La orden fundadora de los Antipaladines, la original, la madre de todas los distintos capítulos que las 3 Eras han creado, dista mucho de haber encontrado el discernimiento absoluto de la doctrina de Seldar. Día a día, centenas de doctos repartidos por toda Eirea se esfuerzan en hallar cualquier pista de dicho catecismo en los infinitos -e indescifrables- escritos que dejó atrás el primer gran Archiprelado, el que conoció a Su Crueldad en persona.
El último gran logro en la religión Seldarita ha sido encontrado por los eruditos de la Orden de D’hara, un enigma que ha atraído aún más la atención hacia sus súbditos del indiscutible Padre del Mal.
Como muestra de su infame regocijo, Seldar les ha otorgado a sus campeones de más lúgubre corazón y fuerte convicción la capacidad de hablar con una voz demoníaca, gutural y escalofriante que es perfectamente comprensible por todos aquellos en su entorno que sean capaces de sentir miedo -y en presencia de uno de estos héroes, todos lo sienten-

Lo que quieren decir estas palabras es algo que deben descifrar aquellos que se hacen llamar «caballeros de seldar».