Viejas rencillas por fin han sido saldadas. Darhazad el drow vuelve a recuperar su forma mortal tras siglos en los cuales, bajo un horrible manto espectral, envenenaba, aún más si cabe, su mente y su alma jurando venganza. Vengarse de Izhraziel, el Antiguo, que había engañado a La Balanza. Escrito está: Tres seres dominarán el poder rúnico en la Oscuridad. Tres seres dominarán el poder rúnico en la Luz. Y en medio La Balanza, Adhrea el Antiguo que dominará en La Luz y en la Oscuridad. Pero Adhrea fué engañado por Izhraziel, que ansiaba vengar la muerte de tantos y tantos Magos Guerreros de la raza de los elfos a manos de las hordas de Darhazad, y quiso aprovechar el Fin de la Era para consumar su venganza. Al darse cuenta Adhrea del ardid de Izhraziel, éste fué castigado y los Antiguos de la Oscuridad obtuvieron su permiso para liberar a Darhazad. La balanza había cedido.
Los Antiguos buscaron al espectro de Darhazad por toda Eirea, arruinando las Torres a su paso hasta encontrarle al fin, en lo más recóndito de las ruinas del Círculo Interno. Pero al llegar a él se dieron cuenta que estaba siendo custodiado por los Dos Antiguos de la Luz. Una cruenta batalla estaba a punto de comenzar. La magia rúnica comenzó a crepitar y los seres de la luz y de la oscuridad medían sus fuerzas. La balanza estaba a punto de desaparecer para siempre. Fue en ese momento cuando Adhrea se materializó y devolvió su cuerpo mortal a Darhazad evitando así el terrible enfrentamiento entre las dos fuerzas. Una vez liberado, con los ojos inyectados en sangre por el odio, Darhazad dijo: Anciano, aún falta algo para que la Balanza vuelva al Equilibrio…