«A la espera de la sabia decisión de mi Pueblo para que elija con sabiduría a un nuevo Guía que ilumine nuestro camino, llevándonos al Khaldar, y tras varios desagradables acontecimientos acaecidos en los últimos días, no puedo hacer otra cosa que velar por mi amado Pueblo en virtud del poder que me ha sido otorgado. Es por ello por lo que, yo, Orjelsan, Monje Regente de Eldor, comunico:
Cualquier habitante de las tierras de Mor-Groddûr, será considerado no grato en las tierras de Eldor, por el incomprensible daño provocado a algunos de nuestros más valientes ciudadanos. Esta medida es cautelar, en espera de una respuesta de los gobernantes de dicha ciudadanía que hagan posible que la relación entre ambas ciudades pueda ser la de la neutralidad.
Con esta medida, espero de corazón que dichos dirigentes lleguen a la conclusión de que Eldor no es buen enemigo, y tomen medidas contra los ciudadanos que sin motivo aparente han atacado a nuestros ciudadanos.
De no ser así, no quedará piedra sobre piedra en Mor Groddûr. Sus ciudadanos serán pasados a flecha y a cuchillo por nuestros arqueros, un día tras otro, hasta que no quede rastro de vida en dichas tierras.
Esperando una sabia decisión….
Orjelsan, Monje de Eldor «
Durmok
El Antiguo
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