Alla en los albores de la tercera era, el gran archiprelado de Seldar, el primero en conocer la magnitud de sus poderes, dijo algo que marco el comienzo de la era en el calendario imperial.
«Dejad que la muerte guie vuestros destinos en el nombre del nuevo dios»

Una frase metaforica y que rezumaba poesia, pues el archiprelado sabia que aquel momento pasaria a la historia y queria dejar un pequeño «legado artistico» en los libros de historia imperial.
La frase iba dirigida a todos los nuevos seguidores de Seldar, que acababa de llegar a este mundo tras una aplastante victoria contra los ejercitos que asediaban la antigua Dendara.
Pero no penso el archiprelado que su frase podia ser malinterpretada… hasta mas de doscientos años despues de ser pronunciada!
Los caballeros de Seldar, que destacan por su seguimiento al credo de Seldar a rajatabla, tuvieron la mala suerte de tener un lider… ‘poco perspicaz’ en aquella epoca.
Aquel lider penso que la frase se referia a que los sacerdotes y caballeros deberian aprender las artes de la adivinacion ristica; las artes que permiten manipular a los muertos, huesos, cadaveres para adquirir informacion a traves de la adivinacion… ¡estaba equivocado!
El archiprelado queria decir que debian aprender a manipular a los muertos y utilizarlos como armas!¡
No fue hasta hoy que un sacerdote de Seldar se dio cuenta de esta lacra en los orgullosos caballeros de Seldar. Hasta la inmaculada orden de D’hara tenia los ideales equivocados!
A dia de hoy, los antipaladines, dolidos por su insensatez, han repudidado sus antiguos conocimientos y adquirido los que, desde el primer dia, debieron ser suyos.

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