Mis queridos kobold,
Yo os di piedras que roer y barro que mascar en el albor de vuestros días. Un
cúbil donde vivir y confundir vuestros alimentos con la porquería del suelo. Y
en vez de sucumbir a enfermedades y plagas de parásitos capilares, os habéis
convertido en grandes perros de presa con ojos desquiciados y babas espesas.
Como recompensa a vuestra encomiable adaptación a entornos hostiles, yo os
doy el don de la exploración.
(Significa que podéis ser exploradores)
Seguid así, vuestro padre está orgulloso de vosotros.
Dunkelheit