Glorbaugh, satisfecho por años de carnicería y violencia gratuíta, ha decidido
vetar el colgado de cabezas en la pared de las ejecuciones, ya que no caben
más y el olor empieza a ser insoportable. Incluso para un orco.
Glorbaugh, satisfecho por años de carnicería y violencia gratuíta, ha decidido
vetar el colgado de cabezas en la pared de las ejecuciones, ya que no caben
más y el olor empieza a ser insoportable. Incluso para un orco.
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