Una sentencia firmada con el sello de la familia Vorgash estipula que:

La inmunidad diplomática sólo será concedica a quellos que ostenten un cargo que requiera realizar atrocidades que estén fuera de la ley.
Así se declara que los unicos que gozarán de la inmunidad serán: El canciller que haga de portavoz y ejecutor de la cámara nobiliar, los altos mandos de la inquisición de seldar (regente y elegidos), los miembros de la iglesia de estatus reconocido (el sumo archiprelado sus discípulos), el maestre y ritualista de la orden de d’hara, todos los rangos superiores a comandante (inclusive) en el ejército imperial.

Así pues, los altos inquisidores se expulsan de gozar de este favor por su estatus al demacrar el nombre de la inquisición desde su acomodada posición.
Sólo aquellos que hayan recibido el favor del canciller serán completamente inmunes.

Un gran revuelo estalló en el imperio al leer esta nueva ley promulgada… las voces de que la iglesia y la inquisición perdían poder ante la nobiliar no tardaron en devorar todas los rincones de la fortaleza, desde los más nobles a los más repugnantes y pobres.

Lo que ellos no sabían era que la propia iglesia había querido que esto fuese así…