Pequeños momentos que escriben otros más importantes, el tejedor del tiempo, no anda con la prisa de los seres terrenales. Así, cada mucho tiempo elige a felices o infelices, para que en su nombre cubran capítulos mas adornados del devenir. Momentos que serán recordados por los seres terrenales ya que marcarán sus mortales vidas.

Esta historia, como todas las que merecen la pena, es una de estas:

El sonido del pico manejado por un enano al chocar con la roca, crea una armoniosa melodía a los oídos de los de su raza, pero ese sonido no era lo suficientemente armónico para Pikel.

– Sigue picando holgazán -espetó Pikel- Si no aumentas el ritmo no podremos colocar la pólvora mañana, como tenemos previsto.

Fembul lanzo una mirada de ira a Pikel, pero fue incapaz de decir nada, un poco por el cansancio que tenia, otro porque no podía quejarse después de haber encontrado 4 trozos de Obsidiana en esta pared, en una semana, lo cual era el verdadero motivo por el que estaba allí, aunque Pikel no lo supiera.

Pikel y Fembul hacían una extraña pareja. Aunque Fembul, hubiera hecho una extraña pareja con cualquier congener. Mientras Fembul, era el típico enano, del que Darin se sentiría orgulloso, miembro de los Khazad, minero con alto conocimiento tanto en el oficio de la minería, como en los propios minerales, y había luchado con honor, en varias batallas. Pikel, era el único enano bohemio de todo Eirea, bueno bohemio es como le gustaba llamarse a si mismo, el resto de los enanos, le tenían la misma consideración que a un elfo gris, un desprecio más que absoluto. Pikel, desde pequeño se mostró un inútil al uso enano, tanto en el uso de las armas, como en seguir las doctrinas de los oradores de Eralie, como en la mina. Torpe y autista, no resultó de provecho, hasta que un día Kharin, necesitó entender un texto en gnomo, Fembul, resulto ser la única persona de todo Kheleb-Dum que consiguió entender alguna palabra del texto (tampoco es que supiera mucho, pero en el país de los ciegos…). Por ello, fue mandado a Ak’anon en una misión comercial, el resultado de la misión fue un fracaso, pero Pikel cayó muy bien a los gnomos, con los cuales encajaba en su forma de actuar y vivir, sus compañeros que lo abandonaron allí, y nadie en Kheleb Dum le echó en falta.

Pasaron varios años, antes de que Pikel volviese a Kheleb Dum, y para algunos podrían haber pasado muchos más, porque su presencia creaba cierto malestar en los enanos mas tradicionales y conservadores, la comidilla de Kheleb empezó a ser su llegada, pues se instaló en la antigua casa de su familia, con un montón de libros y pergaminos, parecía un ermitaño, encerrado, salía apenas para realizar las compras más básicas.

Hasta que un día, se dirigió a visitar a Fembul, en principio por miedo a que pensarán los demás al ver esta conversación, Fembul se perdió de la conversación de Pikel. Pero más tarde, por compasión por el pobre enano, o por curiosidad, en un momento que nadie pasaba cerca de la casa de Pikel, llamó a la puerta y este le había abierto. Pikel, después de ofrecerle unas hierbas, las cuales Fembul no había aceptado por considerarlas poco propias para un enano, empezó a relatarle una historia fantástica, él no creía en esas patrañas, y no le eran de ningún interés, salvo cuando hablaban de grande tesoros. Según el mismo pudo entender, Pikel creía que debajo de Kheleb Dum, un gran dragón se escondía y con el un gran tesoro. Ese dragón había sido sepultado muchos siglos antes y su historia olvidada, estaba en las bibliotecas de Ak’anon. Pikel que se había convertido en un gran erudito a lo largo de muchos años, había yendo descifrando numerosos manuscritos y pergaminos, que hablaban del dragón.

Su intención era excavar, en la parte que más probablemente según sus investigaciones, debería estar la caverna del dragón. Cuando Fembul, le preguntó que como pensaba matar a un dragón, Pikel le contó que si lograban alcanzarlo antes de que despertará, no tendrían ningún problema en matarlo a traición, Fembul empezó a pensar entonces que Pikel era realmente un genio, al cual sus hermanos no habían logrado comprender.

Así 3 semanas antes de la fecha actual, habían empezado a excavar, con poco o ningún éxito, hasta que pasada 1 semana y cuando Fembul, empezaba a desesperar, había aparecido un trozo de un mineral muy extraño, el cual tuvo que llevar donde Kharin, resultó ser Obsidiana, hacia muchos años, que nadie había conseguido extraer Obsidiana. Y Kharin se había mostrado muy interesado, demasiado, por saber dónde la había conseguido.

Fembul picaba sin saber muy bien que buscaba, porque Pikel no le sabía decir qué, y cuándo explicaba algo de su misión divaga de una manera en la cual Fembul nunca sacaba nada en claro. Hasta que 2 días antes de la fecha actual. Pikel entonces había dicho que ya debían andar cerca del dragón y que para acelerar el proceso, deberían utilizar pólvora.

La elección de Fembul, por parte de Pikel, no había sido casual, había muchos enanos mineros en Kheleb, pero no todos tenían acceso a la pólvora, que el tío del propio Fembul administraba con cuentagotas.

Acaba la jornada, Pikel y Fembul habían acordado reunirse la madrugada siguiente en la entrada de las galerías subterráneas. Fembul llevaría 40 kgs de pólvora en un barreno. Todo resultó según lo esperado, sólo Fembul, en esos momentos, vio la locura de hacer estallar la pólvora en ese lugar, el no creía que nada especial fuese a suceder y esperaba que Pikel abandonase su loca misión.

Pero cuando, la pólvora hubo estallado y la humareda del polvo se asentó, lo que apareció a su vista, creo más sensaciones en el incrédulo Fembul que en el bohemio Pikel. Ante ellos emergió un agujero, que parecía llevar a una caverna.

-Eureka!!!- saltó Pikel- Estamos cerca de nuestro tesoro.

Fembul, no podía creer lo que estaba viendo. Pasado el estupor inicial, pensó en que si realmente había un dragón en esa caverna, lo mejor sería avisar a Darin y reunir un ejército para matarlo. Pero Pikel, insistió en que si iban rápido, el dragón estaría durmiendo y sería un objetivo fácil. Así fue como ambos se introdujeron en la recién descubierta galería….