**************HISTORIA Y AMBIENTACIÓN DE ELDOR EN FASCÍCULOS*************

ELDOR. FASCÍCULO III: AL CATACLISMO.

NOTA: El lector conocerá eventos que tienen especial relevancia en la actualidad de los
Eldorian y que fueron de gran importancia para conocer, y comprender, tanto los ideales
de los eldorian como su forma de vida.

1.- Hiros revelado a los Eldorian.

…Hielo y Fuego…
Esa fué la aterradora imagen de los pocos centenares de Eldorian que lograron sobrevivir
al brutal impacto y destrucción de la Guarida.
Los cielos comenzaron a oscurecerse y los rostros atemorizados de los supervivientes
comenzaron a ser prácticamente inapreciables. Los caballos aranäe que sobrevivieron en las
cuadras exteriores, enloquecidos por la histeria comenzaban a golpearse unos a otros.
Y en ese momento, justo en aquel instante, una blanca luz iluminó todo el horizonte, llenando
los corazones de un hálito de esperanza.
La blanca y poderosa luz comenzó a desaparecer, dejando a la vista la más bella criatura
que jamás haya sido divisada en Eirea. Era un precioso caballo blanco. Era Hiros.
El Dios se acercó a las ruinas de la guarida, y levantado sobre sus dos patas traseras relinchó
y giró su cuerpo rumbo al sur.
Los eldorian supervivientes rescataron de las cuadras a las monturas y en ellas montaron a
niños, ancianos y heridos, y comenzaron su viaje tras Hiros, rumbo al sur. Rumbo hacia la
salvación.

2.- El viaje.

Extinguida la extirpe del gran Guía del Eldor, los supervivientes eligieron, por primera vez,
a un Guía. El anciano monje Adrelsën, entregado a su comunidad y hasta entonces encargado de
servir a los eldorian enseñando a los más jóvenes el arte de la alquimia.
Desde aquel instante, la elección del Guía de Eldor sería realizada por el Pueblo, cada dos
años, el día 1 de Osucaru.
Como Senescal fué eligido Urjên, un joven y valorado arquero, cuyas hazañas en las contiendas
occidentales fueron laureadas y aclamadas. (Se dice de él que pasó a cuchillo el cuello de más
de 50 enemigos en una sola noche.)

Una vez organizados, los eldorian continuaron viaje rumbo al sur, tras la figura del Dios Hiros
que por una vez había interferido en el mundo mortal para rescatar a su Creación. O eso es lo
que al menos ellos pensaban.
El viaje fué penoso y largo. Día tras día, durante agotadoras jornadas, los supervivientes caminaban
horas y horas, por terrenos accidentados, soportando ventiscas y muy bajas temperaturas.
Muchos de los heridos que partieron desde la Guariada fallecieron por sus heridas y por el agotador
viaje a las pocas jornadas. Muchos ancianos no pudieron resistir las condiciones de la penosa marcha
y fallecieron a pesar de ir sobre sus amadas monturas.
La crispación y la duda, la falta de alimento, el desconocimiento del destino, si esque este existiera
fueron el caldo de cultivo idóneo para que los Herederos de Grab (o al menos sus supervivientes)
tuvieran conocimiento de causa y decidieran actuar.

3.- La traición.

Cuando caía la noche y se hacía imposible continuar la marcha, el caballo blanco desaparecía, y los
supervivientes buscaban refugio para pernoctar en la zona. Casualmente siempre lo encontraban, Sin
duda, gracias a la ayuda de Hiros, los eldorian habían podido sobrevivir en el viaje, ya que de otra
forma, la mayoría ya habrían fallecido.
Cuando contaban seis semanas de viaje, una noche, encontraron refugio en una cordillera que miraba al
oscuro mar. El refugio consistía en una enorme pared vertical orientada al sur, de forma que la zona
siempre estaba protegida de las heladas corrientes del Norte. El lugar tenía una muy buena visivilidad,
tanto de la costa como de una gran extensión del terreno que tendrían que recorrer aún. Existían
una serie de grutas cálidas y en las cercanías existía una pequeña arboleda. Este lugar fue llamado
por los Herederos de Grab como Shaunt, que en su antiguo dialecto aldezhim, significaba Guarida.
El plan de los aldezhim ya estaba en marcha. Habían encontrado su hogar. Un hogar en el que no tenían
cabida los odiados elizhim. Un hogar que quedaba a dos jornadas de donde se consumaría la venganza.

Ese día, intentaron templar nervios. Tantas generaciones esperando este momento. Sacrificarían el
alma de todos los eldizhim asesinados para agradecer a sus dioses la oportunidad de la venganza.
Esa noche, al llegar a una arboleda, donde las gélidas brisas habían quedado atrás, dicen, o al
menos eso cuenta la leyenda, que Hiros se acercó al Guía, y pareció susurrar algo en su oído. Un
mensaje que hizo palidecer el rostro del Guía. Tras esto, como cada jornada, Hiros desapareció.
Los aldezhim traidores se hicieron los dormidos, y el extremo cansancio hizo el resto. Al poco tiempo
los Herederos de Grab echaron mano a sus armas y sus cuchillos. Había llegado la hora.
El terreno se maldeciría con la sangre de sus hermanos enemigos. Y el primero en morir sería su
Guía.
Todo pasó muy rápido. Hiros les había avisado. Los aldezhim fueron engañados. Flechas en llamas
impactaron por doquier contra los sorprendidos aldezhim, que se las juraban muy felices en su venganza.
Estalló una cruenta batalla, una batalla por la supervivencia, una batalla por una oportunidad de
continuar. Muchos eldorian murieron aquella noche, en la arboleda, degollados, acuchillados,
estrangulados, enflechados. Y la sangre cubrió el campo de batalla. Y por primera vez, la sangre
aldezhim y elizhim se mezcló.
Los aldezhim que sobrevivieron huyeron hacia Shaunt, donde vigilarían, donde descansarían, y donde
en la actualidad existe una fortaleza en cuyo seno se alimenta el odio al pueblo de Eldor y a Hiros.

4.- El asentamiento.

Incluído en el fascículo IV