Los primeros rayos de sol asoman por las rendijas de la cúpula. El ingeniero encargado de ese turno sube la carga en la LanzaderaDeTransporteGnomicoAvanzadoConAterrizajeForzoso dispuesto a hacer unas pruebas rutinarias de funcionamiento. Apunta la LanzaderaDeTransporteGnomicoAvanzadoConAterrizajeForzoso hacia Anduar, mientras piensa en la posibilidad de que caiga la carga encima de Terni. La simple posibilidad le causa una risilla estúpida… ¡menuda gracia! Ayudándose de una larga mano extensible, el gnomo aprieta el botón de eyección, y la carga sale disparada brutalmente por la cúpula de la sala. – ¡Bien! objetivo cumplido… ¡funciona como el primer día! ¡a ver a quién le
cae encima! ¡jajajaja! – Mientras ríe convulsivamente se gira para ir a recoger el saco de explosivos y detonadores que tenía preparados. A la vez que abre el saco, su tez palidece como la de un orco y su risa cesa bruscamente. En el interior del saco no hay explosivos. En cambio hay piedras…, piedras que debían ser usadas como carga de eyección para las pruebas de la
LanzaderaDeTransporteGnomicoAvanzadoConAterrizajeForzoso… Parece que ha habido un pequeño problema…
Rápidamente el gnomo se dirige a uno de los telescopios para divisar el alcance del desastre, y logra ver una terrible humareda en pleno bosque de Urlom…
– He tenido un pequeño error sin importancia…- pensaba el gnomo mientras reflexionaba que como mucho hoy comería lobo asado…