Ya es posible reparar embarcaciones.

Para ello será necesario el trabajo en equipo de un artesano y un marinero.

El primero llevará a cabo las tareas físicas -mediante la habilidad restaurar-, y
el segundo se encargará de supervisar las acciones del primero, ya que puede que
éste no conozca a la perfección la estructura de la embarcación y necesite algo de
orientación.

El coste de la restauración de embarcaciones se ha hecho proporcionalmente más
barato que el de otros objetos dado el elevado precio que tienen éstas.