejos demonios que se alejaban en el tiempo. Se huele el miedo y algunos orcos comienzan a abandonar el Bosque Baldío. Algunos, demasiado jovenes, que creían que las historias sobre Duathdain eran solo eso, historias y cuentos con los que asustar a los jovenes orcos ahora están encamados, sufriendo los venenos del famoso y temido puñal de la sombra del Bosque Baldío.

Así que recordad, si os adentrais en el bosque baldío mirad siempre a vuestra espalda, o quizás no haya nunca más un mañana.