hecho de existir -loado sea Seldar- y de vivir en nuestra gloriosa nación está sujeto a una serie de normas de las que no puede librarse de ninguna manera.

Estas normas van dirigidas a todos aquellos ciudadanos que no prestan sus servicios ni en la inquisición ni en el ejército de Dendra, pues ellos tienen derechos y deberes distintos que serán expuestos en otra ocasión.

Así pues, enumero:

NUMERO 1
Como ciudadano Dendrita fiel, se espera de tí una devoción fiel y ciega hacía el Dios más poderoso que se ha conocido en Eirea -y que, sin duda, es el más poderoso de cualquier plano-.

No nombraré a este Dios, porque es tu DEBER conocer su nombre; sí esto no es así, la inquisición tomará medidas preventivas ipsofacticamente con tu cabeza.

NUMERO 2

Como ciudadano Dendrita imperial, tienes derecho a recorrer todo el reino respetando a todos tus semejantes -ciudadanos Dendritas, se entiende- siempre y cuando mantengas la armoniosa paz por la que tanto hemos trabajado. Así pues, no podrás atacar a ningún otro ciudadano Dendrita o individuo que tenga permiso de estancia.

El incumplimiento de esta norma traerá gran cantidad de castigos, que irá en función del problema, pero todos los castigos son dolorosos -y en extremo-. Estos castigos, en ausencia de un Sabio, serán practicados y llevados a cabo por cualquier alto inquisidor.

NUMERO 3
Como un ciudadano Dendrita más, tienes derecho a ser cuidado y protegido por el resto de ciudadanos dendritas, en caso de urgencia mayor tienes derecho a ser acudido en ayuda por el resto de dendritas y estos están obligados a ayudarte. La pasividad no es bien recibida en Dendra.

El castigo de no ayudar a un devoto que pide ayuda puede variar, pero se intentará que el dolor en cada castigo sea siempre invariable y el máximo posible.

NUMERO 4
Como ciudadano Dendrita que no pertenece a ningún gremio, ESTÀS OBLIGADO a pagar un impuesto mensual (mes de vida real, no de mud) que servirá para diversos menesteres de importancia. El no pagarlo sería castigado severamente.La cantidad variará según el mes y las circunstancias.

La reiteración será castigada con una ejecución.

NUMERO 5
Como ciudadano Dendrita inactivo, no estás obligado a inmiscuirte en batallas en las que no puedas salir airoso o en las que no quieras luchar PERO un alto inquisidor o un miembro del ejercito (rango sargento+) PUEDE movilizarte y desde ese momento serás tratado como un miembro del más bajo rango que pertenezca al gremio del que te movilizó (ejército o inquisición), una vez haya acabado la amenaza volverás a tus asuntos.

El desobedecer la orden de movilización de un miembro del ejército o de un inquisidor, conlleva a la idea de que eres un desertor. Un desertor es un traidor y un traidor sólo se merece la muerte.

Estás normas pueden ser ignoradas, movidas, ligeramente modificadas en cuestión por cualquier sabio en cualquier momento.

Estás normas son válidas para todos los ciudadanos que no pertenezcan a ningún gremio.

Desobedecerlas, como he dicho, traerá dolor y mucho; en cantidades malsanas y mórbidamente nocivas.

Que Seldar vele por nosotros.
Drianna, Portadora de Plagas.
El principio de la nota se ha cortado, dice esto:
«Se hace saber a todo ciudadano imperial Dendrita que por el mero hecho de existir…»
[Editado por Drianna en 3-Dic-04 (0:19)]