Estoy completamente fuera de mis casillas, y he de rezar continuamente para conseguir calmarme -gracias Eralie, siempre gracias-. Los actos cometidos por el testarudo orgulloso y me atrevería a decir que descarriado enano Thrugelthor han colmado el vaso. Su acción es un ASESINATO de lo más vil. Éste enano no puede pensarse que es quién para decidir quién debe o no estar en Kheleb Dum, máxime cuando nuestro conciudadano recibió el permiso nada menos que de un Consejero del Rey Darin, quien es un representante directo de tan honesto monarca. Por tanto es evidente que Thrugelthor ha aplicado su propia ley y se ha creído apto para ejecutarla. Que un seguidor de Eralie sea capaz de cometer un acto así me repugna enormemente, y desde ahora declaro que es proscrito para los Caballeros de Eralie en la ciudad de Takome, por su crimen contra la vida. Ruego a todo Caballero de Eralie takomita que expulse a tan deleznable individuo inmediatamente de nuestras tierras, hasta que sea resuelto el asunto en colaboración con los Consejeros de Su Majestad Darin.
Thrugelthor, por tanto, debe responder por los crímenes de asesinato sobre las personas de Kimm, así como de los guardias que, cumpliendo con su deber, le impedían el paso a nuestra sagrada ciudad. Apremio desde aquí a los Consejeros de Kheleb a que se pongan en contacto inmediatamente con el Consejo de Takome para resolverlo inmediatamente.
Los Consejeros de Darin, por tanto, deberán juzgar a Thrugelthor según las leyes vigentes en en Reino de Kheleb por tres cargos de asesinato.
De no ser así los Caballeros de Eralie le juzgaremos por sus crímenes contra la vida con las leyes que nos rigen y que deben regir asimismo a todos los Fieles en Eirea.
No deseo extenderme más, porque sólo conseguiría perder aún más los nervios, algo indigno de mí, así pues, que tengan buenos días.
Lord Ymhadar Pherdinand, Señor de los Paladines de la Luz