Eztabaaa un orkitooooooo laran laran laritoooooooo zampando enanitooooooz laran laran laritooooo… ¿Ké? ¿Ke continúe kon la iztoria de loz Mazkakráneoz? ¿Pero ezo le intereza a alguien? No ze, mira ke luego me da dolor de kabeza de tanto penzar… ¡Ouch! ¡Vale vale, zigo ezcribiendo pero no me muerdaz maz la nuez!
En finz, ahí va el capitulo numero… ¿Dezpuez del doz cual era…? Weno eze
III.De cómo los orcos, guiados por Thrugg, renegaron de Seldar.
Transcurrieron los días y los orcos iban tomando su lugar entre las razas dominantes del continente, llegando a forjar alianzas con los ciudadanos de Galador para hacer frente a los siervos de Eralie, quienes con frecuencia dirigían a sus huestes contra los Reinos de Seldar. En esta época de sangre y muerte, Thrugg forjó nuevos compañeros de fatigas… que no eran orcos. La Familia Amrok, de incipiente poder, gustaba de unirse a los orcos en sus correrías, pues disfrutaban de ese odio malsano y el salvajismo descontrolado que mostraban éstos. Los Amrok y los demás ciudadanos de Galador tenían una forma más fría y calculada de combatir, que se mostró como un magnífico complemento a las habilidades de los bárbaros orcos. Grandes hazañas fueron realizadas en ésta época por Darmak, Thrugg, Asmodeo, Mujamor y otros malvados seguidores de Seldar. Los hijos de Eralie se hallaban en peligro, y sólo la entereza de sus más poderosos campeones lograban mantener la seguridad más elemental en los territorios de Takome, Kheleb, Kattak y Veleiron.
Inmediatamente el dios Seldar se manifestó por medio de un Avatar de poder inmenso y de presencia aterradora. Acompañado por dos de sus servidores más poderosos, Nova y Mujamor, una hechicera de reputación y el Comandante del Ejército de Dendra, ni más ni menos. Por supuesto la ayuda divina hizo imposible cualquier intento por parte de Thrugg de salir entero del enfrentamiento: fue derrotado totalmente y herido de gravedad. Éso no hizo sino enfurecerle más, y al poco volvió a la carga, sin cesar, una y otra vez, hasta que finalmente los espíritus ancestrales de los orcos hicieron acto de presencia: los shamanes orcos y goblins, imbuídos por los poderes de estos espíritus de talante casi divino -y que llegarían a ser dioses por propio derecho al poco tiempo- consiguieron que todos los pielesverdes se sintieran por fin correspondidos por el tiempo y los esfuerzos que dedicaban a la adoración de fuerzas malignas. Ayudados por dichos poderes los orcos fueron a la guerra contra Galador, una guerra que no hizo sino beneficiar a los defensores del Bien, quienes descansaron, se reforzaron y se entrenaron sin ser molestados por sus enemigos, demasiado ocupados en descuartizarse mutuamente.
Bueno, puez azí akaba ezte capítulo, con loz orcoz variando el menu con jugozoz galadoritaz. Pero aora eztamoz de buenaz, i loz zeguidorez de Eralie tienen baztante variedad de zaborez como para mantener al paladar con eze reguztillo dulze de la carne.
Y recordad, lo Verde ez bueno!!
Azta la proczima!
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