Nunca pense que llegaria el dia en ke me sintiese cansado, pero parece ser que ha llegado. Despues de imnumerables batallas contra adoradores de Seldar y Eralie ha llegado mi partida.
Antaño mi padre Thrugg partio hacia las montañas para no volver, y nos dejo solos ante los numerosos peligros ke acechaban en el exterior de la fortaleza. Pero el sabia ke no seria un problema para nosotros, mis hermanos Mazkakraneoz, el sabia ke creceriamos y nos hariamos respetar en tierras dendritas.
Igual que el confio en mi, yo confiare en mis hermanos de batalla del Ejercito Negro, ha llegado la hora de abandonar las tierras de Golthur y dejar solos a mis compañeros. Puede que ahora me odien por ello, pero en un futuro me lo agradeceran, igual que se lo agradezco yo ahora a mi padre.
Se que no sere defraudado. Se que mis aliados, siervos de Gurthang, conseguiran llevar a cabo lo que otros empezaron. Confio en que esta batalla es nuestra, y estare orgulloso, aunque no este para saborear la victoria.
Esto no es un adios, es un hasta luego. Algun dia volvere a la fortaleza.
Radix Mazkakraneoz, siervo de Gurthang.
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