Los descendientes de Milthen el explorador han encontrado por casualidad uno de sus viejos diarios. Estaba mezclado entre otros muchos libros de las estanterías del Hostal Comellas. Siguiendo lo que en el cuenta su abuelo, han decidido explorar las ruinas de Zumelzu para encontrar alguna pista sobre su desaparición o poder completar las investigaciones que este estaba llevando a cabo. Aunque lo único que han encontrado en esa ciudad en ruinas rodeada de una nauseabunda ciénaga es un viejo altar de algún dios salvaje.