En muchas ocasiones nos encontramos descripciones que bien podrían ser merecedoras de premios pero caen en el mismo problema: describen sensaciones o impresiones del lector.
A la hora de describir a vuestro personaje tenéis que limitaros a las cosas que se ven (p.ej.: «su cabello amarillento está manchado de carbón») sin entrar a dar detalles sobre como piensa la persona que os mira (p.ej.: «su cabello amarillento está manchado de carbón, seguramente a raíz de sus turnos de 3 horas todos los días en las minas»).
En el ejmplo que ponemos el lector no tiene por qué saber que estáis en las minas o la periodicidad de vuestros turnos.
Si sois capaces de solucionar esos pequeños matices en vuestras descripciones, éstas mejorarán mucho.
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