Unos vientos especialmente fuertes llevaron algunas semillas de baya de Cyr desde el Cyr hasta Zelthaim. El clima de la isla de Zelthaim era adecuado para estas plantas, que empezaron a crecer ahí.

Las autoridades de Kattak, preocupadas por los efectos adictivos de estas plantas, organizaron varias cuadrillas para arrancar todos los ejemplares posibles.

Puede haber quedado algun ejemplar, pero ya no será una planta común en la isla de Zelthaim.