Con grandes muestras de reticencia, pero por imperativo divino, los guardias de Ancarak y Mor-Groddûr permitirán el acceso a sus ciudades a los nuevos aliados.
Hemos recibido una notificación de los propios guardias, están tan cabreados con el cambio que a quien no deban dejar pasar le partirán los morros. Así lo han dicho, literalmente.
[Editado por Rezzah en 9-Feb-11 (17:11)]
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