Una nueva entidad ha descendido al plano de los Mortales, en parte castigada
y en parte arrastrada por su amor a aquello que está tejiendo: los mares. El
apego que ha mostrado hacia algo tan material e impermanente, que durante
tantas vidas arrastra en infinito círculo a los Seres, ha sido motivo
suficiente para tal decisión. A partir de ahora, continuará con su labor
sumergida en la insustancialidad del Éter, desde donde dará forma al tesoro
que tiene en mente.
No se trata de un enemigo, ni de un amigo, ni de un ser malvado, o benévolo.
De hecho, rara vez se dejará ver ante seres comunes, exceptuando aquellos
que por naufragio o por pura necedad caigan en los lugares más recónditos
y mortales de la inmensidad abisal. Que aquellos que se atrevan a surcar
los mares cuando estos sean materia se cuiden de su canto, pues más de uno
será arrastrado a la muerte por éste.

Aunque su aspecto varía según su estado de ánimo o su intención, suele
adoptar la forma de una hermosa elfa marina cuando descansa en su lecho de
algas y coral.

Nirvë es su nombre.

Dunkelheit