Habían pasado ya más de once años desde que aquel día sus vidas cambiaron por completo. Aquel día, el 14 de Shuyled del 205 de la tercera era, Elder I recuperó su trono y fueron nombrados tres consejeros para que proporcionaran al pueblo de Takome la sabiduría necesaria para hacer resurgir a Takome del horror vivido durante un largo tiempo. Durante ese tiempo fue cuando Drilian e Ikim se conocieron, y entre ellos nació una profunda amistad que aún continua. Juntos, viajaron por tierras extrañas venciendo en ella a poderosos enemigos e hicieron que el nombre de Eralie estuviera más presente que nunca anteriormente.

Los años pasaron y Drilian empezó a echar de menos su hogar y las tierras donde había crecido, además ser el Gran Druida Nyathor tenía ciertas responsabilidades que había estado posponiendo por demasiado tiempo. Por ese motivo, volvió a Thorin para dirigir a sus druidas y que de nuevo, los bosques volvieran a ser seguros para los animales y plantas que en él habitaban, por su lado Ikim siguió en Takome, no sabía porque pero algo le decía que la ciudad aún le necesitaba.

Un día estando Ikim en Thorin recolectando reactivos para sus hechizos, se encontraron de nuevo. La alegría fue inmensa, y pasaron largas horas recordando aventuras de historias pasadas, entonces, comprobaron que aquellos años habían sido los mejores que habían vivido. Fue entonces, cuando decidieron formar la familia XXX para estar unidos por un vínculo que ni el tiempo podría borrar.