El antiguo regente de la tienda de magia de Golthur Orod ha sido quemado
vivo por su ineptitud, y su cadáver ha sido desmigajado y repartido entre
los cuervos de lo alto de la fortaleza, que han dado buena cuenta de tal
festín gastronómico. El encargado de tal delicatessen ha sido el nuevo
propietario. Un drow que, a la vieja usanza de Tzerneelle’dol, ha ocupado
el cargo que merece.

Dunkelheit