Tiempos aciagos transcurren en los que los estragos causados a la madre hacen que esta se despierte. Las constantes agresiones contra el bienestar natural impiden que la vida prosiga; la muerte constante impide que el ciclo vital se complete y, por tanto, que el equilibrio se alcance.

Aunque paciente y comprensiva con los diferentes ciclos de la vida, la madre no se quedará de brazos cruzados cuando la delicada rueda de la vida se viene abajo.

Con el fin de preservar el cumplimiento absoluto del ciclo vital y el perfecto equilibrio del ecosistema, yo, Dathor de los Nyathor amplio con la potestad que me han entregado los dioses del mundo las normas de diplomacia con los druidas hasta que algún escrito esté completamente disponible.

El archidruida de Thorin, desde hoy, tendrá en sus manos la decisión de responder ante una agresión flagrante contra su bosque con la misma moneda hasta que tenga éxito.

¿Que significa esto?, significa que podréis llevar la lucha a la ciudad del enemigo si estos os han atacado a vosotros.
Esto no significa que debamos apresurarnos a repartir muerte por los reinos, puesto que la vida no es algo con lo que podamos jugar, incluso las vidas de aquellos indignos que no aprecian la obra de la madre (puesto que aunque no lo entiendan forman parte de ella).

Sin embargo, si nuestro apreciado bosque es atacado tendremos derecho para mermar el potencial militar enemigo lo suficiente como para que se lo piensen dos veces.

Así pues, las siguientes normas pasan a estar en vigencia:

– Los Thorynias podrán atacar ciudades enemigas si estas, previamente, han profanado las profundidades de su bosque.
– Dichos ataques sólo podrán realizarse hasta causar un daño similar al sufrido en sus bosques.
– Los druidas podrán valerse de la ayuda de aquellos que posean un buen estatus (ciudadano) en Thorin para llevar a cabo estos ataques.
– La magnitud de los daños causados será decidida por consenso de los archidruidas y gran druida.

Cabe recalcar que estos ataques sólo podrán ser ordenados por el Gran Druida y nadie puede tomarse la justicia por su mano. Dejar nuestra tierra parcialmente indefensa mientras marchamos a la guerra es una decisión delicada.

Como siempre, estaré cerca para ayudaros en vuestras dudas. Tan sólo tenéis que exponerlas en el tablón y seréis contestados.