En protesta por los problemas que tiene a la hora rascarse las orejas, Ryix el tesorero ha estado faltando a sus obligaciones al contar las entradas y salidas de las arcas de Mor-Groddûr.

Se ha ajustado corrtecamente la cantidad de monedas en las arcas, y los ancianos de la ciudad controlaran que Ryix no cometa errores en el futuro.