Duda, rumores y consternación surgen tras la aparente victoria sobre Carcharoth
en tierras desconocidas.

El consejo de Draeron se apresura en averiguar cómo pudieron manipular su
portal interdimensional para conducir a los héroes de Eirea a un lugar que
no era el intencionado. Por su parte, una gran parte de la comunidad de
hechiceros ha puesto el grito en el cielo por semejante desliz: de no haber
salido bien la aventura, Eirea se hubiera visto indefensa ante una invasión.

Por otra parte, el mensaje de los Ancestros está siendo sometido a una
minuciosa disección. Presumiblemente la brecha interdimensional por la que
regresaron los héroes sea el portal entre ambos planos al que hacían mención
en su diatriba.

La desaparición de los Ancestros en mitad del combate también está dando lugar
a especulaciones. ¿Cuáles eran su intenciones? ¿por qué no aprovecharon la
emboscada que prepararon contra los héroes de Eirea? ¿dónde se encuentra ahora?

Se puede decir que hay sentimientos encontrados. Por una parte, alegría tras
la derrota definitiva de Carcharoth. Por otra parte, la paranoia se extiende
por todos los reinos, que observan con recelo la brecha recién abierta en las
colinas de Ostigurth. Tanto es así que algunos ya están desplegando tropas
para prepararse ante un hipotético ataque.

Los Dioses no se han manifestado de ninguna manera, y ese desdén aumenta la
preocupación de sus fieles, quienes se sienten abandonados en una situación
tan anómala.