Me dirigo ahora a Thrugelthor Echoriat, ciudadano de Kheleb y miebro de la Guardia de los Khazad Dum Uzbad.
No recuerdo haber oido semejantes faltas hacia Eralie desde hace algun tiempo. La motivacion que da para atentar contra la vida de un ser vivo adorador a Eralie es, ni mas ni menos, que apelar a su honor maltrecho y a su derecho de elegir quienes pueden recorrer las calles de su ciudad.
Que yo sepa, no es usted ni un consejero de la noble Kheleb Dum ni patriarca de ninguno de los clanes o familias que rigen la vida interna de la ciudad. Asi mismo, no es usted poseedor del privilegio de decidir por Kheleb Dum que es lo que se quiere o no se quiere en la misma, sino de sus consejeros.
Es por esto que, politica y administrativamente, ha infringido usted gravemente la paz entre Takome y Kheleb Dum, pero nada puedo decidir yo en esto.
Pero, tal y como reza el Canon de Eralie en su primer mandamiento, ha atentado contra la vida sin motivo o ataque previo, sin ser la victima un adorador de Seldar o alguien que atentase contra la vida, y por tanto, ha pecado el primer mandamiento de Eralie, nuestro Señor.
Tan grave falta no puede sino conllevar un tan grave castigo. Por mi parte, ya que no puedo hablar mas que por mi, ha dejado de ser usted un fiel de Eralie o alguien digno de confianza, y por esto, ha perdido usted el derecho a mi ayuda o amistad, tal y como la tienen todos los seres que no crean en Seldar y respeten la vida.
Asi mismo, insto a los demas Sacerdotes de Eralie a que se unan a mi llamamiento y este individuo no vuelva a encontrar la ayuda de Eralie hasta que expie sus culpas y se arrepienta de tan deplorables actos y pensamientos.
Que la Pureza de Eralie os guie…
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